Este 8 de marzo gran parte de los colombianos marcharán por la vida. Es una apuesta que busca cambiar la noción de la que debe importar en el país. De esa manera se estará enviando un mensaje de unidad en torno a la paz y se dará un espaldarazo a los diálogos de paz que se adelantan de La Habana y que han logrado acuerdos históricos para el fin del conflicto. Editorial.
En la mayor parte de la ciudades de Colombia y en varias otras de algunos países donde las colonias de colombianos son significativas, este domingo 8 de marzo marcharán quienes le apuestan por un cambio profundo en las prioridades del país.
La marcha por la vida se tomará las calles de estas ciudades y se enviará un mensaje de respeto por la vida, sin importar credo o posición política. Esta movilización se da apenas un día después de que el Gobierno Nacional y las Farc hayan acordado la metodología para el desminado de los territorios del país, en un paso trascendental hacia la consolidación de la paz, después de dos años de negociaciones en la ciudad de La Habana, Cuba.
Si bien es cierto que aún existen reparos sobre la eventual consecución y construcción de una “paz estable y duradera”, también lo es que la ciudadanía quiere enviar un mensaje de unidad en torno a la paz y al respeto del bien supremo, como lo es la vida.
A pesar de esta unidad, aún hay sectores que al no sentirse representados en estas exigencias han ido empañando la iniciativa. Es así como se ha intentado difundir la idea de que esta marcha es a favor de las Farc o que es una marcha contratada por el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos. Esta última idea ha sido fundada en la existencia de unos contratos puntuales entre el gobierno y Corpovisionarios, la fundación que lidera Antanas Mockus, principal gestor e impulsor de esta marcha.
Uno de estos sectores es el Centro Democrático, partido del expresidente y actual senador, Álvaro Uribe Vélez, que ha manifestado su deseo de no sumarse a esta movilización, debido, entre otras, a las razones antes expuestas.
Así las cosas, este domingo le corresponde al país salir a marchar, no en contra de un actor armado del conflicto, como ya sucedió en el pasado, sino a favor de la vida de todos los colombianos, sin importar el bando en el que estén, buscando construir una nueva Colombia en paz.