Cinco estrategias para cambiar a tu pareja

El amor no consiste en cambiar a nuestra pareja para que se adapte a lo que nos gusta, sino en querer a nuestro compañero tal como es, pero cuando compartimos nuestra vida con otra persona todo lo que hacemos repercute en su bienestar, para bien o para mal. Y es algo que deberíamos tener en cuenta.

Como han mostrado diversos estudios psicológicos, las relaciones felices hacen que mejore la salud mental y física de ambas partes y, sin embargo, las relaciones infelices tienen el efecto contrario: es mejor estar solo que mal acompañado.

En nuestras manos está ayudar a nuestra pareja a sentirse mejor y hay una serie de estrategias psicológicas que, según explica el doctor Ronald E. Riggio en Psychology Today, nos ayudarán a tal fin.

1. Efecto Pigmalión


El efecto Pigmalión o profecía autocumplida se refiere a una predicción que, una vez hecha, es en sí misma la causa de que se haga realidad. En psicología y pedagogía se ha estudiado ampliamente: cuando una persona cree firmemente en que otra puede lograr algo las acciones derivadas de este pensamiento acaban repercutiendo realmente en el rendimiento de esa otra persona.

En 1968 el profesor Robert Rosenthal, catedrático de Psicología de la Universidad de Harvard, realizó un controvertido estudio para el que catalogó al azar a los alumnos de un colegio como estudiantes de gran potencial o como estudiantes de escaso potencial. A los nuevos profesores de los chicos se les comunicó cuál era la calificación de cada estudiante, ocultándoles que estaban formando parte de un experimento.

El resultado fue que aquellos estudiantes clasificados como de gran potencial consiguieron muy buenos resultados académicos, mientras que los catalogados como de escaso potencial consiguieron pobres resultados, independientemente de las calificaciones reales que habían recibido anteriormente.

Nuestra pareja no es un alumno, pero el efecto Pigmalión funciona de la misma forma. Si creemos de verdad que nuestro compañero es capaz de realizar aquellas cosas por las que se está esforzando, y somos capaces de verbalizar esto, le ayudaremos a alcanzar sus objetivos.

2. Reformulación cognitiva

La reformulación cognitiva es una técnica psicológica que consiste en identificar pensamientos negativos (que son normalmente irracionales y automáticos) para verlos de otro modo. Fue uno de los fundadores de las terapias cognitivas, el doctor estadounidense Aaron Temkin Beck, quién más contribuyó a la definición de esta técnica en los años 60 y hoy en día sigue siendo una de las estrategias más utilizadas por los psicólogos.

Si tu pareja tiene algún problema o se siente preocupada por algo, trata de ofrecerla formas alternativas de ver las cosas. Básicamente, tienes que tratar de que vea la parte positiva de lo que está ocurriendo y no sólo la negativa o, al menos, lograr relativizar lo que está ocurriendo.

3. Apoyo social positivo

Si nuestra pareja está pasando por un mal momento y nos esforzamos por apoyarle estaremos ayudándola a superar las dificultades. Parece una obviedad, pero el apoyo social es un concepto relativamente nuevo en cuanto a su relación con el estrés y la salud en general.

La clave para que el apoyo social sea efectivo, explica Riggio, es que este sea positivo, pues, aunque muchas veces no seamos conscientes, con nuestra pareja tendemos a utilizar mucho el apoyo social negativo, que no hace más que empeorar las cosas. Comentarios como “ya te lo dije”, “deberías haberme hecho caso” o “cómo se te ocurre”, pueden hacerse sin mala intención, pero no ayudan.

Para que nuestro apoyo sea positivo tenemos que escuchar antes de aconsejar. Si tu pareja tiene un problema lo más probable es que quiera que le escuches y le entiendas, no que la des lecciones. Si necesita algo concreto para resolver sus tribulaciones, haz lo que te pida, y si no, pregunta y ten una actitud solicita.

4. Escucha empática

Al tratar de ayudar a la persona a la que queremos muchas veces acabamos sobreactuando. Tenemos tendencia a dar consejos antes siquiera de entender por lo que está pasando la otra persona. Lo primero que debemos hacer para apoyar a nuestra pareja es escuchar sus preocupaciones, tratar de entender sus emociones y demostrar que estamos a su lado.

Si conseguimos que nuestra pareja sienta que está siendo entendida, se sentirá mejor, tendrá menos estrés y ganará seguridad. Para ello es importante trabajar la empatía, esto es, por mucho que le demos vueltas al concepto de moda, tratar de sentir lo que la otra persona está sintiendo.

5. Consideración positiva incondicional

El psicólogo estadounidense Carlos Rogers –considerado el fundador, junto a Abraham Maslow del enfoque humanista de la disciplina– se refería a la “consideración positiva incondicional” como un requisito indispensable de la práctica clínica. En su opinión, el psicólogo debía aceptar sin condiciones lo que pensaba su cliente, para promover así un ambiente libre de amenazas donde pudiera expresarse libremente.

En cierta medida todos actuamos como psicólogos de nuestros seres queridos y si queremos ayudarles de verdad debemos apoyarles y aceptarles independientemente de lo que hayan hecho, experimentado o dicho. Esto no es sencillo, pues, lógicamente, no nos va a gustar todo lo que haga nuestra pareja, pero si queremos ayudarle en un momento difícil debemos dejar los reproches para más adelante y limitarnos a estar ahí, dando consuelo y apoyo.