Brasil se entregó a las celebraciones del carnaval con multitudinarias fiestas a lo largo y ancho del país en el segundo día de una diversión que se prolongará hasta el próximo martes.
En Río de Janeiro, la capital turística del país, cientos de miles de personas se echaron a la calle para bailar, beber y divertirse con los “blocos”, comparsas que en esta época del año recorren todos los rincones de la ciudad con música y disfraces.
El Cordão da Bola Preta, la más grande de todas estas agrupaciones, colapsó la céntrica avenida Río Branco con un gentío que sus organizadores aspiran a que alcance los 2,5 millones de personas para que se le reconozca como la mayor comparsa de carnaval del mundo por el Libro Guinness de los Récords.
Todo tipo de fetiches, como pitufos, piratas, super heroes, personajes de cuentos infantiles, vikingos, Mario Bros, cavernícolas, bailarinas árabes, bomberos, enfermeras, policías, marineros o ángeles, se mezclaron entre la desinhibida muchedumbre que desbordó la avenida Río Branco y se desparramó por calles aledañas.
“El carnaval de Río sólo comienza cuando el Bola Preta va para la avenida. El Bola es institución de Río y nos sentimos muy honrados de eso”, dijo a periodistas el presidente de la comparsa, Pedro Ernesto, antes del inicio del multitudinario desfile.
Más temprano, en el bohemio barrio de Santa Teresa, otra multitud con todo tipo de disfraces se juntó a los músicos del “bloco” Ceu na Terra, que recorrió las empinadas calles del sector.
Cordão da Bola Preta y Ceu na Terra son dos de las 492 comparsas autorizadas por la alcaldía de Río de Janeiro para presentarse durante los cinco días del carnaval, que alcanzará su cenit las noches del domingo y del lunes con el esplendoroso desfile de la escuelas de samba.
Multitudes se tomaron también las calles de ciudades del nordeste del país, como Salvador, Recife y Olinda, cuyos carnavales compiten en prestigio y popularidad con el de Río de Janeiro.
En Salvador, capital del estado de Bahía, la fiesta comenzó la noche del jueves con los “tríos elétricos”, camiones dotados con potentes parlantes sobre los que se presentan diversas orquestas y que recorren sin parar dos circuitos creados especialmente para el carnaval.
Salvador, tierra pródiga de cantantes y compositores, se rindió la noche del viernes al empalagoso “Gangnam Style” del surcoreano Psy, que se presentó en la tarima de la intérprete carioca Claudia Leite.
Emocionado con la experiencia, Psy publicó hoy un mensaje en su Twitter en el que dice que nunca olvidará “esa energía de la samba”.
Recife, capital de Pernambuco, dio rienda suelta a la fiesta con el desfile del Galo da Madrugada, una comparsa presidida por un gallo gigantesco detrás del cual se amontonan cerca de 2,5 millones de personas al ritmo del frevo y otros ritmos de la región.
El Galo da Madrugada es el rival a batir por el Cordão da Bola Preta de Río de Janeiro en su aspiración de convertirse en la mayor comparsa carnavalesca del Guinnes Récords.
También en Sao Paulo, la capital financiera del país, el carnaval paralizó las actividades y las miradas se volvieron hacia el sambódromo de Anhembi, donde anoche comenzaron los desfiles de las escuelas de samba de la ciudad.
La primera velada, que concluyó al amanecer de hoy, estuvo repleta de homenajes a estrellas de la música de Río de Janeiro, como Beth Carvalho, Joao Nogueira y Mario Lago por parte de las escuelas Académicos de Tatuapé, Águia de Ouro y Mancha Verde, respectivamente.
Los desfiles en Sao Paulo continuarán la noche de este sábado con la presentación de las escuelas Nené de Vila Matilde, Gaviões da Fiel, Mocidade Alegre, Tom Maior, Unidos de Vila María y Académicos do Tucuruvi.
Mañana será el turno de las grandes escuelas del carnaval de Río de Janeiro, que hoy daban los últimos toques a las carrozas y disfraces que presentarán en dos veladas nocturnas para un público de 72.500 personas en el sambódromo Marqués de Sapucaí.
Con EFE