La junta del Banco de la República fue enfática en decir que el objetivo es bajar las tasas de interés del 7,50% en el corto plazo de manera paulatina, aunque ello depende de variables de estudio que no pueden ser dejadas de lado por simple capricho.
La decisión fue adoptada tras un detenido análisis del comportamiento de la inflación y el crecimiento de la economía.
Por ejemplo, en diciembre la inflación anual al consumidor y el promedio de las medidas de inflación básica disminuyeron y se situaron en 5,75% y 5,60%, respectivamente. Las expectativas de inflación de los analistas a uno y dos años se ubicaron en 4,25% y 3,59%, respectivamente; las que se derivan de los papeles de deuda pública a 2, 3 y 5 años se incrementaron y se sitúan entre 3,8% y 4,8%.
Los efectos de los fuertes choques transitorios de oferta que desviaron la inflación de la meta se siguen diluyendo. Así lo indica la desaceleración del IPC de alimentos y, en menor medida, el comportamiento reciente de los precios que más fueron impactados por la fuerte depreciación nominal pasada.
La economía colombiana continúa ajustándose a los fuertes choques registrados desde 2014 y el déficit en la cuenta corriente sigue corrigiéndose. La dinámica del producto ha sido más débil que la proyectada y la inflación sigue descendiendo, aunque las medidas de inflación básica y las expectativas de inflación superan la meta del 3%.
Los efectos de varios de los choques transitorios de oferta que han afectado la inflación y sus expectativas siguen revirtiéndose y es probable que esta tendencia continúe. La reforma tributaria aprobada en el Congreso favorece la inversión productiva y permite el logro de mayores niveles de ingreso en el largo plazo, además de consolidar la sostenibilidad fiscal y externa del país.
Las nuevas cifras de comercio exterior para finales del año pasado indican un ajuste del balance externo mayor que el pronosticado. Con esto, la nueva proyección del déficit en la cuenta corriente para todo 2016 se sitúa en 4,5% del PIB, equivalente a US 12,6 mil millones.
Tomando en cuenta el nivel actual de las medidas de inflación básica y las expectativas de inflación, varios cálculos de la tasa de interés real de política se sitúan por encima de su promedio desde 2005.