100% cine nacional en Cartagena

Arrancó el Festival Internacional de Cine de Cartagena con las mejores y más recientes películas de todas las latitudes. Colombia, que abrirá el festival, tendrá un lugar privilegiado dentro del Festival: Colombia 100%.

El Festival, con 140 cintas, 290 funciones y entrada gratuita desde las 9:00a.m., hará de su edición 53 la parada inevitable de la industria internacional interesada en el cine de la región, así como para los nuevos creadores, productores y directores.

El mayor número de películas serán estrenos nacionales, varias de ellas recién estrenadas en los Festivales de Sundance, Róterdam y Berlín. “Roa”, del caleño Andrés Baiz, hará su estreno mundial con la apertura del festival.

Colombia al 100%, una de las cuatro categorías en competencia, continúa fortaleciéndose. Muestra de ello es la presencia de más títulos durante la convocatoria, en comparación con otros años. Buenos títulos quedaron fuera de concurso. Solo 14 películas serán exhibidas dentro de esta categoría, en su mayoría premiadas y nueve de ellas estrenos mundiales.

“Anina” película animada colombiana en co-producción con Uruguay, abrirá la competencia y será a su vez presentada al aire libre en Plaza de la Aduana durante “Cine bajo las estrellas” a más de 1.500 personas. Igualmente entrará a la nueva sección de la edición 53 Cine Infantil.

Esta cinta que relata las aventuras de una niña que debe resistir las burlas de sus compañeros de colegio por la particularidad de su nombre y apellidos: Anina Yatay Salas, ya que los tres se leen igual en ambos sentidos.




“Deshora”, co-producida con Argentina y Noruega, es la ópera prima de Bárbara Sarasola, elegida para la Sección Panorama de Berlín del 2013. El matrimonio de Elena se mantiene sobre mínimos, carcomido por la rutina y por la excesiva dedicación al trabajo del marido. La aparición y la instalación de un tercero en el ámbito familiar desencadenan hechos que constituyen el verdadero núcleo de la película.


“Edificio Royal” dirigida por Ivan Wild, barranquillero y co-producida con Francia y Venezuela, narra historias con un conflicto límite, enmarcadas en el contexto del absurdo y con un tono de comedia negra. “En el Edificio Royal los conflictos son más grandes que sus personajes y para ser solucionados exigen de ellos algo que no pueden o no saben dar”, explica el director. La acción se desarrolla en una sola jornada, el día en que el equipo de fútbol de la ciudad, el Junior, ganó el campeonato como visitante en Medellín.



“El Charco Azul”, estreno mundial de Irene Lema, es un documental de observación, la cámara renuncia a cualquier tipo de efectismo o exhibición limitándose a un registro preciso y respetuoso. La mirada sobre una comunidad que se ha conformado sobre la marcha obedeciendo a las exigencias de la vida. La alegría corre por cuenta de los niños, capaces de jugar y divertirse más allá de limitaciones y restricciones. “El charco azul” es, de alguna manera, su paraíso, allí viven, allí son felices.



“El Faro”, estreno mundial del barranquillero Luis Fernando Bottía, es un registro fundamentalmente contemplativo. Un hombre que fue el último guardafaro del lugar y algunos recuerdos personales, sirvieron de punto de partida para una trama con pocos hechos y escasos diálogos, con un argumento apenas bosquejado y cuyo desarrollo se evita deliberadamente, dejando que sea la imaginación del espectador la que llene los muchos momentos sobre los que la película pasa en elipsis.

Otro estreno mundial co-producido con Alemania es “El Viaje del Acordeón” de Andrew Tucker y Rey Sagbini. Homenaje al acordeón donde un hilo conductor enlaza a Colombia y Alemania, país de origen del instrumento que llega por accidente, como lo cuenta la leyenda. El intérprete cartagenero Manuel Vega y sus repetidos intentos de triunfar en el Festival de la Leyenda Vallenata, se convierte en el eje central documental. No ganan, pero consiguieron viajar a Trossingen y tocar en la cuna de los acordeones Hohner.

