Tras un año relativamente bueno desde el punto de vista económico en América Latina, y con algunos claroscuros desde el punto de vista político, la región se enfrenta a un 2015 lleno de incertidumbres y algunos temas importantes que resolver.
La delicada situación de la economía mundial, con un petróleo a la baja sin saber exactamente donde estará el suelo del precio del barril, un dólar en pleno proceso de apreciación empujando a una permanente devaluación de algunas monedas locales -especialmente a las de Latinoamérica, y un mantenimiento raquítico del precio de algunas materias primas, llevan a pensar que las previsiones para este año hay que tomarlas con sumo cuidado.
Las grandes economías regionales no terminan de despegar y eso llevará a unos índices de crecimiento un poco por encima del 2% en 2015. México, donde las reformas tardan mas de lo esperado en tomar cuerpo, quizás pueda crecer por encima del 3%. Brasil, por el contrario, sigue teniendo un crecimiento muy moderado y con problemas de credibilidad en el gobierno de la Presidenta Rousseff debido a la permanente sospecha de financiación ilegal y enriquecimiento en sus empresas públicas.
El bloque intermedio tendrá diferentes desempeños y calificaciones al gusto de todos, según las previsiones de los organismos multilaterales. Colombia frenará a un 4%, Perú, Nicaragua y Dominicana sobre el 5%, Chile en el 3% y países de menor tamaño como Panamá y Bolivia creciendo al 7% .
Las tradicionales variables que empujaban a la economía de la región desgraciadamente no están disponibles y habrá que empezar a mejorar las economías domesticas adaptándose a los nuevos horizontes. La tan anunciada recuperación China (7%) no alcanzará para dinamizar el resto de las economías del entorno como otras veces, y tampoco ayuda la falta de definición en la vieja Europa donde no hay recetas de éxito para salir de la crisis a corto plazo.
Al final, quedarán las recetas de siempre pero mejoradas con la experiencia de estos últimos años, donde se han hecho mejoras estructurales que han conseguido que la región prospere y avance en sus diferencias sociales, mejoras en la salud y la educación y grandes avances en la calidad de vida de millones de ciudadanos.
Mejora y optimización del gasto publico; relanzamiento de las exportaciones aprovechando la situación del dólar; mejora de los sistemas productivos especialmente en la agricultura y ganadería; disposición de recursos necesarios para que la innovación en los procesos industriales ayuden a ser mas competitivo en un mundo cada día más demandante de calidad y buenos precio, son algunas de las cosas que hay que seguir haciendo en la gestión de gobierno, si queremos consolidar una región que cada día esta llamando a la puerta de los países mas distinguidos del primer mundo para pedir el papel protagónico que se merece.