Los fuertes disturbios que vivió esta ciudad del estado de Maryland, en Estados Unidos a raíz de la muerte de un joven negro, han llevado a recordar la tragedia en 1968, cuando fue asesinado Martin Luther King. ¿Qué tanto ha cambiado?
Esta ciudad estadounidense situada a 65km de la Casa Blanca, ha acaparado los titulares de prensa internacional gracias a los fuertes enfrentamientos entre civiles y policías luego de que un joven afroamericano más, muriera a causa de la represión por parte de la policía norteamericana.
Pero detrás de la agitada protesta por la muerte de Freddy Gray, hay una profunda situación social que llevó a la calle a miles de ciudadanos afroamericanos en esa ciudad comenzando la semana, miles de manifestantes reclaman Derechos civiles de una vez por todas.
Y es que Estados Unidos es una nación que desde sus portavoces asegura luchar por los derechos humanos en el mundo, la violación de ellos fue precisamente la razón para sancionar a siete funcionarios venezolanos que hacen parte del gobierno de Nicolás Maduro, por medio de un decreto.
Cada vez que se habla acerca del Bloqueo a Cuba que el país norteamericano impuso a la isla hace más de medio siglo, el gobierno estadounidense asegura que una de las condiciones para levantarlo es que en el país gobernado por los Castro se dejen de violar los Derechos Humanos.
Es su razón también para apoyar el proceso de paz en Colombia y designar uno de sus funcionarios a las negociaciones en la Habana entre nuestro gobierno y la guerrilla de las Farc.
Desde 1955, el Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos lucho sin descanso y de manera no violenta, por frenar los homicidios de afroamericanos en el sur del país por los que no se condenaba a los culpables cuando ocurrían a menudo en la década de los cincuenta.
Fue el asesinato de Emmet Till, un adolescente negro, que murió por una paliza propiciada por haberle silbado a una mujer blanca en una tienda, la que se convirtió en la causa de dicho movimiento.
Esa lucha no tendría un final feliz, a pesar de que Estados Unidos avanzó en el reconocimiento de los derechos de la población afro de su territorio, en 1968, cuando es asesinado el líder incansable, Martin Luther King, el Movimiento prácticamente llega a su fin.
En el 68 Baltimore duró tres días en llamas, por los disturbios que generó el asesinato del autor de “I have a dream” (Yo tengo un sueño), el emblemático discurso que hoy sigue calando en millones de conciencias en el mundo.
La escenas de ese momento, no son muy diferentes a lo que paso en la ciudad esta semana, cuando a raíz de la muerte de Freddie Gray, un joven negro al que arrestaron el pasado 12 de abril, y bajo custodia policial le fue propiciada una herida en la espina dorsal, que lo llevó al estado de coma y finalmente a su muerte el pasado fin de semana, se desató un caos que no vivía el estado de Maryland desde hace cinco décadas.
Tal como lo sugirió la revista Time en su controversial portada, las cosas en 47 años no han cambiado mucho.
Más allá del problema racial que enfrenta hoy el país norteamericano, Baltimore es una de las ciudades más desiguales de Estados Unidos con un 23,8% de personas viviendo por debajo del umbral de la pobreza entre el 2009 y el 2013, un índice muy superior a la media del estado de Maryland, del 9,8 %, según la Oficina del Censo.
Además el 63% de la población es negra, como también lo son la mitad de su fuerza policial y su alcaldesa, heredera de una larga tradición de políticos y activistas de los derechos civiles afroamericanos en la ciudad.
El índice más alto de personas encarceladas en el estado de Maryland se registra en el barrio donde vivía Freddie Gray.
Pese a que las estadísticas siguen jugando en su contra, son muchos los residentes que creen aún en las perspectivas de la urbe en la que Edgar Allan Poe escribió su famoso poema “El cuervo” y que, durante casi toda la década pasada, se atrevió a llevar el eslogan de “La mejor ciudad de Estados Unidos”.
Hoy la población afrodescendiente de la gran potencia, además de protestas por los indignantes asesinatos a hombres de piel negra que hoy ya llegan a 56 en tan solo una ciudad, sigue luchando por lo mismo que Martin Luther King antes de morir, igualdad y derechos para todos.
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