Mientras se acerca el final de 50 años de guerra con las FARC, vemos como se dilata el proceso de paz con el ELN. Atentados contra la Fuerza Pública, retención de uniformados por parte del grupo guerrillero y la ofensiva del Ejército a éste, son hechos que necesitan una medida urgente para destrabar la fase exploratoria, que inició hace dos años.
Luego de que una explosión en Cúcuta, Norte de Santander, dejara a ocho policías heridos y se presentaran otras acciones violentas en varias regiones del país en las últimas semanas, atribuidas al ELN, el Gobierno puso en duda las intenciones de paz de este grupo insurgente.
“No es ese el camino para sentarse en una mesa de diálogo (…) estas actitudes generan incredulidad y desconfianza de los colombianos frente a su verdadera intención política de renunciar a las armas y de entrar en un proceso formal de diálogos”, señaló el ministro de Justicia, Juan Fernando Cristo.
Sin embargo, esta no ha sido la única reacción de rechazo que ha generado las acciones armadas del ELN. La iglesia católica en cabeza de monseñor José Daniel Falla, secretario de la Conferencia Episcopal, dijo que “cualquier acto de violencia como los desarrollados (por el grupo guerrillero) son simplemente hechos irracionales”.
Monseñor hizo un llamado para que “cesen, no por una tregua, sino definitivamente sus actos de violencia” y reitero que, “el poder está a través del diálogo, de sentarme a discutir y de debatir los puntos de vista”.
Frente al difícil momento que atraviesa el proceso en su fase exploratoria que se viene desarrollando desde enero de 2014, para pactar una agenda general y así instalar la mesa de diálogos; el jefe máximo del ELN, alias ‘Gabino’, le ha enviado a monseñor Darío Monsalve, arzobispo de Cali, cartas con mensajes de paz, para que ayuden a destrabar el proceso.
En esta plantean una tregua o un cese bilateral del fuego que “genere un clima favorable” para iniciar las conversaciones.
Confidencial Colombia habló con el representante a la Cámara, Alirio Uribe, sobre las tensiones que se han venido presentando entre el Gobierno y el ELN. El Congresista dijo que uno de los temas que ha hecho que se estanque el proceso, es el lugar de conversaciones y la seguridad de los miembros de una futura delegación de paz de este grupo insurgente.
“Creo que ellos querían que este proceso se realizara en Venezuela. Se estaba esperando los resultados de las elecciones del país vecino, luego de que pasó esto quedó claro que no era conveniente que Venezuela fuera el lugar de negociación”, señala Uribe.
Sobre los hechos violentos que se han presentado en diferentes regiones el país, el Representante dijo que el ELN está “llamando la atención y templando la cuerda (…) para presionar al Gobierno, actos que los considera “innecesarios”.
El Congresista dice que, aunque se espera que se defina una fecha para empezar los diálogos, considera que el momento por el que atraviesa la fase exploratoria “son cuestiones normales de un proceso de negociación. Esperamos que esto se resuelva y se comience la segunda fase. También puedo decir que se necesita una paz completa y eso significa que tiene que haber un dialogo con el ELN”.
Por su parte, el investigador en temas de paz y conflicto, Luis Eduardo Celis, le dijo a este medio que es necesario “saltar sobre las dificultades que no son tan de fondo para instalar la mesa de diálogo, ya que eso es lo más importante para tener una paz completa en el país”
Y reitero que, “no es una buena estrategia por parte del ELN realizar ofensivas militares, hacer sabotajes como ha ocurrido en los últimos días, pero tampoco es bueno que el Gobierno tensione la persecución contra el grupo guerrillero, pues al final, en este juego el que pierde es la sociedad”.