Jarkov, Mariúpol, Leópolis, Bucha. Y así hasta una decena de ciudades de Ucrania han sido bombardeadas por Rusia en los poco más de 50 días que llevamos en guerra. Lo que Rusia presumía una operación relámpago de unos pocos días hasta conquistar Kiev ha visto como la defensa ucraniana ha sido más fuerte de lo previsto, hasta tal punto que tuvieron que retirar su aspiración inicial de conquistar por completo su país vecino.
A las dos semanas del comienzo de la invasión, y viendo el Kremlin que la operación relámpago había fallado, cambiaron la estrategia de guerra. Los objetivos militares dieron paso a escenarios de guerra civiles con la intención de presionar una rendición del presidente Zelenski. Hospitales, Teatros, Estaciones de tren y una masacre en las calles de una ciudad constituyen los ataques militares más duros que las fuerzas rusas han llevado a cabo en distintas ciudades de Ucrania.
Imágenes de la vergüenza para Rusia
Las imágenes de estos ataques han dado la vuelta al mundo y causado conmoción entre los líderes de Occidente que, a raíz de las atrocidades supuestamente cometidas por el Ejército del Kremlin, han endurecido las sanciones económicas contra el gobierno de Vladimir Putin. Aunque estas sanciones apuntan a las instituciones financieras rusas y a individuos, incluidas las hijas adultas de Putin y la esposa e hija del canciller Sergey Lavrov, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, ha dicho que esto no es suficiente.
Ataques a civiles en Leópolis causan 7 muertos
Casi 5 millones de ucranianos han salido del país, la mayoría mujeres y niños en dirección a Polonia y Hungría. Son precisamente estos civiles las víctimas de estos grandes ataques militares: miles de personas que esperaban un tren para huir de la guerra fueron blanco de un misil aparentemente lanzado por los rusos, o las miles de personas que perdieron la vida dentro de un teatro después de un mortífero ataque de la aviación rusa.
Rusia ataca hospital en Mariúpol
El 9 de marzo, los rusos bombardearon un hospital maternoinfantil en Mariúpol, en el sur de Ucrania. Las imágenes de los heridos dieron la vuelta al mundo, incluida la de una mujer en su última etapa de embarazo que era llevada en una camilla frente a los restos humeantes del hospital ubicado en una ciudad que ha sido fuertemente asediada por las tropas rusas desde que comenzó la invasión.
El ataque aéreo dejo tres muertos y 17 personas heridas, según el ayuntamiento de Mariúpol que acuso a las fuerzas rusas de haber lanzado varias bombas sobre el hospital desde el aire.
Ataque al Teatro Dramático de Mariúpol
Días después del ataque al hospital maternoinfantil, alrededor de 300 personas murieron en el Teatro Dramático de Mariúpol como consecuencia de un bombardeo de la aviación rusa, según las autoridades locales. El bombardeo del 16 de marzo contra este teatro, en el que, según las autoridades ucranianas, se habían refugiado hasta 1.300 personas, ha sido hasta el momento una de las agresiones más mortíferas de Rusia desde que comenzó su invasión de Ucrania, a finales de febrero.
Ucrania denunció que en el suelo al exterior del edificio se anunciaba con grandes letras blancas la palabra “niños” en ruso, lo suficientemente grande para ser vista desde el cielo.
Imágenes de dron muestran la destrucción del teatro que era utilizado como refugio antiaéreo mientras Rusia intensificaba sus ataques en la ciudad.
La toma de Chernobyl
Durante los primeros días de la invasión rusa de Urania —mientras se reportaban bombardeos en las principales ciudades ucranianas, incluyendo Kyiv y Járkiv— la planta nuclear de Chernobyl fue capturada por los rusos.
Las tropas rusas llegaron a la planta el primer día de la invasión, dijo a CNN una portavoz de la Agencia Estatal de Ucrania para la Gestión de Zonas de Exclusión, Yevgeniya Kuznetsov. Al llegar tomaron el control de la central eléctrica, el sitio del peor desastre nuclear del mundo, y retuvieron al personal como “rehén”, según la asesora del comandante de las Fuerzas Terrestres de Ucrania.
Después de que las fuerzas rusas abandonaron Chernobyl tras haber pasado ahí un mes, el ministro del Interior de Ucrania afirmó que los rusos encarcelaron al personal dentro del propio refugio antiaéreo de la planta y ahora los han llevado a Rusia y no saben cómo están.
El Gobierno de Ucrania publicó unas imágenes de dron que muestran que aparentemente los rusos cavaron posiciones de combate en el área prohibida del Bosque Rojo, una de las zonas más contaminadas del mundo desde el incidente de 1986, ignorando así los peligros de exponerse a la radiación.
La masacre en Bucha
Las imágenes de al menos 100 cadáveres de civiles tirados en las calles de Bucha, al noroeste de la capital Kyiv, conmocionaron al mundo. Las aterradoras imágenes se conocieron después de que las tropas rusas se retiraron de la capital en un intento fallido por sitiarla. En tanto, un alto funcionario de la ONU dijo que una “investigación independiente” sobre los civiles muertos era “esencial” para garantizar una “rendición de cuentas efectiva”. Mientras que el presidente Joe Biden calificó la masacre como un “crimen de guerra”.
A raíz de las atrocidades en Bucha, Estados Unidos anunció nuevas sanciones contra Rusia que incluyen a las hijas del presidente Vladimir Putin.
Estación de tren en Kramatorsk
El 8 de abril, al menos 50 personas, entre ellas cinco menores, perdieron la vida después de que el Ejército ruso lanzó un misil, esta vez en una estación de tren donde los civiles intentaban evacuar la ciudad de Kramatorsk, en la región ucraniana de Donetsk, según las autoridades locales. El alcalde de Kramatorsk dijo que hasta 4.000 personas se encontraban en la sala de espera en el momento en que impactó el misil.
Al menos siete personas murieron y 34 fueron heridas en bombardeos rusos contra una zona residencial de Járkov, en el noreste de Ucrania, anunció este viernes 15 de abril el gobernador regional.
World Central Kitchen de José Andrés
El último ataque de impacto por parte del ejército ruso a objetivos civiles se produjo hace dos días, cuando varios misiles destruyeron la cocina solidaria del chef español José Andrés, que forma parte de la organización humanitaria World Central Kitchen, en la ciudad ucraniana de Járkov. Cuatro empleados resultaron heridos en el ataque. La devastación provocada por el ataque del ejército de Putin fue total, a pesar de ello World Central Kitchen seguirá funcionando. Desde que comenzó la invasión de Rusia el pasado mes de febrero, la cocina solidaria de José Andrés se distribuyó en varios puntos de Ucrania y ha repartido 11 millones de platos.