Acuerdo agrario con las Farc necesita ayuda internacional

Los agricultores colombianos manifestaron que el acuerdo agrario al que llegaron Gobierno y Farc, invita al optimismo y el regocijo, pero precisaron que para que todo salga de la mejor manera se requiere de apoyo financiero internacional.

El presidente de la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz), Rafael Hernández Lozano, le dijo a Confidencial Colombia que es innegable que el anuncio es trascendental para la economía agraria del país, pero insistió en que esos acuerdos deben cumplirse con veeduría internacional y con un decidido respaldo económico de la comunidad internacional, toda vez que las arcas del estado no dan para hacer los ajustes y cumplir con los compromisos.

En opinión del dirigente gremial, con la consecución de la paz, el país recupera, no solo la actividad agropecuaria, la rentabilidad y la sostenibilidad de los negocios, sino que proyecta y afianza la tan mencionada seguridad alimentaria, hoy en veremos por los procesos de desarraigo y abandono del campo como consecuencia de la violencia que ha azotado las zonas rurales por más de 50 años.

Hernández afirmó que infortunadamente Colombia tiene ya varios años de atraso en el sector agrícola y rural, escenario que hace presagiar que su recuperación será igualmente de largo plazo. Esa recuperación de la economía campesina, aclaró apenas comienza con la concreción del acuerdo hecho público en la Habana (Cuba), aclarando que este no es más ni menos que el resumen de lo que han pedido los agricultores y de quienes viven del campo desde hace muchos años.

“El sentir que tiene Fedearroz es el mismo que debe tener todo el país por cuanto resulta muy importante para Colombia y para el futuro de sus gentes saber de un acuerdo de semejante grosor porque son muchos años de conflicto, que de terminarse, muy seguramente nos traerá beneficio a todos”, anotó el presidente del gremio.

Aclaró que tras la noticia, tan solo asalta la incertidumbre que surge por inquietudes tales como hasta donde el estado está en capacidad de cumplir con un acuerdo de esas proporciones, a sabiendas que el flujo de caja no es el mejor.


La noticia debe tener acogida general

Para el presidente de Fedearroz, Rafael Hernández, la notificación de este acuerdo entre guerrilla y Gobierno en Cuba debe tener a todo un país respaldando la paz, más si está llega a feliz término. “Yo no creo que exista en Colombia una persona que se ponga feliz por el fracaso de un proceso de estos que es bien intencionado de ambas partes y ojalá con toda las voluntad de las Farc”.

Agregó que ya el país se cansó de escuchar todos los años y todas las décadas engaños por parte de la insurgencia. Aseveró que si la subversión y el estado cumplen, sin duda ningún colombiano expresará frustración porque por el contrario anhela la paz y junto a ella el progreso, la reconciliación y el crecimiento económico con variables positivas en el campo para volver a retomar el empleo rural y la importancia de la agricultura en el PIB.

El señor Hernández no dudó en lo menos mínimo que con un acuerdo en marcha de política agraria, el campo podrá crecer a tasas importantes, sin descartar los dos dígitos y superar los cuatro millones de hectáreas en las que se siembra con tan poco incentivo, con tanta dificultad y con tanta incertidumbre.

“Yo creo que si podemos crecer por el orden de los dos dígitos pero en el largo plazo porque Colombia tiene tierras que se pueden cultivar, pero digamos que como suelo, el campo tiene excelentes oportunidades. Lo cierto es que aquí no juega única y exclusivamente la calidad de las tierras sino la infraestructura que demanda el campo, y este es un tema del que hemos hablado hasta la saciedad porque el campesino y el productor urgen de distritos de riego así como de vías secundarias y terciarias”, declaró el vocero de los arroceros y los agricultores.

Insistió en que se hace necesario solicitar, ya de manera reiterada, todo lo concerniente al bienestar de la población rural, básicamente en salud, educación, servicios públicos, saneamiento básico y prácticamente con todo porque el campesinado está lejos de la inclusión y el bienestar, puesto que ha habido un abandono estatal cercano a los 50 años y así resulta muy difícil pensar en futuro, innovación, inversión, generación de empleos y desarrollo.

A todo lo anterior, comentó, hay que acompañarlo con una serie de medidas que conduzcan a la erradicación del contrabando y todas las prácticas que lesionan la productividad. Explicó que por eso en Colombia aún se habla de ganadería extensiva, pues para desarrollar esta actividad y explotar los terrenos, no se hace necesaria la adecuación de suelos.

“En la medida en que se cree infraestructura en el país, dejará de haber ganadería extensiva, así las cosas, todo se volverá intensivo y mucho más productivo”, dijo.

Sobre el acuerdo, indicó, compromete mucho al gobierno y a los miembros de las Farc y es por eso que hay temor de incumplimiento por los reveses de los últimos 40 años. Además existe la inquietud sobre si hay dinero y voluntad suficiente para honrar la palabra y cumplirle al sector agropecuario. “De corazón, esperamos que sí”.

Hernández consideró conveniente acompañar todos estos acuerdos de una veeduría internacional para garantizar que lo plasmado en los documentos se cumplirá a cabalidad. “Es allí también en donde requerimos de mucha ayuda externa porque a decir verdad no veo la musculatura financiera del país para financiar todos estos cambios”.