A 25 años de haberse realizado “Rodrigo D no futuro”, Juan Guillermo Arredondo, fallecido en julio del 2011, y su compañera Milena Zuluaga deciden hacer “Estar Vivo no es la Vida” un documental con las madres y amigos sobrevivientes de algunos de los que actuaron en dicha cinta. Solo la cercanía de Juan Guillermo consiguió́ que esas personas aceptaran hablar de lo que fueron los años ochenta en sus barrios y en general en la ciudad de Medellín.



“Estrella del Sur”, de Gabriel Gonzáles Rodríguez, es una película de ficción inspirada en la realidad. Su director y guionista dictó clases de cine a maestros y alumnos del colegio donde se rodó y allí escuchó una serie de historias reales de las que nació el guion. Una nueva maestra llega al plantel educativo donde algunos adolescentes sueñan con salir del difícil ambiente del barrio. Una conmovedora y esperanzadora opera prima.

“La eterna noche de las doce lunas” de Priscila Padilla, es un documental sobre una adolescente wayuu que se encuentra en tránsito a ser mujer. La costumbre de su comunidad dictamina que, para ser debidamente apreciadas, las jóvenes deben encerrarse y aislarse durante doce lunas, sin contacto con ningún hombre y acompañadas solo por mujeres de su familia. Durante el tiempo del encierro las jóvenes permanecen quietas en su chinchorro, aprenden a tejer y a otras cosas que serán útiles en su vida futura.

“La Gorgona, historias fugadas”, estreno mundial del paisa Camilo Botero Jaramillo, parte de la experiencia básica de la periodista Silvia Gutiérrez con una serie de historias encontradas por el paradisíaco lugar donde funcionó de 1960 a 1985 una prisión para condenados a más de doce años de reclusión por homicidio. Con el escaso material de archivo localizado y la cámara creativa del propio director, se logró el prodigio de una pieza llena de sugerencias y de resonancias significativas.


“Requiem NN”, estreno mundial de Juan Manuel Echavarría, habla de la larga historia de violencia en Puerto Berrio, Colombia. La gente realiza un extraño ritual: adopta cadáveres de víctimas no identificadas (NN) para rezar por sus almas. Echavarría, interesado desde hace años en este tema, realizó una exposición de fotografías, más tarde una fotoinstalación y luego una serie de cortos, en un proceso creativo que encuentra en este documental su culminación. Una obra con gran poder de revelación y con una mirada sobre lo humano guiada claramente por la comprensión y el respeto.

Un documental triste y desgarrador que nunca podrá olvidarse es “Retratos de familia” de Alexandra Cardona Restrepo. Una verdadera historia de terror que la película reconstruye a través de entrevistas con las madres, hermanos y compañeras de algunos de los desaparecidos y sus álbumes de fotos, evidenciando la pesadilla de los “falsos positivos” en Soacha. Dolorosa travesía para exhumar los cuerpos, las amenazas y muertes subsiguientes.

“Señoritas”, co-producción con Canada de Lina Rodriguez, es un acercamiento sensible e inteligente al universo femenino, con una dirección de actores que logra un sentimiento profundo de sinceridad y verdad. “A mí me interesa el cine más por el proceso de descubrimiento y la esperanza de que las acciones y relaciones que uno escribe en papel se empapen de misterio y vida una vez habitados por personas de carne y hueso”, dice la directora.

Y finalmente cerrará ésta categoría la cinta de Iván Mora Manzano, una co-producción con Ecuador y Francia, “Sin otoño, sin primavera”. Si bien se trata de una película coral en la que todos los personajes tienen su espacio, tal vez el lugar central lo ocupa Lucas, un joven con una inconforme radicalidad hacia el mundo heredado, por lo que prefiere habitar lo que llama la anarquía de la imaginación.

Por la pantalla desfilan una serie de personajes cuyas historias se cruzan, que sienten la opresión de la ciudad y quieren rebelarse contra la sociedad en que les toca vivir.

Las catorce obras cinematográficas son la evidencia de la actual tendencia que vive el cine colombiano: la realización de documentales y el auge de participación extranjera. La mitad de los títulos son documentales y una tercera parte son co-producciones.

Para los productores y directores nacionales, esta categoría se a convertido, como expresa Monika Wagenberg, en “plataforma de lanzamiento internacional”. Así mismo, todo el Festival es un referente inevitable para aquellos que quieren disfrutar durante siete días de buen cine mundial sin salir de casa.