El Distrito lanzó el programa ‘Farra en la buena’, una estrategia enfocada en la cultura ciudadana, la cual busca que los ciudadanos adopten un buen comportamiento en las zonas de rumba de Bogotá donde más se presentan riñas. Uno de los aspectos que más se destaca de la campaña, es que se extenderán los horarios de rumba en las zonas que reduzcan las riñas.
La Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia, junto a la ONG Corpovisionarios lanzaron el pasado 24 de febrero la campaña ‘Farra en la Buena’. El señor Henry Murrain, director de la organización, manifestó que los objetivos que tiene esta estrategia es el de promover nuevas formas de interacción entre las personas que van estos establecimientos nocturnos, para que no justifiquen ni crean que en este espacio hay que ser violentos.
Según el Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativa (SIEDCO) y el Número Único de Seguridad y Emergencias (NUSE) 123, mostraron que el 94% de las lesiones personales y el 86% de los homicidios empiezan con riñas. Asimismo, el Distrito asegura que el 37% de las riñas en Bogotá ocurren durante las noches de los fines de semana, principalmente cuando los ciudadanos asisten a fiestas o se toman unos tragos.
Es por ello, que la estrategia ‘Farra en la Buena’ se puso en marcha en cinco sectores de la ciudad, los cuales cuentan la mayor parte de establecimientos de rumba: Bosa Central, Américas en Kennedy, Venecia en Tunjuelito, Gran Chapinero y Chicó-Lago en Chapinero.
Hoy la @SecSeguridadBOG y @corpovisionario ponen en marcha #FarraEnLaBuena, para vivir la fiesta y la noche en Bogotá, sin violencia. pic.twitter.com/fg0YLjj2Wh
— Sec. Seguridad BOG (@SecSeguridadBOG) 24 de febrero de 2017
En total se efectúan cuatro intervenciones los días viernes y sábados, en las que se aplicarán las cuatro acciones concretas de la estrategia que funcionarán como flashmobs, es decir, dramatizados que rompen la dinámica cotidiana de las zonas de rumba e involucran sanamente a los ciudadanos. La primera se llama ‘El Cuidaparches’ y consiste en realizar juegos con los grupos de amigos para que cada uno escoja al amigo que se encargará de cuidar y parar a los otros en caso de peleas o ataques de ira.
Añadido a estos, el director de proyectos de Corpovisionarios, Andrés Casas, afirmó que “uno de los retos del posconflicto es reducir las riñas en las ciudades principales en donde no ha disminuido la violencia. Las causas de las riñas no están ligadas solamente al consumo de alcohol, también se debe a la intolerancia, a los celos de pareja y a los actos de honor, es decir, de la necesidad de defender mi dignidad o a un amigo cuando es agredido por otra persona. Además, en muchos entornos los observadores incitan a la violencia o a las peleas entre los grupos”.
La segunda estrategia contempla el entregar las cartillas llamadas “Manual para que su amigo y/o novio no se dé en la jeta” , el cual incluyen diferentes recomendaciones como:
Chao Pescao: Aleje a su migo del lugar de la pelea.
Vamo’ a calmarno’: Invite a su amigo a respirar profundo.
Endulce su vida: Dele un dulce o colombina a su amigo peleador.
Dígalo Cantando: Anime a los que están alrededor de la pelea para que juntos griten “¡abrazo, abrazo!”
Como tercera estrategia se realizará un concurso entre las zonas en las que se llevará a cabo la campaña, para que el área que logre reducir las riñas durante el período de aplicación de la campaña, se le premiará con la extensión del horario de rumba. Para seleccionar al ganador, se tendrán en cuenta el número de riñas que registró en el 2016 y se compararán con las cifras que se generen en el 2017 tras la estrategia.
Y la cuarta consiste en la realización de unos talleres de Transformación de Saberes que tendrán como finalidad empoderar a los comerciantes, a los que se les explicará más aspectos que generan la problemática de riñas para darle continuidad a la estrategia.
Frente al tema del Nuevo Código de Policía, que penaliza las riñas y los altos volúmenes de las fiestas, el director Casas afirmó que “las sanciones están y en casos extremos habrá que aplicarlas, pero la idea es que la gente no necesite a un policía al lado en los espacios de rumba. Además, tampoco queremos que se tomen medidas como apagar la luz o cerrar los bares”.
