Los productores de café del país manifestaron que la coyuntura de precios y la revaluación le pasaron al sector una cuenta de cobro muy cara. Aseguran que las cotizaciones en bolsa cayeron en promedio a la mitad.
El representante por Caldas ante el Comité Nacional de Cafeteros, Mario Gómez Estrada declaró en Confidencial Colombia que desde hace mucho rato el gremio se ha venido quejando por los serios problemas que acumula la revaluación en el sector cafetero día a día.
Sostuvo que la situación es dramática en vista que los ingresos se desploman a tal punto que la remuneración por cada carga de café de 125 kilos no alcanza los 600.000 pesos lo cual indica que los cafeteros están trabajando a pérdida porque el costo promedio de la actividad cafetera por arroba es de 65.000 pesos y por carga de 650.000 pesos, con el agravante que se comercializa muy por debajo de esos niveles.
Afirmó que la revaluación del peso frente al dólar ha sido letal para la caficultura por cuanto se ha perdido en los últimos 12 años el equivalente a dos ciclos anuales de cosecha, algo más de ocho billones de pesos, tomando como referencia la lánguida cosecha de 2011 que costó cuatro billones de pesos. Explicó que la situación se disimuló con los precios internacionales altos de 2010 y 2011, pero evidenciando todo el lío con la caída en las cotizaciones internacionales en 2012.
“El asunto es muy complicado porque Colombia exporta prácticamente el 90 por ciento de su producción cafetera, pero esas ventas se hacen en dólares que al llegar al país valen cada vez más pesos colombianos que finalmente son la moneda con la cual se ejecutan el 100 por ciento de los costos de la caficultura”, precisó Gómez Estrada.
Para redondear la faena, este año la cosecha de café seguirá siendo baja por aspectos como la intensa renovación de cafetos de los últimos años y fundamentalmente por el clima que golpeó fuertemente la producción.
Anotó que como se dice popularmente, el café y el sol son primos hermanos dobles porque cuando no hay rayos del astro rey en las plantaciones, sencillamente no hay luminosidad, no hay temperatura, los árboles no florecen y por consiguiente no dan fruto.
El conocido dirigente cafetero dijo que es muy complicado trabajar con exportaciones cuando hasta hace tres años un dólar costaba 3.000 pesos y hoy se ubica en 1.800 pesos, situación que castiga el ingreso cafetero. “El ejemplo es sencillo, porque el saldo es como si hubiésemos tenido dos años con cosecha cero”.
Actualmente hay déficit de café en el mundo porque la oferta de suave colombiano ha caído a niveles históricos, lo propio acontece en Centroamérica y en Brasil la oferta de café es del denominado Chuvala o recogido en lluvia lo cual se suma a los inconvenientes de calidad. Con todo y el problema, los brasileros están poniendo una oferta importante de café robusta de buen secado por los climas favorables haciendo infructuosa la espera de recuperar precio.
Aun cuando la cosecha esperada en Colombia para este año es de algo menos de ocho millones de sacos, el tema de la producción dejará de ser un dolor de cabeza en 2012 por el fin del ciclo de la niña que duró tres años ininterrumpidos. “Ahora está haciendo muy buen clima y las últimas flores que se volverán frutos este año son las del proceso de abril, es decir que todo lo que ha florecido desde abril será cosecha del primer semestre del próximo año”.
Gómez aseveró que inclusive habrá traviesa o cosecha de mitaca en la zona central en 2013 lo cual se había vuelto un bien exótico. El experto pronosticó una buena recolección para el próximo año en los departamentos productores sobre todo del sur del país.
Si bien hay renovadas más de 350.000 hectáreas de café, la cosecha de este año será muy mala, a tal punto que algunos aseguran que será la peor de los últimos 36 años.
Sobre la movilización cafetera y toda las expresiones de inconformismo, Gómez Estrada fue claro al decir que el gobierno ha sido aliado de la caficultura, más el Presidente, Juan Manuel Santos que es un hombre del café. De todas maneras indicó que al ejecutivo le tocará hacer un esfuerzo adicional por cuanto hay que reconocer que si ha habido ayuda amen del deterioro socioeconómico.
Anotó que los productores están desesperados porque no pasan por buenos momentos, trasladando su iliquidez y ruina a las familias cafeteras que superan las 500.000.
La situación es tan dramática que el Fondo Nacional del Café que se nutre con la contribución cafetera se vino a la mitad en los últimos cinco años por virtud que esta se liquida a seis centavos de dólar por libra exportada de café. En ese orden de ideas lo que hace cinco años representaba un ahorro de 250.000 millones de pesos, hoy pasó con cargo a revaluación y menor producción a 103.000 millones de pesos.
“Con eso hay que cubrir todos los bienes públicos, la garantía de compra, asistencia técnica, generación de conocimientos y publicidad entre otras cosas”, concluyó Mario Gómez Estrada.
