Botellas de luz iluminan El Codito

Con postes de palo, tubos de PVC y paneles solares la ONG Litro de Luz, Pacific Rubiales y más de 50 voluntarios alumbraron uno de los sectores más oscuros en el barrio El Codito en el sector de El Mirador al norte de Bogotá.

Fueron 25 postes de luz instalados a través de una escalera que atraviesa más de dos cuadras, donde diariamente transitan en horas de la madrugada y la noche habitantes de El Codito para abordar buses del SITP.

Esta iniciativa nació por los continuos hechos de inseguridad en esta zona, pero también para prevenir y garantizar la seguridad de las mujeres y niñas que recorren esta calle, que hasta el viernes 28 de noviembre era una de las más oscuras de este barrio.

La jornada de voluntariado empezó en horas de la mañana y terminó en la tarde. Personas de la comunidad de El Mirador, voluntarios de Pacific y Litro de Luz iniciaron con palas y lijas la instalación de los postes hechos con material reciclable.

El director de la ONG Litro de Luz, Camilo José Herrera señaló que esta tecnología es 100 por ciento colombiana y de muy bajo costo, ya que un poste tradicional puede costar los 9 millones de pesos, mientras que uno diseñado con materiales reciclables y paneles solares puede valer 670 mil pesos.

Los postes tienen 28 horas de iluminación y una vida útil de 70 mil horas de luz. Una alternativa no solo para reducir costos, sino para contribuir con el medio ambiente a través de materiales reutilizables.

Herrera manifiesta que el diseño de este alumbrado consiste en bombillos led que se encienden automáticamente. “Por la noche tienen una foto celda que se activa cuando no hay sol y hace que la lámpara se prenda; cuando llega el sol, el bombillo se paga y carga todo la energía solar del día para llevarla al acumulador de carga”.

Por otro lado, Valeria Santos, gerente de sostenibilidad de Pacific dice que además de este proyecto de iluminación de una de las calles más oscuras de El Mirador, la compañía petrolera lleva trabajando cuatro años en la comunidad con madres cabeza de familia, ya que en esta zona “existe inequidades, vulneraciones de los derechos, hay pobreza extrema y nichos de inseguridad”.