La comisión histórica del conflicto y la subcomisión técnica conformada por miembros activos de las Fuerzas Militares dotarán de insumos de peso a la mesa de negociaciones. El grupo de investigadores deberá presentar 12 informes sobre orígenes e impacto del conflicto, mientras que los uniformados reforzarán el tema de la dejación de armas y un cese al fuego bilateral.
Este viernes las delegaciones de paz del Gobierno y las Farc ampliaron el panorama de lo que será la comisión histórica del conflicto y la subcomisión técnica de miembros activos de las Fuerzas Armadas, novedades en el desarrollo del proceso de paz que se discute en La Habana.
La primera tiene la tarea de establecer las condiciones y el impacto de la violencia armada en el país, así como también los factores que facilitaron la prolongación del mismo. Esta está conformada por 12 expertos, que tendrán que presentar un informe cada uno en un plazo máximo de cuatro meses, y dos relatores (uno postulado por el Gobierno y otro por las Farc). Según el jefe negociador Humberto de la Calle, esta medida ofrecerá visiones diferentes del conflicto y dotará de más recursos a la mesa de negociaciones. No obstante, lo que salga de los documentos no establecerá responsabilidades sobre el proceso ni eximirá a actores involucrados. Tampoco formulará recomendaciones a los negociadores, aspecto que sí ocurrirá en una eventual comisión de la verdad.
En efecto, de la Calle fue enfático al asegurar que el grupo de académicos no representa ni constituye la comisión de la verdad. “Esta no va a negociar la verdad (…) no hay una verdad única en el conflicto. Es nuestro deber asegurar que esa riqueza de visiones”, anotó.
En cumplimiento de lo acordado fueron invitados por la mesa los siguientes expertos, académicos e historiadores:
1. Sergio de Zubiría
2. Gustavo Duncan
3. Jairo Estrada
4. Darío Fajardo
5. Javier Giraldo
6. Jorge Giraldo
7. Francisco Gutiérrez
8. Alfredo Molano
9. Daniel Pécaut
10. Vicente Torrijos
11. Renán Vega
12. María Emma Wills
Los relatores de la Comisión serán Víctor Manuel Moncayo y Eduardo Pizarro Leongomez.
Uniformados en la mesa, dejación de armas y cese al fuego bilateral
La subcomisión técnica se moverá desde dos vertientes: Una primera que discutirá la dejación de armas definitiva de la guerrilla y otra –que sólo ocurrirá cuando se llegue a un acuerdo final- un cese bilateral de hostilidades. Lo anterior es concebido en el marco de lo establecido en el Acuerdo General de La Habana.
“Tienen que estar nuestros militares activos, eso ha pasado en todo el mundo. Es asombroso que la presencia de las Fuerzas Armadas se quiera malinterpretar”, sentenció de la Calle en respuesta a las opiniones de varios sectores políticos que rechazaron el viaje de los uniformados a Cuba.
Con la instalación de la comisión también se da inicio a uno de los aspectos de más controversia en el proceso: un cese al fuego bilateral.
De acuerdo con Iván Márquez, vocero negociador de las Farc, esa discusión tiene un “valor inobjetable” pues concretaría “la aspiración de la guerrilla de ponerle fin a los impactos de la confrontación armada”. Sin embargo, dicho cese sólo ocurrirá una vez se concrete un pacto definitivo.
En todo caso, el jefe de la guerrilla hizo una proposición de gran calibre luego de invitar a las Fuerzas Armadas a quitarse las uniformes para sentirse en igualdad de condiciones en la mesa de diálogos, aspecto que de seguro cayó mal entre aquellos que se opusieron a sentar a los dos bandos en un mismo lugar. Un cese al fuego bilateral fue una de las primeras solicitudes hechas por el grupo al margen de la ley al inicio del proceso.
