Porque, quizá, la maleta de Semana Santa sea la más complicada de hacer del año. ¿La razones? Que está llena de ‘por si acasos’.
Por si llueve, por si hace frío, por si hace calor, por si cambia el tiempo, por si te puedes bañar. Las posibilidades son tan variadas que, en vez de para cuatro días, ¿tu maleta pesa como si te fueras a ir un mes? Se acabaron los problemas. Te desvelamos las piezas fundamentales que debes incluir en ella. Ni más ni menos.