La Policía francesa emitió ayer una notificación a las Fuerzas de Seguridad españolas para que extremen la vigilancia sobre un joven que huyó de los atentados. Se presume, fue quien diseñó los chalecos explosivos de París. Lo califican de ‘peligroso’
Los servicios antiterroristas españoles recibieron ayer miércoles la identidad y la fotografía de un presunto terrorista relacionado con los ataques de París. Se trata de Mohamed Khoualed, nacido en Francia en 1996. La Policía gala le sitúa como un experto en explosivos y un individuo “peligroso”. Al parecer tiene una cicatriz en la parte derecha de la cara.
Aunque aún hay mucha confusión sobre los atentados de París, los servicios antiterroristas le relacionan con Salah Abdeslam, el presunto jefe de las tres células terroristas que actuaron el viernes pasado en la capital francesa. Un hermano de Saleh era también uno de terroristas suicida.
Según apuntan fuentes de la Fuerzas de Seguridad españolas, a Khoualed se le relaciona con la fabricación de los chalecos explosivos que llevaban muchos de los terroristas. De hecho, todos llevaban el mismo tipo de dispositivo explosivo.
Su detención es una prioridad para Francia, según han explicado fuentes antiterroristas a El Confidencial. De hecho, que todavía esté libre fue uno de los motivos que obligó a suspender dos partidos de fútbol: el Bélgica-España en Bruselas y el Alemania-Holanda en la ciudad de Hannover.
Khoualed es originario de Roubaix, ciudad de norte de Francia muy cerca de la frontera belga, por lo que no se descarta que haya podido huir a Bélgica junto a Saleh Abdeslam. No obstante, la Policía gala ha emitido una nota a la Policía española para que extreme la precaución por el paso fronterizo de La Junquera-Le Perthus puesto que no se descarta que hubiera decidido huir a España o a cualquier otro país con frontera terrestre con Francia.
Khoualed es nacido en Francia, de padres magrebíes, y tiene la nacionalidad francesa. El próximo mes de enero cumplirá 20 años y comparte con varios de los terroristas del pasado viernes en París su extrema juventud, lo que facilita la radicalización y el fanatismo.