Dada la caída de las exportaciones y el ritmo en que se han movido las importaciones en el país, el ministro de Comercio Sergio Díaz-Granados, aseguró que la balanza comercial este año se recortaría.
Igualmente seguiría superavitaria. “El año pasado tuvimos una balanza de US$5.000 millones positiva para Colombia, este año se va a recortar”.
Así mismo, aseguró que la caída del 1,9% de las exportaciones en junio obedeció a una baja en café, que era esperada, flores y derivados del petróleo, y que obedecieron específicamente a la contracción de China y Chile. No obstante, destacó que “al escudriñar las cifras hay un crecimiento del 5% en manufacturas. Setenta países en el mundo hacen el 90% de las exportaciones y casi todos vienen cayendo. Colombia ha crecido exceptuando el mes de abril, por cuenta de los aceites”, agregó el funcionario.
Aunque en lo corrido del año hasta junio el Dane informó que las ventas externas crecieron 11,7%, se muestran importantes caídas en países con los que Colombia tiene acuerdos comerciales o está en la vía de tenerlos. Es el caso de Chile con una caída del 23,4%; Cuba, 4,6%; Canadá 15,4% y Suiza, 2%. Igualmente, se mostraron comportamientos negativos con Japón 47,6%, Costa Rica, 51,6%, República Dominicana, 21,8% y con 21 de los 27 países que componen la Unión Europea.
Con Canadá, país con el que hoy se cumple un año de haber entrado en vigencia el Tratado de Libre Comercio (TLC), las cifras fueron negativas en lo corrido del año alcanzando los US$271 millones. Según el Dane, las exportaciones hacia ese país en el año del TLC contando desde septiembre habrían cerrado en US$186,9 millones. De acuerdo con estas cifras, la exministra de Comercio, Marta Lucía Ramírez, aseguró que es necesario que las empresas y el gobierno se unan para responder a una oferta de productos industrializada.
Dijo que para afrontar la crisis que se está viviendo hay que fortalecer el mercado interno, que se estaría ofreciendo en bandeja de plata a otros países. Habría que evaluar, señaló, las ventas al exterior basadas en productos minero-energéticos sirven para apalancar el crecimiento en el largo plazo, sobre todo cuando la meta es crecer al 6%. Lo ideal es que esto sea el resultado de productos industriales con valor agregado y que pueda impactar en la generación de empleo.