El Gobierno de Venezuela denunció este miércoles una conspiración en su contra que, dijo, involucra a “los más altos poderes del Estado” colombiano y al líder opositor venezolano Henrique Capriles, que se encuentra de visita en el vecino país.
Capriles, que fue el principal rival de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales del pasado abril y no reconoce su triunfo, llegó el martes a Bogotá y el miércoles fue recibido en una audiencia privada por el jefe del Estado colombiano, Juan Manuel Santos, lo que Caracas condenó airadamente.
El canciller venezolano, Elías Jaua, afirmó que con la visita de Capriles a Colombia y su entrevista con Santos “se confirma que desde Bogotá hay una conspiración abierta contra la paz en Venezuela”, que alcanza “los más altos poderes del Estado colombiano”.
El Gobierno de Maduro “lamenta profundamente que el presidente Santos haya dado un paso que de manera dolorosa nos va a llevar a un descarrilamiento de las buenas relaciones” bilaterales, dijo el canciller en declaraciones a la televisión estatal.
Jaua anunció además que Maduro pidió el regreso a Venezuela de su representante en La Habana para el proceso de paz en Colombia, Roy Chaderton, para evaluar la participación de Caracas en esas negociaciones, aunque aclaró que aún no se ha tomado una medida al respecto.
“Es lamentable para ambos pueblos” que mientras el Gobierno de Venezuela “está haciendo esfuerzos denodados” para lograr la paz en Colombia, a cambio “reciba como respuesta de las instituciones del Estado colombiano en Bogotá el aliento y el estímulo a quienes pretenden desestabilizar la paz en Venezuela”.
Previamente, el presidente del Parlamento venezolano, el diputado chavista Diosdado Cabello, calificó como una “agresión” a Venezuela la reunión de Santos y Capriles, y acusó al gobernante colombiano de poner una “bomba” a las “buenas” relaciones bilaterales construidas por el fallecido presidente Hugo Chávez (1954-2013).
Para Cabello la entrevista con Santos fue una “mampara” (cortina) para tapar los supuestos encuentros de Capriles, al que llamó “fascista y asesino”, con el expresidente colombiano Álvaro Uribe, a quien describió como “nefasto para el continente”.
El presidente de la Asamblea Nacional, de mayoría oficialista, adelantó que propondrá aprobar un acuerdo legislativo de “rechazo” a la actitud de Colombia, y que se le exija al Gobierno de Santos que “clarifique si está con el golpismo que representa Capriles o con el pueblo de Venezuela”.
Capriles también se reunió este miércoles con los presidentes del Senado de Colombia, Roy Barreras, y de la Cámara de Representantes, Augusto Posada Sánchez.
Para la internacionalista y profesora universitaria María Teresa Romero, la reacción del Gobierno de Maduro ha sido “desproporcionada, irresponsable e inconveniente” para Venezuela, que sale perdiendo porque necesita de la alianza con Colombia.
“El Gobierno venezolano debería saber que cualquier Gobierno y Parlamento puede recibir a cualquier actor político, es algo natural y es hasta ridículo que se pongan en jaque unas relaciones bilaterales” por ello, declaró a Efe Romero, docente en la Universidad Central de Venezuela (UCV-pública).
La reacción venezolana “lo que hace es desprestigiar y aislar Venezuela, lo que es inconveniente para el Gobierno de Maduro que afronta un contexto interno e internacional cada vez más difícil y necesita de la alianza con Colombia”, añadió la experta.
“Yo no creo que la situación vaya a pasar de aquí, creo que no va haber una reacción desproporcionada del lado colombiano”, añadió.
La canciller colombiana, María Ángela Holguín, dijo en la noche que su Gobierno tratará “de manera directa” los temas diplomáticos con Venezuela, en respuesta a las críticas de Caracas por la reunión entre Santos y Capriles.
“En aras de mantenernos alejados de la diplomacia de micrófonos que es tan dañina, trataremos este tema de manera directa con el Gobierno Venezolano”, dijo Holguín.
Capriles, que impugnó las elecciones del pasado 14 de abril que Maduro ganó con un margen de apenas 1,49 % de los votos, ofreció este miércoles una rueda de prensa en Bogotá en la que denunció la debilidad de las instituciones venezolanas y dijo que esa realidad debe “prender las alarmas” en los organismos internacionales.
“Lo que queremos es que este problema institucional, la falta de transparencia de las instituciones, el deterioro de la democracia lleguen a (conocimiento de) Colombia y América Latina”, expresó Capriles, quien reveló que piensa visitar “otros países” de la región, sin dar precisiones.
Capriles negó que tuviera en su “agenda transparente” una reunión con el expresidente colombiano Álvaro Uribe o con cualquier otro exmandatario, y que son su viaje llevaba “la voz de millones de venezolanos más allá” de las fronteras de su país.
Maduro dijo el lunes tener información de que “gente de la derecha” opositora planeaba reunirse en un país vecino, que no identificó, “con un personaje siniestro que odia a Venezuela (…) y que está acostumbrado a la violencia” para planificar un saboteo el plan de seguridad lanzado recientemente en Venezuela.
Con EFE