Bogotá entre petardos

Cuatro artefactos explosivos puestos en sitios, al parecer aleatorios, de Bogotá han enrarecido el ambiente en la última semana. Las autoridades distritales se muestran preocupadas por los hechos y de la mano de la policía metropolitana iniciarán una ofensiva en materia de seguridad para prevenir nuevos hechos y para dar con los responsables de los que ya se han presentado.

Gran consternación ha generado entre la opinión pública bogotana y las autoridades de la capital los recientes hechos de afectación al orden público.

Al respecto la Policía Metropolitana de Bogotá aún no ha establecido una relación entre los petardos detonados controladamente en el sector de La Macarena, el que explotó en el barrio La Soledad y el que fue lanzado contra un establecimiento comercial en Kennedy. A esto hay que sumarle el incendio de dos buses en lo que va corrido del mes.

Los hechos a pesar de tener una similitud en el modus operandi aún no han permitido tener certeza de una conexión entre ellos y de una posible responsabilidad. Los petardos detonados de manera controlada en el barrio La Macarena, a escasas dos cuadras de la Plaza La Macarena y frente al complejo residencial Las Torres del Parque, podrían obedecer, según indagaciones de las autoridades y versiones de los residentes del sector, a ajustes de cuentas entre bandas de microtraficantes de drogas que han hecho presencia fuerte en el barrio.

Además, está la hipótesis de que podrían haber sido puestos para atentar contra el CAI móvil que se ubica en esa esquina. Sin embargo, hasta el momento no hay capturados por los hechos y la policía ha extremado la vigilancia en la zona.

La noche del martes 10 de febrero se registró la explosión de un petardo de bajo poder en la fachada de la sede del partido político Opción Ciudadana, antiguo PIN. El artefacto explosivo fue activado cerca de las 8 de la noche de ese martes sin que hubiera perdidas humanas. Por estos hechos las alertas fueron puestas en el sector de Teusaquillo.

Sumado a lo anterior la noche del miércoles 11 de febrero fue lanzado un artefacto explosivo al interior de un local comercial en el barrio Kennedy. El artefacto detonó y destruyó el lugar.

Las similitudes entre los tres episodios saltan a la vista, aunque la policía ha descartado relación entre los hechos en La Macarena y los dos restantes. En primer lugar, son artefactos explosivos de pequeño poder, que al parecer tendrían más un propósito disuasivo o intimidatorio que destructivo.

Algo que llama la atención es la distribución de los tres hechos y la cercanía en el tiempo. Se han presentado en tres lugares que no tienen una particular importancia logística para la ciudad, ubicándose en cercanías de sitios relevantes como la Plaza La Santamaría o el Concejo de Bogotá. Los tres en menos de una semana. A pesar de lo anterior no se puede establecer una relación directa entre los tres, algo con lo que los investigadores de la policía metropolitana están lidiando con el fin de poder encontrar a los responsables.

El petardo del barrio Kennedy trajo a la memoria de algunos los atentados sufridos en 2009 por la cadena de videotiendas Blockbuster en Bogotá, debidos a casos de extorsión.

Por otro lado, el alcalde mayor de Bogotá Gustavo Petro afirmó que no se puede descartar la posibilidad de que esos hechos respondan a un plan para enrarecer el ambiente en la capital. Acerca de esta hipótesis algunas fuentes de la administración distrital, consultadas por Confidencial Colombia, señalaron que en varios sectores se está trabajando fuertemente para identificar los verdaderos móviles de los atentados que parecieran destinados a crear miedo y zozobra en la ciudad. Además, sostuvieron las fuentes, “no hay que olvidar que estamos en plena campaña electoral por la Alcaldía y crear miedo genera el ambiente para que los discursos duros en materia de seguridad ganen fuerza”.

En relación a esos hechos también cabe mencionar el incendio de dos buses, uno del SITP el pasado 3 de febrero y otro del sistema tradicional de transporte quemado la noche del 10 de febrero. Estos incidentes al parecer no tendrían relación y, al menos, el segundo podría obedecer a un cobro de seguro.

Así las cosas, la administración distrital, de la mano de la Policía Metropolitana de Bogotá han empezado a implementar un plan de emergencia que contará con un refuerzo en los esquemas de inteligencia de la capital para lograr dar con los responsables.