Gonzalo Arango nació en 1931 y desde ese año Colombia se preparó para el “cataclismo” que significaría su poesía y literatura. El “nadaismo” fue fruto de su deseo de rompimiento con lo existente en el canon literario colombiano. Junto a algunos de los más vivaces, ingeniosos y memorables poetas de la segunda mitad del siglo XX, Arango transgredió la realidad colombiana, no solo en el campo literario.
Los escándalos protagonizados por los nadaistas fueron uno de los signos de la década de los sesenta que pasaron a la historia como elemento diferenciador del grupo artístico; escándalos que se identificaban directamente con Arango y su tropa y con su transgresora manera de escribir.
El consumo de drogas, la excentricidad en el vestir y las formas poéticas heredadas del movimiento beatnik escandalizaron a la parroquial sociedad colombiana de la década de los 60. La muerte de Gonzalo Arango ocurrió en un accidente automovilístico en Tocancipá el 25 de septiembre de 1976.
A pesar de que le sobrevivieron varios poetas del movimiento, su influencia y su caracter de centro gravitacional del movimiento hicieron que ese grupo de poetas malditos se perdieran en el tiempo.