Alimentación descontrolada: los síndromes más extraños

Bulimarexia, adelgazamiento masoquista, trastorno del comedor nocturno, anorexia deportiva, atracones de alcohol, adicción a la comida. Los desórdenes relacionados con la alimentación compulsiva son cada vez numerosos y desconcertantes.

Hasta hace unos años los trastornos de la alimentación descritos se circunscribían a ingerir demasiada comida o a comer de forma insuficiente, pero ahora la variedad de problemas relacionados con la dieta que tratan los profesionales de la salud y se van incorporando a los manuales médicos, se han multiplicado.

Desde el Instituto de Obesidad (IOB) alertan sobre los riesgos de la ‘drunkorexia’, un nuevo trastorno alimenticio que mezcla la anorexia y el abuso de alcohol, y que consiste en remplazar las calorías de la comida por las que aportan las bebidas.

Los especialistas del IOB explican que la ‘drunkorexia’ se está extendiendo entre los jóvenes, que deciden no ingerir alimentos para poder beber alcohol creyendo que así no aumentarán de peso. El nombre de este desorden viene determinado por el término inglés “drunk” (estar bebido) y por el sufijo “orexia” (apetito), añaden.

Quienes practican la ‘drunkorexia’ creen que las calorías que no ingieren al dejar de comer durante horas sirve para compensar las calorías ingeridas a través de las bebidas alcohólicas, según el IOB.

“Otro trastorno relacionado con la bebida, es el ‘binge drinking ‘o atracón de alcohol, que ocurre cuando un varón consume más de seis copas o una mujer más de cuatro, en menos de tres horas, para ponerse a tono”, según el doctor Francisco Camarelles, de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc).

ALCOHOL Y DIABETES.

Un equipo de especialistas de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai (Nueva York, EE.UU.) ha simulado el ‘binge drinking’ en ratones de laboratorio para estudiar su efecto en el organismo, hallando que los individuos con una historia de atracones de alcohol tienen un mayor riesgo de desarrollar el síndrome metabólico y diabetes tipo 2.

Según la doctora Claudia Lindtner , directora de este estudio, “el ‘binge drinking’ induce al cuerpo a desarrollar resistencia a la insulina, que ocurre cuando las células no reaccionan normalmente al efecto de la hormona insulina, provocando que el nivel de azúcar en la sangre suba de forma descontrolada”.

Según informa la cadena BBC británica, entre los cambios más importantes que presenta la quinta edición del Manual de Diagnósticos y Estadísticas de Enfermedades Mentales (DSM-5) que se publica en 2013, está el que, por primera vez, los psiquiatras acreditan la adicción a la comida como una enfermedad mental real.

Así, la compulsión por comer será oficialmente reconocida en la denominada “biblia de los psiquiatras”, que edita la Asociación Psiquiátrica Estadounidense (APA) y es uno de los manuales de referencia más influyentes en el mundo para diagnosticar las enfermedades de la psique.

También el Instituto Tomás Pascual Sanz (ITPS) y la Fundación Instituto de Trastornos Alimentarios (FITA) en España, han publicado un manual sobre los trastornos de la conducta alimentaria (TCAs).

Para estos expertos los denominados TCAs incluyen, no sólo los conocidos bulimia y anorexia, sino un abanico de enfermedades muy complejas con riesgo de cronificación, que afectan a la calidad de vida de quienes las sufren y a las personas de su entorno.

“Estas conductas son cada vez más frecuentes. Nuestro ritmo de vida actual, reñido con buenas pautas alimentarias, y los modelos estéticos, nos precipitan a una situación cada vez más grave y difícil”, según Antonio Villarino Ruiz, catedrático de Bioquímica de la Universidad Complutense de Madrid, que en uno de los capítulos del libro repasa una serie de TCAs emergentes.

Según este experto, estos desórdenes, a veces originados en el culto a la perfección del cuerpo y la búsqueda de la salud total, “suelen estar “subdiagnosticados”, pasar inadvertidos para el individuo y quedar sin identificar por parte de la sociedad, pero siempre conllevan un desequilibrio psicológico en el afectado”.

Estos son algunos de los trastornos de la conducta alimentaria más desconcertantes y menos conocidos:.

VIGOREXIA.

Es la obsesión por el ejercicio para aumentar la musculatura con la ayuda de dietas restrictivas y suplementos proteicos y anabolizantes. Quienes padecen este desorden perciben sus características físicas de forma distorsionada.

SEUDOREXIA.

Consiste en un deseo irresistible de comer o lamer sustancias no nutritivas como tierra, tiza, yeso, bicarbonato, algodón, pegamento, moho o ceniza de cigarrillo. El nombre del trastorno puede variar según el tipo de sustancia que se ingiera.

SADOREXIA O “DIETA DEL DOLOR”.

Este síndrome procede de la anorexia, la bulimia y la ortorexia (obsesión patológica por la comida biológicamente pura) y se combina con el maltrato corporal y el empleo de métodos de adelgazamiento masoquistas.

PERMAREXIA.

Quien la sufre piensa que todo lo que come engorda y eso le lleva a probar diferentes regímenes, muchos de ellos poco saludables, como las “dietas milagro”. Hay expertos que consideran que es el paso previo a la anorexia o a la bulimia.

BULIMAREXIA.

Es un proceso que alterna situaciones de hiperactividad y negaciones a comer, típicas de la anorexia, con los atracones y la purgas características de la bulimia.

SÍNDROME DEL COMEDOR NOCTURNO.

Este síndrome consiste en ingerir de noche más del 25 por ciento de las calorías que hay que tomar a diario, e incluye la anorexia matutina (poca o nula ingesta de alimentos en el desayuno) y la hiperfagia (comer en exceso) vespertina.

SÍNDROME DEL DESCONTROL ALIMENTARIO.

Es una forma incompleta de bulimia, y quien lo padece incurre en atracones de comida, pero sin tener conductas compensatorias o purgativas, y con una menor alteración perceptiva del propio cuerpo.

MANOREXIA.

Es la anorexia referida a los hombres que tienen pánico a engordar y se ven gordos, los cuales suelen hacer deporte exagerado y restringir la dieta. Suelen ser sujetos de este desorden los bailarines, modelos o presentadores de televisión.

PREGOREXIA.

Aparece en las mujeres embarazadas a quienes horroriza engordar y, por ello, hacen dietas y a veces inducen su propio vómito, lo cual es muy peligroso para la madre y su hijo.

Además, según el doctor Villarino, existen otros trastornos no especificados, como la masticación de una gran cantidad de comida que luego se escupe para así no engordar.

Por su parte, otros expertos también refieren casos de la denominada “ANOREXIA DEPORTIVA”, que sufren aquellas personas que hacen mucho más ejercicio físico del que sería recomendable para mantener una buena salud, y que intentan eliminar todas las calorías posibles ejercitándose incansablemente en un gimnasio.

Eugenio Frater.

E F E -REPORTAJES.