Con contadas excepciones como el laborioso Chile, América Latina se prepara para vivir a pleno el Carnaval, una fiesta que en ciudades como Río de Janeiro, Salvador, Oruro, Barranquilla, Montevideo y Gualeguaychú alcanza su máxima expresión.
Bailarinas con mucho ritmo y poca ropa, diablos danzantes, comparsas, murgas, bandas, máscaras y disfraces, carrozas, reyes y reinas, juegos con agua y espuma y enmascarados que golpean a la gente con vejigas de animales tienen cabida en las variadas formas de celebrar la fiesta más informal y permisiva del calendario.
En algunos países de la región ya ha comenzado el jolgorio, pero en la mayoría arrancará el próximo fin de semana y se prolongará hasta el martes 12 de febrero o incluso hasta mediodía del día siguiente, miércoles de ceniza, como es el caso de Brasil, el país con uno de los carnavales más famosos del mundo.
Desde el pasado fin de semana se celebran en Río de Janeiro los desfiles de los “blocos”, las comparsas populares que llenan las calles de música, baile y coloridos atuendos ante un público que no se queda atrás en cuanto a disfraces y alegría.
El plato fuerte del Carnaval carioca, los desfiles de las escuelas de samba, con sus vistosas coreografías y atuendos y sus famosas bailarinas, llegará este fin de semana y convertirá a la “Cidade Maravilhosa” en un hervidero.
Los hoteleros de Río prevén una ocupación del 98 % de las habitaciones, más que en 2012, cuando fue del 95 %.
El año pasado Río recibió 1,14 millones de visitantes en el Carnaval, de los cuales un 32 % eran extranjeros y solo un 21 % se alojó en hoteles.
En Salvador, la capital del estado de Bahía, la principal atracción son los tríos eléctricos, camiones equipados con plataformas para las orquestas y con poderosos amplificadores de sonido que recorren la ciudad.
El ritmo de los carnavales de Río de Janeiro, Sao Paulo, Salvador, Olinda, Recife y otras ciudades brasileñas contrasta con la práctica paralización de las empresas y oficinas públicas del país desde el viernes hasta el miércoles a mediodía, pese a que oficialmente solo es festivo el martes.
Hasta la Bolsa de Sao Paulo no operará ni lunes ni martes.
Los uruguayos, que presumen de tener el Carnaval más largo del mundo, que este año comenzó el 24 de enero y concluirá a comienzos de marzo, también tendrán vacaciones de sábado a martes, al igual que argentinos, bolivianos, venezolanos y ecuatorianos.
En Montevideo, capital iberoamericana de la cultura en 2013, todas las noches de Carnaval hay presentaciones de los conjuntos de murgas, parodistas, humoristas, revistas y otras agrupaciones que participan del Concurso Oficial y actuaciones en los tablados barriales.
El Carnaval más afamado de Bolivia es el de Oruro por sus tradicionales danzas, como La Diablada, La Morenada y Los Caporales, por las que la Unesco le concedió en 2001 el título de Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.
Pero toda Bolivia y no solo Oruro, donde miles de personas se concentrarán este sábado con motivo del desfile principal, se rinde a la fiesta del Rey Momo.
La colombiana Barranquilla coronará mañana a la reina de su Carnaval 2013, Daniela Cepeda Tarud, quien está dispuesta a demostrarle al “mundo entero” durante estas fiestas que en su ciudad “se vive, se goza, hay cultura y hay tradición”.
La “batalla de las flores” es uno de los momentos más esperados del Carnaval barranquillero, también reconocido por la Unesco, que se caracteriza por una alta participación popular y por la calidad de sus máscaras hechas en papel mache por artesanos locales.
Por el contrario, en Cuba y en los países de Centroamérica, salvo en Panamá, no hay grandes fiestas populares por estas fechas, como tampoco las hay en Chile.
Una de las características del Carnaval panameño son los “culecos”, como se denomina a los juegos con agua, y la exhibición de las “polleras”, el llamativo traje nacional femenino del país.
El carnaval no tiene especial arraigo en Puerto Rico, salvo en Ponce, que tiene como figuras principales a los Vejigantes, unos enmascarados que aporrean a la multitud con vejigas de animales y asustan a todos con sus estruendosos gritos.
En Argentina, el Gobierno acaba de lanzar el “Carnaval Federal de la Alegría 2013”, un fiesta popular que se desarrollará en todo el país del 9 al 13 de febrero.
Según el Ministerio de Turismo, el pasado año más de 2,5 millones de personas participaron en las celebraciones del carnaval en todo el país, de las cuales la más famosa es la de Gualeguaychú, que tiene un estilo marcadamente brasileño.
Esa localidad de la provincia de Entre Ríos cuenta con un “corsódromo” de 500 metros de largo y con capacidad para 32.000 espectadores, para los desfiles de carnaval.
En Venezuela, la mayoría de los casi 30 millones de habitantes del país aprovecha los feriados de carnaval para viajar y este año se espera que lo hagan unos 19 millones de personas.
El carnaval más popular en la República Dominicana es el de la provincia de La Vega, donde, según algunos historiadores, estos festejos se remontan a 1510 y hay personajes como los “diablos cojuelos”, con sus temibles “vejigazos” o el “roba la gallina”, con su abultado trasero.
La ciudad de Encarnación, a 370 kilómetros al sureste de Asunción, acoge cada año los festejos más importantes del Carnaval en Paraguay.
El más famoso carnaval mexicano es el de Veracruz, que recibe a más de un millón de personas, deseosas de asistir a los concursos de carrozas y comparsas.
Los juegos con agua también son una tradición carnavalera en Perú, donde la principal fiesta de carnestolendas se celebra en Cajamarca con bandas musicales, disfraces y un corso de carros alegóricos donde se presenta al rey del carnaval, llamado allí Ño Carnavalón.
Ambato, con la llamada fiesta de las flores y las frutas, que incluye desfiles y corridas de toros, y Guaranda, donde también hay desfiles y juegos con espuma de carnaval, son las joyas del Carnaval ecuatoriano.
Con EFE