Al menos seis personas han fallecido y otras 23 han resultados heridas por la explosión de un carro bomba al paso de un minibús en el que viajaban efectivos de las fuerzas especiales de la Policía en la ciudad de Diyarbakir, en el sureste de Turquía, según informa la cadena CNNTürk.
Entre los heridos habría catorce policías y nueve civiles, informa la citada cadena. La explosión fue tan fuerte que en las casas vecinas se rompieron numerosos cristales de las ventanas.
Desde diciembre se suceden en determinados barrios de Diyarbakir los combates entre las fuerzas de seguridad y jóvenes simpatizantes de la guerrilla kurda del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK).
La lucha entre el PKK y las fuerzas de Seguridad se ha intensificado en los últimos meses, con numerosos ataques por parte de la guerrilla y operaciones militares de respuesta.
Los choques se han extendido a zonas urbanas, donde jóvenes simpatizantes de la guerrilla que defienden sus barrios en el sureste del país con armas ligeras y explosivos caseros en una lucha calle por calle.
Varias ciudades del sureste, donde vive la mayor parte de los 12 millones de kurdos de Turquía, han estado o están actualmente bajo toque de queda.
La agencia Anadolu informó recientemente de que las Fuerzas Armadas han “neutralizado” (abatido, herido o apresado) a 5.359 “terroristas” del PKK desde la ruptura del alto el fuego en julio, mientras que los militares habrían sufrido 355 bajas, aunque no hay fuentes independientes para verificar esas cifras.
En lo que va de año, Turquía ha sufrido ya tres grandes atentados. El último de ellos, en Ankara, acabó con la vida de 37 personas.