La líder feminista del partido de las FARC Victoria Sandino Simanca Herrera señala que no hay recursos ni garantías de seguridad para las aspirantes del partido en las elecciones locales.
A las 12.30 del día, Victoria Sandino nos atiende en su oficina, que ocupa desde hace un año y tres meses, el pasado 20 de julio de 2018, fecha en la que el partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común arribó al Congreso de la República, Victoria saluda con efusividad a cada uno de los miembros de su equipo de trabajo, conformado por 7 mujeres y dos hombres, pese a haber estado los últimos 26 años de su vida lejos de su natal Tierralta, Córdoba, Victoria aún conserva intacto su acento costeño. Fiel a su premisa de trabajar por la igualdad de género, en la puerta de su despacho cuelga un cartel en inglés, que se traduce “Unidos contra la violencia hacia la mujer”.
Han pasado 6 años desde que Victoria Sandino se integró en La Habana al equipo negociador de las FARC, allí juntó a otras mujeres farianas logró que finalmente se incorporara la perspectiva de género en El Acuerdo de Paz. Hoy de cara a las elecciones, habla con Confidencial Colombia frente a los retos que enfrentan las mujeres que se acogieron al proceso de paz y que participan en política en el proceso electoral 2019.
Bibiana Bello. ¿Cómo va el proceso de reincorporación, especialmente de las mujeres que se quedaron en las Zonas Veredales Transitorias de Normalización?
Victoria Sandino. En materia de reincorporación de las mujeres farianas, se ha venido un proceso bien interesante, muchas mujeres tuvieron bebes y muchas de ellas se quedaron en los espacios, en las Zonas Veredales, ya tienen hasta más de uno. Desde enero del 2017, dos meses después de haberse firmado El Acuerdo de Paz, nosotros iniciamos una Escuela Nacional de Mujer, Género y Diversidad, hemos hecho una serie de encuentros territoriales que posibilitaron la creación de una estrategia integral de reincorporación de las mujeres farianas, que establece cinco líneas de acción en materia de reincorporación: política, económica, social, seguridad y prevención de violencia.
B.B. ¿Hay una participación activa de las mujeres en los proyectos de implementación del Acuerdo de Paz?
V.S. Realmente nosotros no hemos recibido un apoyo del gobierno frente al compromiso que tiene el Estado de cara a la reincorporación, todo ha sido desde la cooperación. En reincorporación política. se creó una escuela que se hizo en el Cauca y en Antioquia, de formación política, de conocimiento de los derechos ciudadanos de las mujeres, se han hecho algunos experimentos desde la cooperación, contamos con cinco proyectos, uno de gallinas, otro llamado “Muñecas de Paz”, compañeras que están haciendo muñecas como un ejercicio de memoria, con los pedazos de los uniformes que se desecharon, las mujeres los cortan y hacen muñecas, guerrilleritas de trapo, que busca recuperar la memoria de lo que fue en la práctica el papel de las mujeres en la insurgencia, otro proyecto en marcha es la elaboración de artesanías y mochilas, son proyectos pequeños, el único que supera los mil millones es uno de reincorporación económica que avanza en Dabeiba y Mutatá, una procesadora de frutas. Con la cooperación de Suecia, hemos capacitado con diplomados a las mujeres en materia de prevención de violencia intrafamiliar, avanzamos en esta segunda fase que implica la contratación de mujeres exguerrilleras para la promoción de prevención de violencia. Las chicas están en las cooperativas, pero no muchas ocupan cargos de responsabilidad, no son gerentes ni representantes legales, son las tesoreras, fiscales, pocas realmente están gerenciando proyectos, pero hay que decir que nuestra apuesta es por la autonomía de las mujeres.
B.B. ¿Cuántas mujeres en representación del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común participaran en las elecciones locales?
V.S. Nunca pensamos que nuestras mujeres fueran a participar en las elecciones, estamos hablando del 40 por ciento de candidatas, pero no todas son cabezas de listas, sin embargo hay candidaturas fuertes en Montañita, Risaralda, Tierra Grata y Medellín. En total tenemos 334 candidatos inscritos a nivel nacional, de los cuales 119 son mujeres que aspiran llegar a la Asamblea Departamental, Alcaldía, Consejo y JAL (Juntas Adminitradoras Locales).
B.B. ¿Cuál es su balance pre-electoral en las zonas donde adelantan campaña los candidatos del partido FARC?
