Las bajas temperaturas durante la madrugada cubren de blanco los verdes campos boyacenses. Una espesa capa de neblina aparece entre las dos y las cinco de la mañana, muchas veces acompañada de heladas, que ponen en apuros a los campesinos de la región.
A los estragos de la sequía, amenaza latente en esta época de fin de año, se suman una vez más las amenazas de las Heladas que obligan a mantener en los agricultores una alerta preventiva. Las Hortalizas y pastos son los más afectados por temperaturas de -4 grados centígrados.
Preocupa que en la zona del altiplano cundiboyacense se generen afectaciones en los cultivos de papa, maíz, cebada, cebolla y todas las hortalizas de hoja, que además desembocaría en alzas de los precios de la canasta familiar.
Al sector lechero también le preocupa la situación, debido a que con la quema de pastos por las heladas, se dificulta la manutención del ganado.
Los productores también se deben blindar de ataques de plagas, causadas por las heladas y las fuertes lluvias.
Por eso, la unidad de gestión del riesgo, recomienda que los agricultores protejan sus cultivos realizando riegos por aspersión o situando mecheros debidamente controlados en horas de la madrugada.