Gunduz Aghayev es el artista azerbayano que ha querido mostrar cómo habría sido la infancia de los menores protagonistas de conflictos; como la niña del napalm o el pequeño Aylan Kurdi.
¿Se imagina cómo hubiera sido la infancia de Kim Phuc, la niña del napalm, si aquel 8 de junio de 1972 no se hubiera quemado más de un tercio de su cuerpo? La desnutrida niña inmortalizada por Kevin Carter antes de morir de inanición, ¿querría haber sido médico o profesora? ¿Qué vida habrían tenido las menores casadas con adultos en Yemen, si no hubieran contraído matrimonio a la fuerza? El artista azerbayano Gunduz Aghayev ha elaborado una serie de ilustraciones donde pinta el hipotético futuro de todas estas víctimas inocentes.
Así, Aghayev muestra a través de sus dibujos cómo sería la infancia de estos niños si realmente hubieran tenido la vida que merecían. Utilizando como únicas armas sus lápices de color y su imaginación, el artista esboza sus trazos en señal de protesta ante las injusticias del mundo. Este proyecto, titulado ‘Imagina’, también incluye imágenes tan recientes como la muerte del pequeño Aylan Kurdi, el menor refugiado que murió ahogado antes de alcanzar las costas europeas donde pretendía llegar.
Los dibujos son la última mecha que Aghayev intenta prender en la conciencia de la sociedad, pero no la única. El azerbayano –del que se conoce poco y cuyas apariciones siempre están envueltas con cierto halo de misterio–, también quiso utilizar su habilidad con la pintura para poner en relieve otros problemas de la humanidad: entre ellos, la crisis de los refugiados, la precaria situación laboral que se vive en países como China o las acciones llevadas a cabo por el autodenominado Estado Islámico.
En una entrevista concedida a la BBC el pasado mes de enero, Gunduz Aghayev reconocía que el arte es una herramienta excelente para mostrar la realidad social. “Las primeras caricaturas comenzaron a hacerse en los tiempos antiguos, e incluso en el Renacimiento se pueden ver muestras”, recordó el azerbayano, que quiso dejar claro que hasta el siglo XVIII su forma de vida no encontró su hueco definitivo. Preguntada su opinión acerca de la lucha contra la censura, Aghayev no dudó: “Es un obstáculo para el desarrollo de la sociedad”.
Ver galería