Miles de seguidores del presidente venezolano, Hugo Chávez, tomaron hoy el centro de Caracas para participar en la concentración convocada por el oficialismo en apoyo al mandatario, hospitalizado en Cuba. Cancilleres de varios países del mundo manifiestan su apoyo al líder socialista y al proyecto político del país vecino.
Desde primeras horas del día seguidores de diversas partes del país se congregaron en las inmediaciones del Palacio de Miraflores, para gritar consignas de apoyo al gobernante y de aprobación por la decisión del Tribunal Supremo de permitir el aplazamiento de la toma de posesión presidencial para cuando Chávez esté recuperado.
Consignas como “Yo soy Chávez” y “Chávez corazón del pueblo” no solo se escucharon repetidamente sino que estaban escritas en las camisetas de los concentrados.
Tanto el pleno del gabinete de Chávez como varios líderes de la región asistieron a la “juramentación simbólica” del presidente electo y expresaron tanto su deseo por la recuperación del Comandante como su confianza en que el pueblo mantendrá la revolución bolivariana.
En una carta leída por su canciller, el presidente ecuatoriano Rafael Correa expresó el “respeto absoluto a la voluntad mayoritaria del pueblo venezolano” y pidió que “que no se equivoquen los enemigos de la democracia. Los pueblos del mundo estamos solidarios con Venezuela y su decisión democrática. Ecuador se une a los deseos de mejoría del presidente Chávez, combatiente ejemplar por la segunda y definitiva independencia de nuestras patrias”.
Por su parte, el expresidente paraguayo Fernando Lugo señaló desde Caracas que “Chávez se metió en lo profundo del corazón de su pueblo y en el de América Latina. Chávez pertenece a toda América, es nuestro Chávez”.
También afirmó que “la revolución bolivariana no tiene retroceso, y está en buenas manos porque está en manos del pueblo venezolano. Viva Venezuela, viva Chávez”, concluyó el exmandatario, que debió abandonar el poder del país sudamericano por un golpe de Estado.
Chávez, de 58 años y desde 1999 en el poder, está hospitalizado en Cuba tras ser operado el 11 de diciembre por cuarta vez de un cáncer de cuya naturaleza no se ha informado oficialmente.
De acuerdo con los últimos informes del Gobierno, el mandatario sufre una insuficiencia respiratoria como consecuencia de una severa infección pulmonar y su estado es “estacionario”.
Ante la polémica constitucional por su ausencia en el acto de investidura, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) dictaminó el miércoles que el juramento no es necesario en el caso de Chávez ya que se trata de un presidente “reelecto”.
Fue reelegido por tercera vez consecutiva en unos comicios celebrados el pasado 7 de octubre.
Además, el Supremo decidió que el Gobierno actual, cuyo mandato concluía hoy, puede continuar en funciones encabezado por el vicepresidente Nicolás Maduro.
“La revolución, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y se lo pedimos a todos los demás partidos y grupos sociales, salgamos a la calle a apoyar la decisión que ha tomado el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ)”, dijo el miércoles el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.
Y así respondieron miles de simpatizantes chavistas que acudieron hoy a los alrededores de la sede del Gobierno venezolano desde Caracas y distintas ciudades del país.
“Hoy está el pueblo en la calle para hacer que se respete nuestra Constitución, nuestro comandante y nuestro voto. No votamos para que mande la oposición, acá manda la revolución y su pueblo”, se leía en una pancarta elaborada por Rufina Sosa, quien desde hace dos años vive en un refugio provisto por el Gobierno para damnificados de inundaciones.
Sosa, ataviada con gorra y camiseta roja, subrayó que si el comandante “no está, está el pueblo”, que defiende la revolución.
Coromoto Soto, una mujer que viajó desde el estado Yaracuy (occidente), aseguró a Efe que llegó a Caracas para “darle el respaldo, el apoyo” al “comandante” y se declaró orgullosa de que “el pueblo soberano” votó por Chávez y lo ratifica.
“Todavía hay muchas cosas que hacer con el comandante”, agregó esta mujer que integra un grupo denominado “defensoras de la salud”.
Casi a la salida de Miraflores, Alis Bazán, un taxista que a simple vista parece casi un doble del presidente venezolano vestido con camiseta y la boina roja, dijo a Efe que se trasladó desde Carabobo (centro) para apoyar a Chávez.
“Sabemos que (el presidente) está enfermo, bueno, recuperándose y que él al sentir este momento de apoyo le va a dar más ánimo de recuperarse”, señaló.
El chavismo, tanto de base como de gobierno, intenta demostrarle a la oposición y al mundo que está unido, que la figura del caudillo sigue alimentando la revolución bolivariana y que hay Chávez para rato. Así esté enfermo.