María Fernanda Cabal, cabeza de lista a la Cámara por el Centro Democrático, explicó que campañas como la de Armando Benedetti confirman que a la comunidad LGTBI la están usando, “sin siquiera ellos darse cuenta”, para fines electorales que no van más allá de votos en el bolsillo.
A la candidata a la Cámara de Representantes por Bogotá del Centro Democrático la conocen por su actitud frentera y verraca frente a diferentes tipos de escenarios. María Fernanda Cabal es una mujer de uribismo arraigado, de sumo temperamento y controvertida elocuencia, partidaria de que lo bueno hay que copiárselo y una ducha en las cuentas y las estrategias comerciales.
Pese a que su marido, José Feliz Lafaurie, es el protagonista del matrimonio ante la opinión pública por su trayectoria política y Fedegan, no hay duda que Cabal concurrirá como un gallo de pelea fulminante del uribismo que hará eco en el Congreso, si logra conseguir el cargo, y que podría superar la altura electoral de su pareja.
“He intentado hacer una labor social desde el cualquier espacio que tenga. Donde esté y a quien pueda ayudar siempre ha sido una misión y un proyecto de vida”, añadió la candidata e impulsadora en jefe de Fundagan, una fundación que ha entregado vacas y subsidios a miles de campesinos. De hecho, la corona de su candidatura radica en el fortalecimiento del aparato productivo del país y la capital, por medio de proyectos como la fundación.
Sin embargo, en los últimos días su campaña ondea hacia otros estandartes luego de que difundiera una controvertida apuesta mediática que pretende hacerle un jalón de orejas a varias ramas de la política, especialmente a aquellos que transgreden los valores esenciales de poblaciones vulnerables o las familias.
En efecto, Cabal le respondió con un video al senador del Partido de la U, Armando Benedetti, quien lanzó un comercial de campaña en el que parejas del mismo sexo se besan con la libertad de cualquier otra pareja heterosexual.
La candidata mostró escenas similares a las del video de Benedetti, sólo que en vez de dejar a la pareja compartir un beso, ella detiene el acto e inicia un monólogo de por qué hay que limitar la difusión masiva de este tipo de relaciones.
“La comunidad LGTBI consiguió sus derechos y hay que respetarlos. Pero no nos pongan su sexualidad como una carta de presentación. A mí no me gusta que una pareja homosexual tenga manifestaciones más allá de lo afectivo en un sitio público. Eso es muy incómodo, para eso existe la privacidad. Hay que respetar lo que se emite en un canal masivo de comunicación” aseveró.
Debido a que el video desató decenas de quejas en las redes sociales, la aspirante aclaró a este medio que su representación “no busca aplastar la diversidad sexual de las personas”. Incluso afirmó que por mucho tiempo trabajó junto a personas homosexuales y que no tienen ningún problema o reparo con eso.
En todo caso arremetió con fuerza en contra de la propuesta de Benedetti, la cual afirmó que está lejos de dar apoyo verdadero a los gais.
“A Benedetti le importan un bledo los homosexuales. El usa el video para ganarse esa fracción de los electores. De alguna manera agrede a padres de familia que sienten que esa imagen no la deben ver sus hijos y termina en rechazo de la comunidad LGTBI. Entonces la medida resulta teniendo un efecto bumerang”, anotó.
Incluso afirmó que varias madres se le han acercado para decirle: “mi hijo de cinco años salió a darle un beso al vecino de pupitre, otro me preguntó si le podía dar un beso a un amiguito”. En tal razón precisó que no le gusta el mensaje del candidato de la U porque los niños y jóvenes lo imitan.
Por otro lado, Cabal lanzó una invitación a las comunidades homosexuales para que se ilustren un “poco más” respecto a sus afinidades políticas y al poder que le estarían dando a un líder electoral con su voto.
“Si ellos aprendieran un poquito más de historia se alejarían de la izquierda porque los primeros que los matan son los comunistas. Stalin no hacia si no matar homosexuales. Fidel Castro, los musulmanes, ni se diga”, agregó.
En ese mismo orden de ideas dijo que le preocupa que partidos como el Polo Democrático o el petrismo se aprovechen de esta comunidad para ganar votos. “Todo el mundo los usa y ellos no se han dado cuenta”, declaró.
Respecto a su camino electoral, aseguró sentirse optimista por llegar a la Cámara de Representantes y gestionar desde allí. No obstante, admitió que la condición de candidato es “denigrante, desagradecida, pero excitante”.
“Es una tarea tenas, desagradecida, los amigos se vuelven enemigos. No es fácil, pero finalmente nosotros nos ganamos el corazón de la gente. Estamos hablando con sinceridad, yo no tengo ninguna intención de llegar al poder ni por vanidad o reconocimiento personal”, manifestó.
Por último le pidió al presidente Santos que “deje de gobernar de acuerdo a su propia vanidad” y que en Colombia tiene que aplicarse nuevamente el modelo de gobierno del expresidente Álvaro Uribe Vélez.
“Hay que pensar la ciudad como lo hizo Uribe cuando llegó a gobernar a un Estado fallido como era Colombia en el 2002. Él es el único expresidente con la capacidad de convocatoria que tiene. Yo le digo a Gaviria o a Pastrana que salgan pero esos no convocan ni a la novia porque no les van. Uribe durante los 8 años le gastó el tiempo a conversar con la gente”, concluyó.