Ya en la oficina de la presidencia del Senado, Roy Barreras atiende una reunión con el ex gobernador del Valle, Francisco Lourido, continúa atendiendo llamadas, y comienza la maratón de firma de documentos y pergaminos pendientes. Segunda entrega de las últimas horas del senador como Presidente del Congreso.
Es la hora del almuerzo, hace entrar al despacho al capitán de la Policía encargado de su seguridad para que les dé un descanso a los seis hombres que lo acompañan a donde vaya, mientras él atiende a los medios que lo han buscado toda la mañana para hablar sobre el decálogo de las Farc y del retiro del artículo en el Código Penitenciario que buscaba prohibir que los sindicados no concedieran entrevistas, tema al cual se negó rotundamente.
Avanzaba la reunión con Lourido, se toma el vaso de Ensure. Realmente es complicado sostener una conversación constante con el Senador debido a las llamadas que recibe al tiempo, termina en un momento hablando por los dos aparatos. Sin embargo, tiene la habilidad de volver a retomar el hilo de lo que estaban discutiendo antes de ser interrumpido. Piensa en 20 cosas a la vez.
Hace una pausa y cuenta la anécdota curiosa de ser de los pocos médicos tradicionales con un grado de Chamán, se considera un ‘culebrero’, ‘curandero’ y con las fórmulas naturales para ‘encontrar y mantener al ser amado’, lo de culebrero sale a relucir tras revisar el diseño del documento de informe de gestión que entregará a los reporteros, “cámbiele ese diseño porque parece una culebra, y como a los congresistas no nos bajan de reptiles, pues no hay que darles papaya ni en eso”.
Al revisar los documentos que debe firmar, descubre que el informe sobre los cuatro viajes que hizo durante el año, le agregaron dos a los que ni fue, uno a Rusia y otro a Roma, Italia, fuera del que hizo con el Presidente Santos para la canonización de la Madre Laura. Aclaró que para no generar suspicacias había mandado en vuelo comercial a Ciudad del Vaticano a su esposa, y que el viaje que hizo en Comisión a Cuba para hablar con las Farc, lo pagó de su propio bolsillo.
Así mismo, le llegó otro documento, era una vez más el permiso de la Senadora Alexandra Moreno Piraquive, para salir del país. El Senador Barreras no lo firmó. ¿La razón? La congresista del Partido Mira ya había viajado sin el permiso de la Presidencia del Senado, lo que conlleva a que por primera vez será sancionada con descuento del salario. En una plenaria, Roy había advertido que las últimas dos semanas de cierre de legislatura estaban prohibidos los permisos para viajar fuera de Colombia.
“¿Una condecoración al Indio Rómulo?, ¿luego no estaba muerto?, estoy equivocado! Y claro que firmo esta resolución para condecorar al Indio Rómulo y yo mismo le pongo la medalla, es mi inspiración como poeta”, exclama mientras estampa feliz su firma en el papel.
La enfermedad del Vicepresidente, su momento más difícil
Abre el registro de la plenaria, luego sale al patio Núñez a fumarse un cigarrillo y de paso a hablar con los periodistas y dar entrevistas.
Tiene una cita en el Departamento de Planeación Nacional con el Gobernador del Valle. Va tarde, se sube a la camioneta blindada y mientras vamos en camino le hacemos una entrevista.
Confidencial Colombia: ¿Qué fue lo más difícil de estar frente a la presidencia del Congreso?
Roy Barreras: el momento más difícil de mi legislatura fue el episodio de la enfermedad del Vicepresidente Angelino Garzón, ese día tuvimos que tomar una decisión de Estado, responsable pero incomprendida. Ese día de la historia de Colombia, en que el Presidente Santos entraba a un quirófano para ser operado de la próstata, el Vicepresidente Garzón tenía una incapacidad médica, es decir, si hubiera ocurrido una fatalidad con el presidente Santos, el Vicepresidente no hubiera podido asumir.
