La Administración Meteorológica de China declaró la primera alerta roja del año ante la llegada hoy de los tifones “Damrey” y “Saola”, después de que el segundo causara al menos cinco muertos y paralizara la isla de Taiwán.
Según el diario “South China Morning Post”, los dos tifones ocasionaron vientos huracanados y tormentas de lluvia en las regiones costeras de China forzando, en menos de diez horas, la evacuación de más de 300.000 personas, indicó por su parte la agencia oficial Xinhua.
Las provincias más afectadas, hasta la fecha, son las costeras de Jiangsu, Fujian y Shandong, mientras que la Oficina Nacional de Control de Inundaciones y Sequías pronosticó que ambos tifones podrían causar corrimientos de tierras y de rocas en más de diez provincias en el interior de China.
A su paso por Taiwán, el tifón “Saola” paralizó la isla ocasionando el cierre de escuelas, centros comerciales, oficinas, mercados financieros, la detención del tráfico ferroviario y la cancelación o retraso de más de 250 vuelos domésticos e internacionales.
Los meteorólogos chinos predicen que el “Saola” se dirigirá al noroeste de China a una velocidad de 15 o 20 kilómetros por hora, mientras que el “Damrey” se moverá en la misma dirección a 25 kilómetros por hora.
Se espera que en los próximos días ambos tifones produzcan fuertes lluvias y vendavales en la zona costera y central de China por lo que el primer ministro chino, Wen Jiabao, pidió a las autoridades mantenerse en el máximo estado de alerta para prevenir muertes y posibles inundaciones.
El anuncio ocurre casi dos semanas después de que 77 personas fallecieran en Pekín cuando la ciudad registro el torrencial de lluvia más fuerte en sus últimos 60 años.