Capturado responsable de atentados en París

Salah Abdeslam, considerado el cerebro de los atentados ocurridos en el teatro Bataclan de París, fue capturado en medio de operativo policial en Molenbeek, Bruselas.

De acuerdo con las primeras informaciones Abdeslam, de 26 años, fue herido en una pierna y posteriormente capturado como resultado de una nueva operación antiterrorista con la que esperaban dar con su paradero.

En medio del operativo comandado por las fuerzas especiales de seguridad de Bélgica, se produjeron disparos y se lanzaron granadas, según reportó la policía belga a los medios de comunicación. Al parecer Abdeslam, había sido acorralado junto con otra persona.

Charles Michel, Primer Ministro belga, y quien se encontraba en la cumbre europea, se trasladó rápidamente hacia la sede del Gobierno a donde también llegó el presidente francés, François Hollande.

El mandatario dijo en rueda de prensa que “hay un vínculo entre la operación (policial) en curso y los atentados de París”, y no quiso dar detalles para no interferir en la misma.

La cadena de televisión pública RTBF afirmó que las fuerzas de seguridad llevan tiempo vigilando la vivienda en cuestión, y en particular “las idas y venidas de distintas personas”.

La operación se realizó después de que la policía científica belga encontrara las huellas dactilares de Abdeslam en la vivienda registrada el martes en el distrito bruselense de Forest, en la que un supuesto yihadista fue abatido y cuatro policías resultaron heridos leves.

Abdeslam era buscado por las autoridades practicamente desde el día del ataque. Según el periódico Derniere Heure, durante la operación un segundo sospechoso también resultó muerto y otro herido.

Las autoridades también manejan la hipótesis de que otros dos sospechosos podrían haber escapado.

En el atentado al Teatro Bataclán, ocurrido 13 de noviembre de 2015, murieron 130 personas y más de 350 resultaron heridas.

De acuerdo con el New York Post al joven de 29 años le gustaba frecuentar bares gay, jugar PlayStation y consumir drogas, conductas por las que consideraban improbable que fuera parte de los extremistas ISIS, quienes castigan brutalmente la homosexualidad y la drogadicción.