Un avión de la compañía alemana ‘low-cost’ Germanwings que realizaba el trayecto entre Barcelona y Düsseldorf (Alemania) con 150 personas a bordo, se estrelló este martes en los Alpes franceses. El aparato, un Airbus A320, despareció de los radares antes de estrellarse en la región de los Alpes Haute Provence, cerca de Marsella (sur de Francia), según fuentes de la Prefectura. El presidente francés ha confirmado que había 150 personas a bordo y que no hay supervivientes. Al menos 42 españoles viajaban en el avión
El presidente francés, Francois Hollande, asegura que lo más probable es que no haya supervivientes: “Las condiciones del accidente hacen pensar que no hay ningún superviviente”, ha afirmado. Hollande ha añadido que al menos 42 españoles viajaban en el aparato y que “hay víctimas de otras nacionalidades, principalmente alemanas y turcas”. Entre ellas, 16 adolescentes germanos y dos profesores que regresaban de un viaje de estudios a Cataluña.
“Va a llevar días recuperar las víctimas, y después los restos” debido al difícil terreno donde se ha estrellado el avión, ha declarado un alto mando de la policía francesa presente en el lugar del siniestro. Jean-Paul Bly ha confirmado que no hay supervivientes y ha señalado que por el momento no hay ninguna teoría sobre la causa del accidente.
Un helicóptero de la Gendarmería ha confirmado a la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) que ha localizado el aparato cerca de Prads-Haute-Bléone, entre Digne-les-Bains y Barcelonnette. Según informa la DGAC en un comunicado, el avión no emitió una llamada de socorro antes de estrellarse, como se informó en un principio. “Fue el controlador aéreo el que lanzó la alerta porque había perdido contacto con el avión, sobre las 10.30 hora local (09.30 GMT)”, informó un portavoz del organismo.
El vuelo 4U9525, en el que viajaban 144 pasajeros -entre ellos 67 alemanes que regresaban de pasar unas vacaciones en Barcelona y Palma de Mallorca- y 6 miembros de la tripulación, perdió el contacto con la Torre de control francesa a las 09:53 GTM cuando se encontraba a un altura de 6.000 pies, según el presidente de Germanwings, Thomas Winkelmann, quien añadió que el avión salió de Barcelona a las 10.01 horas local (09.01 horas GMT) con destino a Düsseldorf y sufrió una caída de 8 minutos a las 10.45 horas local (09.45 GMT). El capitán tenía diez años de experiencia en Germanwings y en la compañía matriz, Lufthansa.
La web especializada Flightradar24, que realiza un seguimiento de los vuelos, ha perdido a las 10:39 horas el 4U9525 a una altitud de 6.800 pies (unos 2.000 metros de altura). Dos alcaldes de la zona y un residente han contado a la emisora Europe 1 que el avión volaba más bajo de lo normal. El alcalde de Prads Le Bléone, Bernard Bartoleni, ha explicado que el siniestro se ha producido a “una altitud de más de 2.000 metros y que es de difícil acceso”.
“Nadie puede informar de nada porque estamos a dos horas y media del último lugar habitado y el macizo se sitúa en plena montaña”, ha aclarado. Según este edil, “el tiempo estaba cubierto sin ser catastrófico” esta mañana en la zona, “muy montañosa y escarpada”. El alcalde de Méolans-Revel, Daniel Million, ha dicho que desde esta localidad próxima al lugar del siniestro “no se puede ver nada”. Según ha explicado, el avión se habría estrellado “detrás de una cima”.
Fuentes de Aena confirman a El Confidencial que el vuelo 4U9525, que comenzó a perder altura cuando volaba a 38.000 pies (unos 13 kilómetros), mantuv