‘Buseteros’ declaran guerra al MIO

Los pequeños transportadores de las empresas de buses públicos de Cali se niegan a cederle terreno al sistema Masivo Integrado de Occidente (MIO). La movilidad en Cali se ha visto afectada por manifestaciones.

Las protestas que se desataron desde tempranas horas de la mañana del miércoles ratificaron el rechazo a la medida que exige la salida de alrededor 200 vehículos de circulación de las calles de la capital vallecaucana, para darle paso a la operación integral del masivo.

Acciones judiciales interpuestas por las empresas de transporte La Ermita, Gris San Fernando y Decepaz, aludiendo vulneración a los derechos fundamentales por parte de la Secretaría de Tránsito Municipal, comenzaron siendo el as bajo la manga de los transportadores para evitar el inminente desenlace.

Sin embargo, el fallo del Juzgado Sexto Penal del Circuito de Cali, indicando que las denuncias no eran precedentes terminaron ratificando que desde el mes de noviembre sea solo el MIO, el que preste el servicio a más de 400.000 pasajeros, dejando a las rutas de colectivo operando solo en la zona de ladera.

Según el reporte de Metrocali, entidad encargada de operar el MIO, el paro dejó un total de 295 vehículos de la flota del masivo impactados y 2 estaciones averiadas (Sanin y Sucre); daños avaluados en $700 millones. Por el lado de la facturación del masivo, las pérdidas se calculan en $80 millones, esto si se tiene en cuenta que por el paro de transportadores, el MIO, ha tenido que operar de forma gratuita.

Aunque en Bogotá no se han presentado disturbios recientes, en los últimos meses, por la entrada en funcionamiento del Sistema Integrado de Transporte Público (Sitp) , los transportadores privados se niegan a salir de la carrera 30, donde el Transmilenio (TM) funciona hace más de 5 años, y la calle 26, que entró a operar en el mes de julio. Miguel Fernando Cardona, vocero de operadores del Sitp, señaló que hoy la ciudad funciona con 16.000 buses, de los cuales la mitad se van a chatarrizar y los restantes a renovar.

La entrada de buses del Sitp está en entredicho pues aún faltan paz y salvos de los buses que entrarán a operar con el sistema y que aún están afiliados a empresas privadas de transporte. Estos trámites se están realizando con 63 compañías.

Aseguró que aún hay alrededor de 1.000 buses que tendrán que vincularse progresivamente. “En un sistema integrado, no hay nada que pueda quedar por fuera. Los buses que no se vincularon, en los primeros contratos, tienen que incorporarse”.

En las demás ciudades en las que operan los sistemas de transporte masivo, la guerra de los ‘buseteros’ también está declarada, incluso en ciudades como Barranquilla a la competencia se le suman los mototaxistas, quienes también pelean por un pedazo de la torta del servicio del transporte público.