Alergias navideñas

Los humos, ciertos alimentos y los arbolitos de Navidad pueden ocasionar estornudos, sarpullidos e inflamación en las personas sensibles. Sepa cómo mantener las reacciones alérgicas a raya, para poder disfrutar las fiestas sin contratiempos.

Los menús variados y las comidas copiosas, grandes protagonistas de las fiestas de diciembre y enero, no son las únicas tradiciones navideñas que pueden dar un disgusto a las personas alérgicas; algunos elementos decorativos habituales en estas fechas también podrían desencadenar una reacción más o menos severa de su organismo.

La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) indica que los principales alimentos responsables de reacciones alérgicas son: mariscos, frutos secos y frutas.

“La alergia a alimentos es una de las principales causas de asistencia en los servicios de urgencia en Navidad”, según el médico alergólogo Tomás Chivato.

El ex presidente de la SEAIC recomienda tener especial cuidado con los alimentos mencionados a los que agrega la leche y los huevos, y también recomienda leer atentamente las etiquetas de los dulces navideños, como el turrón o el mazapán, antes de ingerirlos, puesto que pueden llevar estos ingredientes enmascarados entre sus componentes.

“En muchos productos se pueden encontrar alérgenos bajo denominaciones como lactosa, suero lácteo, caseína o caseinatos, y encontramos leche en alimentos tan diversos como embutidos, pan de molde, cereales o galletas”, según este especialista.

Normalmente las reacciones alérgicas por alimentos aparecen de forma más rápida que las intoxicaciones y dependen de la dosis de alimento ingerida. Según Chivato, “las urticarias, aunque suelen ser de rápida aparición, pueden tardar en presentarse hasta dos horas, mientras que la anafilaxia se desencadena en los primeros treinta minutos”.

Los personas alérgicas han de llevar además un “kit” de medicación adicional como antihistamínicos, broncodilatadores e, incluso, corticoides. Y aquellas diagnosticadas de anafilaxia, la reacción alérgica más severa que requiere de inmediato una inyección intramuscular de adrenalina, deben llevar siempre varios inyectables de esta sustancia, según Chivato.

Como en algunas regiones del planeta, las fiestas navideñas se desarrollan en una época fría del año, algunas patologías respiratorias de origen alérgico pueden verse agravadas por los procesos virales propios del invierno.

En los niños alérgicos, que permanecen en casa más tiempo a causa de las vacaciones escolares y por el frío, puede acrecentarse la sintomatología de la rinitis o el asma por la presencia de ácaros, hongos y epitelios de animales domésticos.

“También, las reuniones familiares o fiestas en lugares cerrados donde habitualmente se fuma empeoran a los pacientes asmáticos”, indica el doctor Chivato.

Cuando se conoce el alimento responsable de la reacción, la mejor terapia consiste en eliminarlo de la dieta y cuando la reacción alérgica es aguda, el paciente debe acudir al centro médico más próximo para que se le administre el tratamiento más adecuado, recomiendan desde la SEAIC.

ATENCIÓN A ALÉRGENOS ENCUBIERTOS.

“Si la alergia es por metales o cosméticos, lo habitual es que se trate de una dermatitis de fácil control, si se evita el alérgeno y trata la zona afectada, el proceso durará sólo unos dos o tres días. Si el paciente presenta un cuadro de urticaria agudo se debe acudir a un Servicio de Urgencias”, añade el doctor Chivato.

Para evitar contratiempos en estas fiestas tan especiales, la SEAIC aconseja leer detenidamente las etiquetas de los dulces navideños, si se tiene reacción a los frutos secos o las frutas, y al etiquetado de los patés y embutidos, si se es alérgico a la leche.

Además, recomienda evitar los maquillajes brillantes, la purpurina o los tintes con metales, y colocar protectores en los pendientes y una sustancia impermeabilizante, como la laca de uñas transparente, en pulseras, collares o bisutería.

“En caso de reacción alérgica a alimentos, anote detalladamente lo ingerido para explicárselo al alergólogo, si el paciente presenta síntomas graves, acuda rápidamente a los servicios de urgencias, y si su hijo es alérgico al látex, esté atento a los materiales con que están elaborados los juguetes”, aconseja la asociación.

