Theresa May cumplió su palabra. Ayer se activó el Brexit, lo que dará comienzo a un duro proceso de negociaciones que se han marcado por el periodo de dos años. A partir del 29 de marzo 2019, el Reino Unido ya no formará parte de la Unión Europea, en lo que se ha pasado a denominar como el divorcio más complejo de la historia que pondrá fin a 44 años de unión.
Apenas existen antecedentes comparables. Solo uno, Groenlandia. El territorio nórdico de 60 mil habitantes , que ni siquiera tiene la categoría de estado, inició su proceso de abandono de la UE en 1982, y tardó tres años en lograr acordar su salida. El caso de Reino Unido es bastante más complicado. Se trata de la segunda potencia económica de la UE, con 65 millones de habitantes y que tan solo tiene dos años por delante para llegar a un acuerdo con 27 países miembro.
¿Quiénes se sentarán a negociar?
David Davis. secretario del estado para el Brexit. El ‘euroescéptico’ como algunos lo han definido. Fue nombrado ministro del Brexit en julio del pasado año y ha sido uno de los mayores defensores de la cusa. Durante la campaña previa al referéndum fue una de las banderas de la salida de la UE, y anteriormente más insistió al partido conservador a convocar un plebiscito.
Michel Barnier. Exministro de Exteriores y Agicultura en francia y eurodiputado. El elegido por el Parlamento Europeo para liderar la negociación. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, definió de la siguiente manera su elección: “Tiene una extensa red de contactos en las capitales de todos los Estados miembros y en el Parlamento Europeo”.
Puntos calientes en la mesa de negociaión
Los 3 millones de ciudadanos europeos en Reino Unido. Los derechos de los 3 millones de ciudadanos europeos que viven en estos momentos en el reino unido no están para nada claros. Los densores del Brexit han afirmado que no se verán afectados y que se les concederá un permiso indefinido. Mientras que los enemigos hablan incluso que los ciudadanos del resto de 27 países miembros perderán también el derecho a trabajar en Reino Unido.
Más de un millón de británicos en países de la Unión Europea. De igual manera pasa con el millón y medio de británicos que residen en otros países de Europa, que quedan a la deriva y perderán todos sus derechos en la UE. Así lo ha asegurado el parlamento Europeo. Curioso destino para muchos inmigrantes que en su día votaron sin conocimiento a favor del Brexit y que posteriormente solicitaron un nuevo referéndum.
¿Qué pasará con el centro financiero de Londres? Es una de las incógnitas de este proceso. El centro financiero de Londres es actualmente el epicentro de la economía en la Unión Europea. Su importancia para el Reino Unido es vital ya que mueve en servicios financieros hasta 228.000 millones de euros. Bancos, aseguradoras y fondos serían los más afectados. En estos meses varios expertos han hablado que otras ciudades como Madrid, París, Dublín o Fráncfort podrían ser unas buenas sustitutas de la City.
La multa de 50 mil millones de libras. La Unión Europea ya ha amenazado que como compensación por salir de la UE, debería pagar un multa económica de 50 mil millones de libras, equivalentes a más de 180 billones de pesos colombianos.
Propuesta de ley para la gran derogación. Es la misión más difícil de Theresa May, en estos dos años. Deberá sustituir todas las leyes europeas y convertirlas por británicas. En dos años. Hay que tener en cuenta que las leyes europeas regulan todo. Desde el tráfico aéreo -como se pudo comprobar por la preocupación de las aeolíneas low cost que han amenazado con no volar más al resto de Europa- hasta la pesca o la medicinas.
¿Qué pasa si no se llega a un acuerdo?
Para que el proceso tenga éxito debe tener una aprobación por mayoría del 72 por ciento del resto de 27 países miembros de la UE. Esta debe representar al menos el 65 por ciento de la población de la Unión. Además tiene que tener someterse a votación en Parlamento Britanico.
Si no se llega a un acuerdo, el plazo solo podría extenderse por unanimidad de los países de la UE. Si no se extiende, el Reino Unido abandonaría automáticamente la UE y todos los acuerdos dejarían de tener efecto. Es lo que se conoce como ‘El escenario del precipicio’. Desde ese momento, cuando quiera hacer negocios con la UE deberá pagar aranceles como el resto del mundo.