V.S. El primer obstáculo es la falta de recursos, no hay plata, el partido no tiene dinero, nadie pone recursos, en esa medida es muy complejo, segundo en el tema formación, nuestras mujeres duraron muchos años en la guerra, ellas no conocían el Estado, ni el funcionamiento del mismo, hoy en día entrar en este mundo de campañas es muy complejo y lo más grave en materia de seguridad, a algunas compañeras las han agredido verbalmente por ser mujeres, las han atacado mediante comunicados por ser mujeres formadas por la Comisión de Género y las relacionan conmigo, que soy la proxeneta, yo tengo una estigmatización muy fuerte que me ha adelantado el Partido Centro Democrático, una campaña de desprestigio y estigmatización alentado por el grupo de la Corporación Rosa Blanca en contra de mí y en contra de las mujeres en el territorio. Esos han sido lo mayores obstáculos que han encontrado las mujeres ahora candidatas.
B.B. ¿Frente a las disidencias de las mujeres, qué porcentaje ha abandonado el proceso?
V.S. Primero no han sido tantas las que se han ido, algunas han sido las parejas de los hombres que han abandonado las Zonas Veredales, no hay una cuestión significativa de compañeras que digan yo me devuelvo, las mujeres están más comprometidas con la paz y con el tema de sacar adelante este proceso, que de pronto pensando en que si no nos cumplen nos vamos.
B.B. El 31 de Mayo usted escribió en su cuenta de Twitter, permítame leer:
“Tal como hemos creído en la inocencia de Jesús Santrich, creemos en su palabra sabemos que está comprometido con la paz y va a responder los requerimientos que se tenga”. ¿Se sintió traicionada con lo que pasó el 29 de agosto, la reaparición de Santrich y el llamado a nueva guerra?.
V.S. Yo no me siento traicionada como tal, pero obviamente si hay frustraciones, decepciones, la crisis no fue porque Santrich tomo la decisión, por el contrario yo no lo justifico, no comparto su decisión, pero definitivamente este es el producto y el resultado de un entrampamiento en este caso, entre el fiscal, los Estados Unidos y la DEA, no es un caso solo contra Santrich, es contra el partido, ahora lo pretenden montar contra los demás, quieren arrinconarnos, mire lo que salen diciendo desde el Gobierno contra Rodrigo Granda, pretenden decir que tenemos dos caras una en la insurgencia y otra aquí en el Congreso y eso es totalmente falso. El partido le aposto a la paz, mi crítica y observación a ellos es, Iván Márquez, fue el Jefe de la Delegación de Paz de las FARC, fue él quien nos trajo aquí, él fue quien estuvo construyendo este Acuerdo, yo ofrecí mi solidaridad con Santrich, pero me parece que ellos hicieron un acto de inmadurez política absoluta.
B.B. ¿Usted sentía que podría resurgir la lucha armada, es decir qué algunos líderes notables como Iván Márquez y Jesús Santrich podrían retornar a las armas?
V.S. Lo hablamos en La Habana, si no nos cumple el Estado ¿qué va a pasar? y decidimos que la apuesta era por disputarnos en el escenario político. El cumplimiento del Acuerdo de Paz no era solo de las FARC, era una responsabilidad también del Estado y del movimiento social colombiano que debía exigir el cumplimiento de lo pactado, yo no pensé nunca que se fueran, cuando Santrich salió de la cárcel yo pensé que Iván Márquez iba a volver a la acción política, comprometido con El Acuerdo de Paz, por eso no pensé que ocurriera, yo tenía la esperanza de que Iván viniera al acto de posesión del 20 de Julio, pero no apareció, a los dos días ya se había perdido, él nunca volvió a responder, no tenía interlocución con la dirección.
B.B. ¿Usted jamás regresaría a las armas, pese a los incumplimientos y los reveses que en un futuro pueda tener El Acuerdo de Paz?
V.S. Jamás regresaría a las armas, yo no, y aspiro a que nuestra gente no lo haga tampoco, ni hombres, ni mujeres, este país no aguanta más guerra, insisto; Colombia físicamente no aguanta más guerras, además nosotros con 53 años de lucha armada no estábamos cansados, pero queríamos terminar con todo esto y yo no retrocedo, aquí hay que seguir peleando, apostándole y jugándola toda porque este acuerdo se cumpla, se implemente y construir otros escenarios en el país donde sea posible vivir dignamente. La guerra no es la salida, por mucho que yo quiera pensar ¡Ay si este maldito gobierno nos incumplió, entonces nos toca defendernos, no! Aquí toca hacer un proceso para que la gente a través de la acción, sea la que se apropie del El Acuerdo Paz y lo haga cumplir.