La delegación de paz de las FARC, encabezada por ‘Pastor Alape’ fue la primera en llegar a Briceño para dar inicio al plan piloto de erradicación de cultivos ilícitos. Con este acto las partes dan un paso importante frente a lo firmado en La Habana, implementado acuerdos en donde más se ha sufrido el conflicto, las zonas rurales del país.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) serán las entidades garantes que harán el proceso de verificación y acompañamiento en la sustitución de cultivos ilícitos, como parte de los acuerdos de La Habana.
Así se conoció después de que se conforme en el territorio un grupo de acompañamiento integrado por el Gobierno Nacional, las Farc, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Undoc) y voceros de la comunidad.
Al firmarse el compromiso de la sustitución y la no resiembra de cultivos ilícitos con los campesinos de las veredas Orejón, Pueblo Nuevo, La Calera, La América, El Pescado, La Mina, Buena Vista, Altos De Chiri, Roblal y Palmichal, se pondrá el plan de atención inmediata y la implementación de proyectos productivos.
Sobre la vinculación de las comunidades al proyecto de sustitución, se definió que las comunidades participarán en la elaboración y ejecución de los proyectos, de igual manera en los mecanismos de verificación.
Se trata del Acuerdo para poner en marcha un esfuerzo conjunto de sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito en el municipio de Briceño en Antioquia.
“A partir de este nuevo acuerdo, las FARC cambiarán su rol y se convertirán en promotores de la erradicación de la siembra de coca y de la siembra de nuevos alimentos que generen desarrollo”, dijo el alto consejero para el Posconflicto, Derechos Humanos y Seguridad, Rafael Pardo.
Serán más de mil personas de 10 veredas las que se acogerán a la propuesta en la que el gobierno brindará el plan y la puesta en marcha; las Farc erradicarán los cultivos ilícitos y la comunidad se comprometerá a no resembrar.
“Estamos a la expectativa de lo que el gobierno plantea y le estamos diciendo que si es un plan piloto y sí es un proceso modelo y sí el gobierno falla en las políticas que se están planteando como plan integral de sustitución con el apoyo a las comunidades, sí el gobierno falla, el proceso de sustitución falla”, sostuvo el alcalde de Briceño, José Danilo Agudelo.
“Vamos a plantear en la mesa a qué es lo que los campesinos se van a acoger en los tres meses que siguen, porque hay un plazo de tres meses y ojalá que la gente decida qué es lo que quiere sembrar y producir para que esta gente no vuelva sembrar”, manifestó el mandatario local.
Según informó Presidencia, “con esta unión de esfuerzos se buscará que en el menor tiempo posible se suscriba el compromiso entre las comunidades, el Gobierno y las autoridades territoriales, en el cual las comunidades se comprometen con la sustitución, la no resiembra y a no estar involucradas en labores asociadas a los cultivos ilícitos ni a la comercialización ilegal, y el Gobierno con la ejecución de un plan de atención inmediata y la puesta en marcha del proceso de construcción conjunta participativa y concertada del plan de sustitución y desarrollo alternativo.
Briceño es una zona de alta vulnerabilidad donde la presencia de cultivos ilícitos ha sido persistente. El objetivo es demostrar y afianzar que la transformación territorial es posible, está sucediendo, en 10 veredas (Orejón, Pueblo Nuevo, La Calera, La América, El Pescado, La Mina, Buena Vista, Altos De Chiri, Roblal y Palmichal), del municipio de Briceño, en Antioquia.
Inicialmente se establecerán Mesas Temáticas que contarán con la asesoría y apoyo de los equipos técnicos idóneos y necesarios para presentar lineamientos, propuestas y proyectos a las autoridades competentes.
Para el adecuado acompañamiento a este esfuerzo conjunto se invitará a la ONU, UNODC, FAO, OIM y a otras agencias de cooperación.
Con el acuerdo Colombia recuperará los territorios más golpeados por los cultivos ilícitos. Podrá llegar la inversión que no ha podido llegar en años. Los campesinos cultivadores no serán tratados como criminales y contarán con alternativas productivas y acompañamiento permanente e integral del Estado que incluirá seguridad, carreteras, escuelas y centros de salud.
El plan de sustitución empodera a los campesinos de estas 10 veredas, pues son ellos mismos quienes decidirán como se realizará este cambio. A cambio del compromiso comunitario con la sustitución y la no resiembra, se pondrá en marcha un plan de atención inmediata, de proyectos productivos y de conservación ambiental”.
