9/11: Doce años de reconstrucción

Durante 28 años en el bajo Manhattan de la gran metrópolis que es Nueva York, se intercambiaron millones de piezas de correo desde y hacia uno de los códigos postales más emblemáticos del World Trade Center: el 10048 de las desaparecidas Torres Gemelas.

Ocho eran los empleados destinados a repartir la correspondencia a cerca de 430 empresas que se concentraban en las imponentes construcciones, que colapsaron sin siquiera llegar a los treinta años de edificadas.

Los ocho carteros sobrevivieron al violento ataque terrorista que se vivió hace 12 años y que, sin duda, cambió el panorama político y social de Estados Unidos, su relación con los países extranjeros y el aspecto sicológico y emocional de los americanos, que veían por televisión la caída de su gigantismo y su sentido de seguridad.

Doce años después, las consecuencias del Septiembre 11 siguen afectando la cotidianidad del país del Tío Sam, en especial por estos días, cuando la presión sobre el posible ataque a Sira concentra la atención pública, y en las voces de los que opinan lo uno o lo otro, se sienta como precedente la catástrofe de aquella fecha.

Como era de esperar en Estados Unidos, -el país de los monumentos a la memoria-, se diseñó uno de los complejos más fascinantes de la historia de este país, llamado el “National September 11 Memorial” que incluye una nueva torre, la Freedom Tower, y el Memorial Plaza que consiste en un museo y el monumento de dos cascadas artificiales, construidas en el mismo lugar donde se ubicaban las antiguas torres y en donde están grabados en paneles de bronce, el nombre de cada una de las víctimas del atentado, que suman casi tres mil.

Después de tardar casi un año en remover los escombros físicos de la tragedia, las labores de reconstrucción del World Trade Center iniciaron casi de inmediato, con el levantamiento del Memorial, pero también con el de otros tres edificios y una estación de metro que, aunque aún están en construcción, cambiarán por completo el paisaje del bajo Manhattan.

El diseño de las cascadas –en un principio criticadas-, fue el resultado de un proceso de selección con más de 5.200 propuestas provenientes de 63 naciones y que al final, tuvo a un Israelí como el arquitecto triunfador: Michael Arad, quien logró intervenir el espacio bajo unas reglas paisajísticas muy rigurosas.

Así, durante el plan de conmemoración que se llevará a cabo hoy, se realizará una pequeña ceremonia en la plaza, se tocarán las campanas en 6 horas puntuales (determinadas por los seis eventos más importantes hace doce años, el impacto de la torre norte, el impacto de la torre sur, el impacto contra las instalaciones del Pentágono, el colapso de la torre sur, la caída del avión del vuelo 93 en un intento de los pasajeros por rescatar el avión, y el colapso de la torre norte) y por último, se abrirán espacios por los cuales era hasta ahora imposible transitar para los residentes y visitantes de la zona y hasta será posible volver a enviar y recibir correo desde allí.

Transcurridos doce años, la Oficina de Correos de EE.UU sigue recibiendo más de 200 artículos por día dirigidos al 10048, -que en su mayoría se devuelven o destruyen-, no se sabe si alguno de los edificios del nuevo World Trade Center recuperará el mismo código postal, con el sin sabor que puede ser entregar correspondencia a un fantasma, o si el espíritu de renovación también cambiará la manera de entregar el correo.

Doce años.