Por eso debía certificarlo la junta médica nacional para proteger al Vicepresidente, era mi obligación como cabeza del legislativo, y eso ordena la Constitución. Prever esa circunstancia de riesgo para no generar un vacío de poder y por eso ordené que la junta médica hiciera la evaluación a la que Angelino se negó, se victimizó y en la opinión pública quedó la sensación de que se estaban aprovechando de un hombre enfermo, y hoy, gracias a Dios el Presidente Santos se recuperó de su cirugía, el Vicepresidente se ha recuperado totalmente y que ya no existe ese riesgo. Pero en ese momento si existía ese riesgo y era eso lo que había que hacer, y yo volvería a hacerlo porque era mi deber aunque fuese una medida impopular.
C.C: ¿Cómo es la relación actualmente con Angelino Garzón?
RB: Como ha sido siempre, una relación respetuosa. Angelino Garzón en mi opinión es un hombre honesto, un batallador popular, hecho a pulso desde abajo, con una gran sensibilidad por la gente, creo que no pocas ocasiones, hace propuestas populistas, y me parece que es un hombre valioso para la democracia. Tenemos la relación cordial e institucional”.
C.C: ¿Qué le faltó hacer en la parte administrativa?
SRB: Confieso que la parte administrativa es la que menos me importó, porque es muy aburridora, yo me hice elegir para hacer leyes y construír la paz, no para comprar jabón ni papel higiénico, pero la experiencia administrativa me enseña que es indispensable una reforma a la ley quinta, que el Congreso no tiene planta de personal suficiente, que funciona a punta de contratistas pasajeros.
Los periodistas y miembros del canal institucional, los abogados que contestan demandas, los contadores, todos son contratistas temporales y no se puede hacer de otra manera porque la planta está congelada.
Entonces hay que hacer una reforma a fondo y además de ello se debe escoger un solo gerente administrativo, hoy hay dos, el de Senado y el de Cámara, que son los responsables de la administración, y que casi nunca se ponen de acuerdo, y eso hace la administración muy caótica.
C.C: ¿El congreso le cumplió más al Gobierno que al pueblo colombiano?
RB: Contesto con leyes claras, con leyes que fueron de iniciativa parlamentaria y no del Gobierno, salario mínimo para las madres comunitarias, la Ley de Víctimas, el Marco para la Paz, la Ley de gratuidad para la vacunación del papiloma humano para las niñas, la Agencia de Seguridad Vial, la Ley del Primer Empleo, el arancel judicial, entre otras. También cumplimos con la agenda legislativa de Gobierno, indispensable, que surgió de un debate que yo mismo convoqué, la Reforma a la Salud, de manera que aquí hubo, no solamente independencia y autonomía, sino sobre todo iniciativa propia.
Interrumpimos porque yendo por la circunvalar a la altura de Monserrate, Barreras prefiere devolverse, dejó la plenaria sola y teme que se la levanten. Por la premura debemos hacer un giro en U prohibido, el Senador se tapa la cara con las dos manos, dice, “me da pena”. Y de regreso al Congreso.
En la silla de la mesa directiva del Senado, Roy Barreras se siente pleno, dueño del recinto, muestra toda su habilidad para manejar la plenaria, dar la palabra, poner orden, seguir firmando documentos, ojear la página e ir adelantando la lectura del libro “El miedo en Occidente de Jean Delumeau”, dar instrucciones para que los proyectos salgan adelante.
Continuamos la entrevista.
C.C: ¿Cuántas demandas le han puesto por los temas del pacto con los cristianos, la Supersalud y todo lo que en este año le hemos reportado en los medios?
RB: Hace algunos años nos contaron que había muerto Cantinflas, pero he descubierto que resucitó. Como demandar es gratis, se puede ser ignorante e irresponsable, pero defenderse es costoso y el aparato judicial tiene que actuar. Algún Cantinflas radicó una denuncia ante el Consejo de Estado con el argumento de que yo había pedido la renuncia de dos Ministros, el de Salud y el del Interior.
Por supuesto que como Senador podría pedir la renuncia del gabinete entero, si fuera inepto, de eso se trata el control político. Pero sucede que ni siquiera eso ocurrió, y sin embargo, a este ciudadano desocupado (Pablo Bustos) se le ocurrió pasar por el Consejo de Estado y radicar esta demanda en mi contra.
