Las luchas indígenas en el norte del departamento del Cauca han sido un leitmotiv en la configuración territorial de esta región. En la últimas semanas se han venido presentado varias acciones que los indígenas Nasa han definido como “liberación de la madre tierra”. Las acciones sobre los predios continuarán indefinidamente. Confidencial Colombia habló con el capitán del cabildo indígena de Corinto.
Cerca de tres meses han durado las ocupaciones de predios en el norte del Cauca. Estas acciones de las comunidades indígenas Nasa, que reclaman territorios ancestrales, han estado signadas por los choques con la fuerza pública. Cerca de 88 heridos del Esmad y cerca de 80 indígenas afectados por las confrontaciones han sido el saldo de una situación que aún no logra tener toda la atención del Gobierno Nacional para encontrar una salida negociada a este conflicto.
El capitán del Resguardo Indígena de Corinto, Cauca, Carlos Andrés Calix, habló con Confidencial Colombia sobre la situación que se vive en el norte del Cauca.
Confidencial Colombia ¿Por qué se han dado las movilizaciones indígenas que han mantenido en jaque al norte del Cauca?
Carlos Andrés Calix El día 16 de diciembre por orientación de los Mayores se decidió que deberíamos empezar a liberar la madre tierra. Por eso, la comunidad corinteña que se identifica como Nasas estamos movilizados en unos predios que son del señor Ardila Lulle. Estos territorios son ancestrales para nuestras comunidades. Son los territorios en donde vivieron nuestros antepasados.
C.C. ¿Qué consecuencias ha generado esa ocupación de predios?
C.A.C. La acciones de las comunidades Nasa han generado unos choques con la fuerza pública por la no aceptación de que esos predios en los que estamos concentrados, nos sean entregados para adelantar unos proyectos productivos y empezar a generar alimentos para la misma comunidad y para la gente que vive en los centros poblados a esa localidad.
C.C. ¿En medio de esos choques con la fuerza pública ha habido incendios de los cultivos de caña, qué tanta responsabilidad tienen ustedes en esa situación?
C.A.C. Los choques con el Esmad duraron semana y media, durante ese tiempo se nos ha tratado de señalar como los causantes de los incendios de los cañales. La verdad es que eso sucede porque el Esmad lanza unos gases lacrimógenos contenidos en unas latas que se calientan y al estas caer sobre las hojas de caña seca, sumado al calor del ambiente, se genera un incendio.
También me gustaría aclarar algo sobre esa caña. Esos cultivos estaban destinados a biocombustibles. El 30% dela caña sembrada es para azúcar el 70 restante es para alcohol carburante.
Después de los incendios, los trabajadores del ingenio han recogido la caña que queda y nosotros hemos tomado la decisión de empezar a sembrar comida. Llevamos dos días de trabajo en donde se han sembrado dos hectáreas de maíz y frijol, que es lo que más rápido crece. La idea es seguir cultivando y generando más comida para las comunidades y las poblaciones cercanas. Ahora es que comienza la resistencia.
C.C. ¿Ha habido alguna afectación sobre esos cultivos sembrados?
C.A.C. A inicios del mes de febrero se sembró una hectárea de frijol ya estaba a una altura determinada. El ingenio Incauca hizo una fumigación para el control de malezas en las que el frijol salió afectado. Se perdió una hectárea de frijol que hubiera representado una buena entrada para las comunidades.
C.C. ¿Continúan los choques con el Esmad?
C.A.C. No ha habido confrontaciones desde el sábado de la semana pasada. Tenemos conocimiento de que las fuerzas del Esmad han manifestado que no quieren más choques con nosotros. Existen versiones que nos indican que la fuerza pública ya está cansada de chocar con nosotros y así lo han expresado en varios momentos en que se calman los enfrentamientos. Sin embargo, se puede venir una nueva represión estatal por indicaciones de Ardila Lulle que nos quiere fuera de esas tierras que por tradición son nuestras.
C.C. ¿Cuál es el objetivo final de las acciones adelantadas por ustedes?
C.A.C. El objetivo final de la comunidad es liberar la madre tierra y se ha decidido que nos vamos a estar el tiempo necesario para conseguir este objetivo, para lograr que las tierras pasen a nombre de los cabildos y poder trabajar con mayor tranquilidad.
El costo hasta ahora,, sin hablar de las masacres previas como la de Gualanday, ha sido cerca de 80 personas afectadas, en Corinto, algunas de gravedad, otras leves. A pesar de eso, ahí estamos fuertes y y convencidos de lo que se hace.
C.C. ¿Qué de cierto hay en lo dicho por la senadora Paloma Valencia sobre la infiltración de miembros de las Farc en las concentraciones indígenas y qué opinión le merece la propuesta de esta congresista de segregar el Cauca?
C.A.C. Nosotros somos claros en el sentido de que hacemos un control estricto al interior de nuestra misma gente para evitar infiltraciones de las Farc. La misma comunidad hace esos controles de la mano de la Guardia Indígena. Por eso es falso decir que tenemos nexos con las Farc.
Sobre Paloma Valencia no nos vamos a pronunciar porque son comentarios no apropiados para la paz que quiere Colombia. Ese tipo de declaraciones genera inconformismos al interior del movimiento indígena y de la sociedad colombiana.