Tras el fallecimiento de 1.300 personas en Damasco bajo un presunto ataque con armas químicas perpetrado por fuerzas militares del mandatario sirio Bashaad al Assad, el secretario general de la ONU Ban ki-Moon, declaró que si Naciones Unidas confirma los hechos constituiría un crimen de lesa humanidad.
“Todo uso de armas químicas, sean cuales sean las circunstancias, violaría el derecho internacional. Un crimen así contra la humanidad debería tener graves consecuencias para quien los perpetre”, afirmó Ki-Moon desde una reunión de emergencia en Seúl.
De igual manera, el secretario señaló que los sucesos son “alarmantes y chocantes, debido a que el suceso ocurrió cuando la misión de expertos de la ONU se encontraba en el país”.
Un equipo de investigación convocado por Ki-Moon ya se encuentra en el Ghuta oriental y en Muadamiyat Al Sham, lugar de los hechos, para esclarecer lo sucedido en conjunto con las autoridades del país.
Ante el ataque a la población de Damasco, la comunidad internacional se ha demostrado en total desacuerdo. El presidente de EE.UU, Barack Obama explicó en medios internacionales que “se va a exigir la atención de Estados Unidos para confirmar si se usaron armas químicas sin embargo, no esperamos cooperación del gobierno sirio teniendo en cuenta su pasado”.
A su paso el secretario de Estado del país, John Kerry, señaló los actos del partido oficialista en Siria están al borde de “cruzar una línea roja” no obstante, el Gobierno Obama resaltó que aún no se ha contemplado una ofensiva militar.
Por su parte, el presidente de Francia, François Hollande sostuvo que hubo “uso probable de armas químicas”, mientras que el Reino Unido lamentó lo ocurrido y solicitó a la ONU una detallada investigación.