El senador Álvaro Uribe Vélez se fue lanza en ristre en contra de Iván Cepeda, Jimmy Chamorro y el ministro Juan Fernando Cristo, argumentando que el debate sobre el paramilitarismo para el que fue citado pretendió desprestigiarlo con falacias. Senadores coinciden en el acto tuvo un final “bochornoso”.
El expresidente se ausentó en dos ocasiones del debate promovido por el senador Iván Cepeda, que discutió los presuntos vínculos del jefe uribista con grupos paramilitares. La primera vez se dio momentos antes de que Cepeda iniciara su intervención. Uribe pidió una moción de orden para anunciar que se retiraba, pues tenía que dirigirse a la Corte Suprema de Justicia para radicar las pruebas de una denuncia en contra del Gobierno por la instalación del debate efectuado este miércoles en el Senado.
“Es una difamación (el debate) que fue promovida por las Farc, sus aliados de siempre, los paramilitares, sus nuevos secuaces, sus antiguas víctimas y publicitado por Telesur, Canal Capital y medios de comunicación serviles del terrorismo, ordenado por el Presidente de la República”, declaró el parlamentario. Con él se retiraron la mayoría de congresistas uribistas y quedaron en el recinto Ernesto Macías, Jaime Amín, Iván Duque, Paloma Valencia, José Obdulio Gaviria, Susana Correa y Alfredo Ragel.
Una hora después -ya Cepeda había terminado su interlocución- volvió junto a Óscar Iván Zuluaga y María del Rosario Guerra para continuar la sesión.
El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, sorprendido por la decisión del Centro Democrático de ausentarse, rechazó las declaraciones sobre el presunto plan para difamar a Uribe a través del debate.“El senador Uribe trata de desviar el debate señalando sin ninguna clase de sustentos o pruebas que hay un acuerdo del Gobierno con sectores paramilitares, las Farc e Iván Cepeda, Eso es simplemente tratar de generar una cortina de humo alrededor del debate”, anotó el jefe de la cartera política.
Uribe se dispuso a defender su trayectoria como senador, gobernador y expresidente, de las acusaciones lanzadas por Cepeda que lo vinculan directamente con el paramilitarismo. En efecto, sostuvo que nunca tuvo reuniones con los ‘paras’ y nuevamente desvirtuó que haya tenido vínculos con las Autodefensas Unidas de Colombia. En ese sentido, pidió investigar si Salvatore Mancuso está amenazando testigos para que ‘volteen la tapa’ y lo relacionen con los paramilitares.
De hecho, recordó que a mediados del 2002 hizo pública una desautorización para Mancuso con el fin de que este no ejerciera alguna presión para ser elegido Presidente. Asimismo, hizo énfasis en que él y su familia siempre han actuado acorde a la ley y que nunca abusaron de los bienes del Estado.
Aunque Uribe no estuvo en la exposición de pruebas de Cepeda, durante su estancia aprovechó para hacerle un jalón de orejas al Gobierno, con base a lo expuesto por el congresista del Polo Democrático. Por ejemplo, esgrimió que al actual vicepresidente Germán Vargas Lleras “le archivaron muy rapidito el caso de sus vínculos con el paramilitarismo en Córdoba”. Indicó que al presidente Santos lo convencieron de hacer este debate y anotó que atendió a ese “linchamiento moral por las generaciones de Colombia”.
El escándalo se desató luego de que Uribe, antes de retirarse por segunda vez del recinto, la emprendiera en contra de Jimmy Chamorro, presidente de la comisión segunda. Lo dicho por el parlamentario causó un estruendo de tal magnitud, que fue calificado como un “espectáculo bochornoso” por varios congresistas, aunque el uribismo defendió con vehemencia.
Uribe acusó a Chamorro de tener vínculos con carteles de la droga y anunció que presentará ante la justicia unos informes de inteligencia militar que muestran una la relación de cheques que recibió Chamorro por parte de “los cárteles de la droga y sobre los cuales no ha habido la debida investigación”. Y añadió que el mismo Chamorro quería hacer parte del Centro Democrático pero terminó como cabeza de lista de La U.
“Con esto me retiro”, concluyó el exmandatario, luego se levantó de su asiento y salió junto a varios miembros de su partido. De inmediato empezaron los chiflidos y los alaridos pues el debate aún no había acabado.
Las reacciones no se hicieron esperar. “No queda más que lamentar el bochornoso espectáculo que hoy hizo el senador. No ha logrado distinguir entre un debate democrático y un monólogo autoritario. Siempre huyendo a las carreras por los pasillos del Congreso como sanguijuela de alcantarilla”, dijo la senadora Claudia López, de la Alianza Verde.
Por su parte, el senador de La U Mauricio Lizcano, precisó que lamentaba lo hecho por el Centro Democrático en cabeza de Uribe. Se sumó el veterano Horacio Serpa, quien manifestó “sentirse agraviado” por las declaraciones del expresidente. Incluso, admitió que ahora se siente decepcionado ya que horas antes había escrito en Twitter que Uribe era un “gallo de pelea” y que pondría la cara.
A su turno, Chamorro hizo hincapié en que acudirá a las instancias judiciales para hacerle frente a las acusaciones esgrimidas en su contra. “Estoy convencido de que ese material probatorio no existe y corresponde a la costumbre de acudir a la calumnia y a la injuria”, sostuvo.
Respondiendo a las reacciones de los congresistas, el uribismo ratificó que el jefe tomó la decisión correcta y aplicaron una defensa implacable. Paloma valencia, férrea senadora uribista, afirmó que el exmandatario es “una persona de bien y es el mejor presidente que ha tenido Colombia”. Ernesto Macías, uno de los primeros contradictores de la sesión, recalcó que en el encuentro quedó evidenciado el conflicto de intereses y los ánimos personales de Cepeda hacia Uribe. De igual forma, la bancada pidió respeto a la senadora López luego de que ella usara la “metáfora de la sanguijuela” y priorizaron que el partido mantuvo los ánimos acorde al reglamento.