Adiós al maestro Negret

Tras cumplir 92 años, el artista colombiano Edgar Negret, a quien lo aquejaba un cáncer de vejiga, falleció la noche anterior en su residencia del norte de Bogotá. Tras de sí queda un legado inmenso que transformó la escultura colombiana. Paz en su tumba.

Las esculturas de Edgar Negret, adornan los espacios públicos de grandes ciudades colombianas como Bogotá y Medellín, y no es para menos, pues Negret es uno de los grandes maestros en la historia de las artes plásticas colombianas del siglo XX.

Su obra se ha caracterizado por el uso del aluminio como materia prima, y aunque en los inicios de su carrera exploró con materiales más convencionales como el yeso, la cerámica y el acero, fueron precisamente sus láminas de aluminio, unidas magistralmente con tuercas y tornillos, con las Negret crearía sus monumentales esculturas, abstractas y geométricas, que lo convertirían en uno de los escultores más importantes de América Latina.

Según Pedro Rodolfo Díaz, abogado y colaborador de Negret, el artista padecía un cáncer de vejiga, que ya se había extendido y empezaba a hacer metástasis, lo que ocasionó el deceso a las 11:40 de la noche del jueves, justamente el mismo día que Negret cumplía 92 años.

El 11 de octubre de 1920 la ciudad de Popayán vería nacer a una de las mentes más prodigiosas de las artes plásticas. Hijo del general Rafael Negret Vivas y de María Dueñas, Edgar ingresó a la Escuela de Bellas Artes de Cali y con tan solo 26 años de edad inauguró su primera exposición individual, a la que le continuarían un sin número más, las cuales llevarían sus obras a recorrer los cuatro puntos cardinales del planeta, ciudades como New York, París, Madrid, Caracas, Rio de Janeiro, Edimburgo, Londres, Tokio, Séul y Bruselas se dejaron seducir por aquellos aluminios, retorcidos, reclinados, geométricos y llenos de rigor compositivo.

Su enorme conocimiento de las tendencias plásticas del siglo XX combinadas con su curiosidad, originalidad y fuerza expresiva, lo convirtieron en el escultor más destacado de la escultura moderna colombiana.

Sin embargo, con los años, tras una fructífera carrera y el reconocimiento mundial, fueron llegando los malestares propios de la edad, al maestro lo aquejaba un Alzhaimer, que poco a poco fue quitándole los recuerdos y la capacidad de dominar el metal, la materia prima de sus obras.

Finalmente, un cáncer en la vejiga cobraría la vida de este emblemático personaje, la noche del pasado jueves, Negret cerraría los ojos para no volverlos abrir. Sin embargo, basta solamente con caminar por la Av Jiménez con Carrera 11, lugar donde reposa la Mariposa, para darse cuenta que la obra del maestro es inmune a los años y ante todo, es inmune a la muerte.