El Gobierno de Canadá confirmó hoy en una escueta declaración que ya no forma parte del Protocolo de Kioto, una retirada que los partidos de oposición consideran “una vergüenza” para el país.
El retiro de Canadá del Protocolo de Kioto, un tratado internacional vinculante de reducción de emisiones, se materializó el 15 de diciembre, justo un año después de que el Gobierno comunicara a la ONU su decisión. En ese sentido, Adam Sweet, portavoz del ministro de Medio Ambiente de Canadá, Peter Kent, dijo que “Canadá se ha retirado de Kioto” y recordó que “el ministro Kent lo anunció el año pasado”.
Aparte de estas declaraciones, el Gobierno no emitió ningún comunicado sobre el tema, pese a que es la primera vez que Canadá se retira de un acuerdo internacional que ha ratificado. Sweet no detalló las razones por las que el Gobierno conservador del primer ministro canadiense, Stephen Harper, se convirtió en el primero del mundo en retirarse del tratado tras su ratificación, ni se refirió al impacto de esa decisión en la imagen del país. Sin embargo, el Partido Verde indicó que la confirmación de la salida de Canadá de Kioto supone “una vergüenza” para Canadá.
Stéphane Vigneault, coordinadora de comunicaciones del Partido Verde, recalcó que es la primera vez en la historia del país que se ratifica y luego reniega de un tratado internacional.
Por su parte, la líder del Partido Verde, la diputada Elizabeth May, afirmó en un comunicado que la medida supone un “ojo morado” en la reputación de Canadá. “Esta decisión amenaza la imagen de Canadá en el mundo y, lo que es más importante, el futuro de nuestros hijos”, dijo May.
En tanto, Megan Leslie, diputada del socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD), el principal de la oposición, también expresó su desconcierto por la retirada de Canadá de Kioto.
“Desgraciadamente, hace un año Canadá se convirtió en el primer firmante que se retiró del Protocolo de Kioto”, dijo Leslie, la portavoz de temas medioambientales del NPD a través de un comunicado. “Mientras que el resto del mundo está avanzando en la lucha contra el cambio climático, Canadá se está quedando atrás”, añadió la diputada socialdemócrata.
Al respecto, el Partido Verde presentó cifras que sustentan la afirmación del NPD.
Mientras que en 1990 Canadá emitió 589 millones de toneladas de gases con efecto invernadero, en 2010 esa cifra se situó en 692 millones de toneladas, un aumento del 17 %, cuando, de acuerdo con los compromisos adquiridos bajo el Protocolo de Kioto, el país norteamericano tenía que haber reducido sus emisiones un 6 %.
Hace un año, Kent dijo durante una rueda de prensa en la que anunció la retirada que “Kioto no funciona. Kioto es el pasado para Canadá. Invocamos el derecho legal de retirarnos”.
El ministro sostuvo que como Canadá no iba a poder cumplir con sus compromisos del protocolo, el país tendría que “transferir 14.000 millones de dólares de los contribuyentes canadienses a otros países, el equivalente de 1.600 dólares canadienses por cada familia”.
El concepto de “transferencia de riqueza” ya lo utilizó hace años Stephen Harper para criticar el Protocolo de Kioto.
En 2002, cuando era líder del partido Alianza Canadiense, Harper escribió en una carta que el Protocolo de Kioto “es una conspiración socialista para chupar dinero de las naciones que producen riqueza”. Pero la decisión del primer ministro de retirar a Canadá de Kioto tiene sus partidarios. Hoy Stephen Taylor, integrante de la Coalición Nacional de Ciudadanos, una organización conservadora de la que fue presidente Harper, creó una página de Facebook para celebrar el primer “Día de la Independencia de Kioto”. “Hace un año, Canadá declaró que se salía del Protocolo de Kioto, empezando nuestro año de salida de este sumidero de dinero. Hoy es el primer día de nuestra libertad”, dijo Taylor.
El pasado 8 de diciembre, la Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático en Doha concluyó con el acuerdo de extender hasta el 31 de diciembre de 2020 el periodo de compromiso del Protocolo de Kioto, el único tratado internacional que existe para reducir las emisiones de gases causantes del efecto invernadero.
De esa conferencia el protocolo salió renovado pero con la ausencia, además de Canadá, de potencias como Japón, Rusia y Estados Unidos, país que nunca llegó a ratificarlo.
Esto implica que los países que se han comprometido a reducir su emisiones durante el segundo periodo de Kioto, con los de la Unión Europea, Australia, Noruega y Suiza a la cabeza, generan poco más del 15 % del total de emisiones contaminantes mundiales.