SEAIC también advierte que los cambios de hábitos y horarios en estos días disminuyen la correcta realización de los tratamientos, al favorecer las crisis de alergias respiratorias.

Además, un equipo de expertos del Centro Médico Saint Vincent de Bridgeport, Connecticut (EE.UU.) ha descubierto que la presencia de un árbol navideño vivo aumenta cinco veces el conteo de moho, en comparación con el nivel normal, dos semanas después de traer el árbol, lo cual puede resultar problemático para las personas sensibles a este alérgeno.

De acuerdo al doctor Philip Hemmers, coautor del estudio y alergólogo e inmunólogo del Centro Saint Vincent, “las alergias al moho alcanzan su punto más alto en el otoño, pero observamos un segundo pico en muchos pacientes sensibles al moho durante la temporada de fin de año”, cuyo inicio tradicionalmente lo marca en muchos hogares la colocación del árbol navideño.

Dado que el moho se reproduce liberando esporas en el aire, los investigadores midieron los niveles de esporas después de meter el árbol en casa y de decorarlo. Los conteos se efectuaron doce veces a lo largo de dos semanas entre el 24 de diciembre y el 6 de enero del año siguiente.

ESPORAS EN EL AMBIENTE.

La investigación registró 800 esporas por metro cúbico durante los primeros tres días, lo cual está dentro de los niveles normales, según Hemmers, pero el conteo de esporas aumentó después del cuarto día y alcanzó un máximo de 5.000 esporas por metro cúbico para el día catorce.

“Estos niveles altos se han correlacionado con la rinitis alérgica y un mayor índice de síntomas de asma y de hospitalización por esta enfermedad en otros estudios”, ha señalado Hemmers, quien recomienda a las personas sensibles al moho que sólo dejen el árbol de navidad en la casa entre cuatro y siete días.

Según este alergólogo “un árbol artificial podría ser una mejor opción para quienes tienen este tipo de alergias, aunque también podría dar problemas alérgicos, “sobre todo si está guardado en la buhardilla o el sótano, donde pueden acumular polvo y moho”.

“Además del árbol de navidad, hay otras alergias potenciales en estas fechas, como los adornos navideños y luces contaminadas con polvo o moho, que conviene “guardar en recipientes o bolsas de plástico que puedan limpiarse, porque el cartón también puede tener moho”, ha recomendado el alergólogo pediátrico James Sublett, de la Universidad de Louisville en Kentucky (EE.UU.) al comentar el estudio de Connecticut.

Para atajar los síntomas respiratorios el alergólogo Joseph Leija, del Hospital Conmemorativo Gottlieb de Melrose Park, Illinois (EE.UU.), aconseja deshacerse de las velas aromatizadas y los aceites de olor, y los generadores de fragancias, incluidos los eléctricos, ya que “en lugar de hacer más acogedor el hogar, las aromas empeoran los senos nasales y el sistema respiratorio, por lo que los pacientes alérgicos no pueden respirar”.

En un comunicado de la Universidad de Loyola, el doctor Leija también aconseja alejarse de las flores, porque “la tierra húmeda suscita el desarrollo del moho y, si en casa existe, usted está inhalando las esporas, que pueden estrechar las vías respiratorias y causar erupciones cutáneas”.

Los alergólogos pediátricos señalan que es importante evitar los frutos secos antes de los tres años, porque el mayor consumo de dulces elaborados con estos alimentos hace aumentar el número de reacciones alérgicas entre la población infantil durante las navidades, según la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica (SEICAP).

“Muchos niños alérgicos prueban estos alimentos y debutan en esta época del año con reacciones al probar dulces con frutos secos, que muchas veces se consumen fuera de casa”, señala la doctora Flora Martín-Muñoz, miembro del Comité de Alergia Alimentaria de la SEICAP.

Además de vigilar la composición de los alimentos que se les da a probar a los niños, cuyos ingredientes incluyen potenciales alérgenos, “para hacer más llevadera la época navideña”, la doctora Marisa Ridao, secretaria de SEICAP, aconseja a las madres que preparen recetas alternativas sin frutos secos”, como las que ofrecen en sus páginas web las asociaciones de pacientes.

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