En sus discursos cada uno de los presidentes, Raúl Castro y Barack Obama, reafirmaron las intenciones de un verdadero y honesto acercamiento al que se refirieron como el principio de una nueva relación.
Castro y Obama afianzan el inicio de una nueva era
En sus discursos cada uno de los presidentes, Raúl Castro y Barack Obama, reafirmaron las intenciones de un verdadero y honesto acercamiento al que se refirieron como el principio de una nueva relación.
Luego del que fuera el momento más esperado de la Cumbre, el histórico apretón de manos entre el Presidente norteamericano y su homólogo cubano Raúl Castro, uno de los líderes de la revolución que llevo al rompimiento de las relaciones con Estados Unidos 50 años atrás, se dio lugar a las palabras de cada uno de los mandatarios.
Un par de discursos amigables que demuestran sinceridad y voluntad para que el principio del fin de la era del bloqueo por parte de los norteamericanos a la isla sea una realidad.
Por su parte el presidente, Barack Obama, aseguró en su primera intervención en la histórica VII Cumbre de las Américas que el deshielo de las relaciones bilaterales entre Washington y La Habana supone “un punto de inflexión”.
Obama señaló que el cambio de la política de Washington hacia la isla marcará “el principio de una nueva relación” entre los dos países, cuyas relaciones durante más de medio siglo estuvieron marcadas por la ruptura y el enfrentamiento ideológico.
Con la presencia de Raúl Castro, que participa por primera vez en la cumbre, Obama instó a los estados a “no ser prisioneros del pasado y mirar al futuro”, cuatro meses después de llegar a un acuerdo con Castro para restaurar relaciones bilaterales.
“Estados Unidos está enfocado en el futuro. No estamos atrapados por la ideología, al menos yo no lo estoy”, dijo Obama, quién aclaró que no estaba interesado “en argumentos teóricos, sino en el progreso y en lograr resultados”.
Obama recordó que ha pedido al Congreso de los Estados Unidos que levante el embargo económico y comercial. Y recalcó que “las relaciones entre Estados Unidos y América Latina son tan buenas como nunca hasta ahora”.
El mandatario, que minutos antes había sido duramente criticado por el presidente de Ecuador Rafael Correa quien denunció la política intervencionista de Estados Unidos, le contestó con un tono de ironía diciendo que siempre disfruta de “las lecciones de historia” que recibe cada vez que acude a una Cumbre de las Américas.
“La Guerra Fría acabó hace mucho tiempo. Francamente no estoy interesado en tener batallas que empezaron antes de que yo naciera” subrayó.
Por su parte, Raúl Castro, afirmó en su alocución que aprecia “como un paso positivo su reciente declaración de que decidirá rápidamente sobre la presencia de Cuba en una lista de países patrocinadores del terrorismo en la que nunca debió estar” enfatizó.
El mandatario cubano reiteró a Obama la disposición de Cuba al “diálogo respetuoso y a la convivencia civilizada dentro de nuestras profundas diferencias”.
Finalmente se refirió a Obama como un hombre honesto y aseguro apreciarlo, además pidió expresas disculpas por su emotividad en “defensa de la revolución”, eximiéndolo de la responsabilidad de la política desarrollada por los diez presidentes estadounidenses que le precedieron contra la isla, según sus palabras.