Marca Bartra habló para un programa de la televisión española acerca del atentado que sufrió el Borussia Dortmund en la previa del encuentro contra el Mónaco en el que fue una de las víctimas directas de la explosión cercana al autobús del equipo.
Ya recuperado totalmente, el jugador español confesó todo lo vivido: “Cuando iba en la ambulancia, me daba igual que me cortaran el brazo, sólo pensaba en que estaba vivo”. El escalofriante testimonio de los hechos hace ver la situación real que vivieron los componentes de la plantilla del conjunto alemán.
“Tenía muchísimo dolor en el brazo. Cuando el médico me dijo tras la operación que en un mes podría jugar, fue algo increíble. Tuve suerte de que fuera una fractura limpia que no afectó a los tendones y ni a los ligamentos. Es increíble lo que pueden llegar a hacer los médicos”, confesaba emocionado Bartra.
El futbolista del Dortmund se extendió con una versión ampliada de los hechos en el que acaba agradeciendo por estar vivo tras lo sucedido:
“Son las 19 de la tarde, bajamos desde el hotel al autobús. Subimos, fui de los últimos, súper tranquilo, iba a hacer lo que más me gusta. La gente estaba concentrada, era un partido importante. Siempre me siento en el mismo sitio, en la parte de atrás, a la derecha. Yo estaba con el móvil y en un abrir y cerrar de ojos paso de la tranquilidad y el silencio a abrir los ojos y a ver mucho humo. Los oídos me pitaban, no oía nada. Hay mucho olor a pólvora y siento un viento muy caliente en la cara. El móvil se disparó, recibí como un balazo, que es la metralla. En ese momento vi las caras de mis compañeros, me entró mucho miedo, no sabíamos qué pasaba. Intuía que la gente decía que fuéramos al suelo. No podía ni moverme, me quedé paralizado. Fueron todas de golpe, no sé, estaba en el suelo con mucho dolor de cabeza, muy mareado, la mano como que me colgaba, no podía moverla. Grité de dolor y de miedo, no sabíamos si movernos o no, si vendrían más. Vino la fisio y yo me quería dormir, no me sentía bien del dolor, de lo mal que estaba. La fisio me dio unos guantazos, “no te duermas Marc”, me decía y me di cuenta de que no me podía dormir, que si te duermes igual no te despiertas. Empecé a pensar en mi hija, estate tranquilo, con los ojos abiertos, te necesitan. Vino la ambulancia y fueron 15 minutos o 10 que pasaron eternos.
La fisio me decía “estate fuerte, no te duermas”, pero me lo decía llorando y mirando la ventana, ese era el problema. Por suerte no vino nada más. La gente no es consciente de lo que vivimos en Alemania y en España aún menos. No se lo deseo a nadie. Lo siguiente era no estar ahí. Yo mi pensamiento era primero si estaba vivo o no. Si me podía mover o no. Estaba en shock, los oídos pitando, mareándome. Luego ya vi que podía mover las piernas, pero me dolía muchísimo el brazo. Me sangraba muchísimo. Los fisios no quería bajar del bus. Tardaron más, me pusieron un torniquete con la chaqueta. Me acuerdo de todo y me siento fuerte contándolo”