Creo que el arancel judicial que acabamos de aprobar, quizás sirva para que por lo menos les cueste algo demandar inútilmente. Son demandas absolutamente absurdas que ponen a trabajar a nuestros jefes, a las cortes y a los medios de comunicación.
Desde que soy presidente del Congreso me han radicado cuatro demandas, tan cantinflescas como esta última, pero que ponen a trabajar el aparato judicial y por supuesto a los abogados defensores. Ninguna de esas demandas tiene asidero, la más seria es esta última de Cantinflas que pide la pérdida de investidura por supuestamente pedir la renuncia de dos ministros.
Cualquier responsabilidad pública tiene que asumir el costo de la democracia que es el de asumir con transparencia y seriedad las demandas que le pongan, resolverlas ante las cortes como corresponde. Es una pérdida de recursos, una pérdida de dinero para el aparato judicial, y por supuesto cada denuncia debe ser revisada y estudiada debidamente.
C.C: ¿Cuál cree que ha sido su gran ‘embarrada’?
RB: Una de mis ‘embarradas’ fue la de creer que era posible levantar en apenas un año la imagen del Congreso. Es imposible en un año, hay que trabajar muy largamente, creo que también el exceso de franqueza.
C.C: Lo tildan de ‘charlatan’, lo critican por hablar mucho, por meterse en todos los temas. ¿Cambiará eso ahora que deja la presidencia?
RB: Pues si hablaba antes de ser presidente del Congreso, siendo presidente del Senado, ¡pues ahora que salga voy a hablar más! Mudo no soy y hay que defender la paz, la lucha contra la pobreza. Aquí los mudos no sirven. Y por supuesto este año en el Congreso me enseñó a guardar más silencio del que quisiera, a no defenderme, a intentar no cazar peleas, a no responder.
Al terminar el 20 de julio esta responsabilidad volveré a ser el que he sido siempre, un hombre frentero, que responde los debates en todos los escenarios.
C.C: ¿Quiénes son sus enemigos?
RB: Yo no reconozco enemigos en la política, hay contradictores, hay opositores, hay críticos gratuitos; hay caricaturistas, muchos, escritos, verbales a quienes celebro mucho porque me hacen reír.
Los enemigos si existen no están contados, los amigos si son contados, están contados en las urnas, son 85 mil y espero que sean más del doble la próxima vez. Ahora que prendo motores para hacer mi campaña en las regiones y seguir en el Congreso.
C.C: ¿Roy Barreras quiere ser Presidente de la República?
RB: Quiero ayudar en los próximos 10 años a entregar este país en paz, sin narcotráfico, sin guerrilla, para lo que hay que adelantar una tarea muy larga de despenalización de drogas en el mundo, y derrotar el único enemigo que n o se ha derrotar que es la pobreza. Me parece que ese viejo chisme de que todo colombiano quiere ser Presidente, no es más que una anécdota del folclor nacional. Cuando termine el segundo periodo de Juan Manuel Santos, el Partido de la U deberá escoger un candidato, pero estamos hablando de algo muy lejos, de 2018.
C.C: ¿Le da guayabo dejar la presidencia del Senado?
RB: Asumo el siguiente reto después del 20 de julio: la batalla electoral para la reelección de las políticas públicas del Presidente Juan Manuel Santos, para la consolidación de la paz.
La jornada de Roy Barreras termina un poco como comenzó, llamadas, entrevistas con los periodistas, conversando con sus colegas del legislativo, dando instrucciones a sus asesores sobre lo pendiente para el día siguiente.
Se siente satisfecho con su gestión. Algo que le sube el ego: la felicitación del Presidente Juan Manuel Santos.
“El presidente Juan Manuel Santos felicitó hoy en Palacio al Presidente del Senado Roy Barreras por la legislatura más eficiente de los tres años de su gobierno. Cabe mencionar que el 60 por ciento de todas las reformas del gobierno Santos se hicieron bajo la presidencia de Barreras, lo que se suma a sus importantes ponencias o autoría en la Ley de Victimas, el Marco para la Paz y la reforma a las Regalías, entre otras, y demás leyes de trascendencia nacional”, señala el comunicado enviado por su oficina de prensa.