Apriete mijo

Costumbre muy colombiana ha sido celebrar los triunfos antes de tiempo, tal vez, traicionados por la ilusión de una nueva gesta entre las escasas que hemos tenido en nuestra historia futbolística, nos dejamos llevar por la emoción y vamos por ahí con la camiseta del país puesta, pronosticando medallas de oro sin tenerlas colgadas en el pecho. Para pronósticos errados están Max Enríquez y Pelé. No nos sigamos equivocando, no cometamos el mismo error dos veces.  

Estamos a cinco días de participar en un nuevo mundial de fútbol, asunto que es motivo de alegría e ilusión para la vasta afición futbolera que existe en el país. Aunque los debe haber, no conozco a un solo  colombiano que quiera que a los dirigidos por Pékerman les vaya mal, pero, aunque suene duro, cabe recordar que no le hemos ganado a nadie. Y claro, cuando se menciona esto, salen varios a restregar el título de la Copa América de 2001; a esos, los invito a por lo menos revisar las nóminas y el listado de equipos que participaron. Al final del ejercicio, la conclusión es la misma: NO LE HEMOS GANADO A NADIE.

Pasamos por un buen momento, es claro, tenemos excelentes jugadores y un técnico que nos devolvió la confianza, pero eso no quiere decir que en Brasil 2014 vayamos a llegar lejos. No somos España, Alemania, Brasil, Argentina o Inglaterra; y si hacemos cuentas más exactas, dentro de las 32 selecciones clasificadas hay por lo menos 12 con más historia, reconocimiento y fútbol que nosotros.

Desde el día del sorteo la mayoría celebra porque jugaremos la primera ronda con Grecia, Costa de Marfil y Japón. En ese caso, que alguien por favor me explique por qué tanta alegría, ¿Acaso Colombia es mejor que esas tres selecciones?, ¿Porque tenemos a Falcao?, ya no lo tenemos. ¿Y entonces?.

En el recuerdo quedó la mala experiencia de USA 94, ya pasaron 20 años y creo que es poco lo que hemos cambiado y aprendido. Para aquella época se hablaba y se imaginaba una final con un pibe Valderrama burlando a Dunga para meterle el pase definitivo a Asprilla quien vencería a Taffarel en una de sus acostumbradas definiciones; se hablaba de un gran mundial con título a bordo y con contratos millonarios para todos los jugadores de La Selección…al final fuimos los primeros eliminados de ese certamen, el desempeño como equipo dejó mucho que desear, desde Colombia llegaron amenazas para el cuerpo técnico que tuvo que relegar de la formación titular a barrabás Gómez, Asprilla no marcó gol y de vuelta a casa, Andrés Escobar fue asesinado por el autogol que marcó. Todo mal. El triunfalismo nos mandó de cara contra el pavimento.  

Ojo, no es malo creerse el cuento, lo malo es como hizo el patinador Alex Cujavante, levantar los brazos antes de tiempo para después tener que andar como el perro arrepentido. Soy de los que creen que Colombia podrá superar la primera ronda sin problemas y aunque eso no es un gran logro ya supone regresar a casa con algo bueno que contar. No es conformismo, simplemente es reconocimiento propio y el reconocimiento a selecciones como España, Alemania, Italia y Argentina que notoriamente están por encima de nosotros en jugadores, calidad, fútbol y sobre todo mentalmente. Por ahora, apriete…y después celebra mijo!!!