¿Cómo podemos reparar a las víctimas de la violencia y el desplazamiento forzado en Colombia? Convencido de que las expresiones artísticas tienen la capacidad de despertar conciencias, Santiago Escobar-Jaramillo, ha recorrido gran parte del territorio nacional con su iniciativa ‘Colombia Tierra de Luz’.
La iniciativa está constituida por una serie de actos simbólicos, con los que se busca no solo visibilizar la situación de muchas víctimas del desplazamiento forzado en nuestro país, sino sanar emocionalmente a los afectados y atraer la atención de diferentes sectores sociales, que durante tantos años han decidido permanecer al margen del problema.
Trabajar con las víctimas del conflicto y más aún, retratarlas o escribirlas sin recurrir a la porno miseria, es decir, a la espectacularización de la pobreza o la desgracia humana, es una labor de la que pocos consiguen salir victoriosos, de hecho, son innumerables los que fracasan en tan solo el intento.
En el caso de la fotografía, las imágenes suelen recurrir a planos en picado, niños que han perdido la luz en los ojos y madres que sostienen a los infantes con la mirada perdida en el horizonte.
A pesar de ello, el artista colombiano Santiago Escobar-Jaramillo, ha decidido emprender un largo viaje, para demostrar que Colombia es una Tierra de Luz, en la que aún hay esperanza y que es posible hablar de las víctimas del conflicto sin recurrir a estereotipos que muchas veces los despojan de su dignidad, vulnerando mucho más su condición como víctimas gracias a escandalosas publicaciones amarillistas.
Para hablar de su proyecto “Colombia, Tierra de Luz”, quizá es necesario remontarse dos años atrás a Santa Rita, un poblado en el Magdalena, que permanecía abandonado porque los grupos paramilitares colombianos expulsaron a sus habitantes para apropiarse de sus tierras y su ganado.
Allí llegó Santiago mientras viajaba con Villegas Editores, para hacer el libro de Colombia Solidaria. Esta sería la primera vez que el artista se encontraría de frente con un verdadero pueblo fantasma, “imagínate encontrarte con la ausencia, la devastación, la tristeza, la pérdida de memoria de un pueblo que queda hecho trizas, esqueletos de casas que están sin puertas, sin ventanas, sin muebles…” comenta.
Así que la noche del el 22 de Noviembre de 2010, en un esfuerzo de recuperar simbólicamente el poblado y llenarlo de vida una vez más, tomó la decisión de darle luz. Sin embargo, en dicha misión no estaría solo, lo acompañarían casi 300 personas con las que al unísono y gracias a sistema sencillo de mecha, lograrían restablecer el brillo y el fulgor a Santa Rita.
“Era muy bonito ver a los niños, a los mayores y a los adultos, visitando otra vez esos espacios que es estuvieron 12 años completamente cubiertos por la maleza, por los animales, por la oscuridad, era meter allí un calor hogar, de familia, era volver a encender esa luz de esperanza y de reconstrucción” recuerda.
Como resultado de esta intervención, Escobar-Jaramillo realizó una serie de fotografías documentales, en las cuales inmortalizó esta acción artística, además contempló la pertinencia de que proyectos como este se replicaran a lo largo del territorio nacional.
Sin embargo, esta no fue la primera vez que Santiago cuestionó el papel del conflicto en las ciudades, años atrás, su trabajo de grado de Arquitectura en la Universidad Nacional: ‘Ciudadelas en Conflicto’, realizado entre el año 2004 y el 2005, constituía una serie de meditaciones y contemplaciones entorno al espacio del conflicto.
Poco tiempo después viajó a Londres, donde realizó su maestría en Fotografía y Culturas Urbanas, en Goldsmiths College, allí, se dio cuenta que debía dejar a un lado sus trabajos a escala y pensar el problema del conflicto a escala real, “empecé a cuestionarme sobre lo que pasaría si esas maqueticas las remplazaba por estatuas humanas”, recuerda.
Así que contrato una estatua humana que había en Manizales y la ubicó en un pueblo fantasma simulado, con la intención de llamar a la conciencia. “Ese proyecto fue muy exitoso, no por la reacción de la gente sino porque me sentí completamente liberado” afirma el artista.
Pese a todas estas reflexiones e intervenciones artísticas, el proyecto ‘Colombia Tierra de Luz’, no fue legitimo hasta noviembre de 2011 cuando Santiago creó el blog http://colombiatierradeluz.org/, “el blog fue lo que realmente me puso en compromiso, pues ya no era tener la idea en la cabeza sino decir: ‘a esto me estoy enfrentando’, entonces dibujé un mapa y empecé a pensar qué lugares quería visitar, para mostrar una pluralidad de lo que es Colombia, una multiculturalidad, realizar una mirada múltiple desde el paisaje, la geografía, la cultura, las tradiciones, las celebraciones, los contextos históricos, actores armados y grupos étnicos” afirma.
Fue así como se dio cuenta que si visitaba ciertos lugares del territorio nacional y realizaba allí sus actos simbólicos, podía resignificar este país, un país que se mantenía oscuro, solo y ausente.
Hoy, Santiago Escobar-Jaramillo ha recorrido más de 15 zonas afectadas por el desplazamiento forzado, ubicadas en los cuatro puntos cardinales del país, sus actos simbólicos han estado desde Maicao en la Guajira, hasta Leticia en el Amazonas, pasando Quiebra de Naranjal, Caldas y Altamira, Casanare.
¿Pero cuáles son los actos artísticos que realiza Santiago? Generalmente, a través de la palabra crea un escenario de confianza y tranquilidad, donde le brinda a las familias la oportunidad de contar sus vivencias, sus experiencias o por qué no, sus sueños y anhelos, finalmente como resultado visual se realizan una serie de fotografías del hecho artístico, indispensables como contenedoras de memoria e imaginación.
“Esto es importante porque si tú tienes un niño de 6 o 7 que está empezando a entender la vida, que realmente no entiende qué ha pasado con sus papás y de pronto sus propios padres a través de la palabra, de los gestos, se lo cuentan, logran no solamente construir memoria histórica, sino que es la manera de que esos adultos se recuerden a sí mismos, le paguen tributo a sus muertos, a sus desaparecidos y a los olvidados” explica.
Todo esto mediado por la luz, ya que es este el mecanismo que le permite no solo evidenciar el espacio en el que se encuentran, sino que es la manera conceptual de reconstruir y reparar a todas estas familias, “estas fotos son son el medio, un memorial final, porque la foto depende de la luz y es la luz en el sentido más estricto y técnico, la que hace la foto, sin embargo antes de empezar a fotografiar, hay todo un acontecimiento, una experiencia, un intercambio de ideas, de memorias, de sueños”.
En cuanto a las víctimas, Santiago afirma que en realidad disfrutan de estar en medio de los cordones de luz y de las fogatas, porque de esa manera sienten que finalmente son los protagonistas, que están tomando los designios de sus vidas, de hecho comenta que son precisamente los fotografiados quienes deciden cómo iluminar, dónde se ubican, cómo quieren ser fotografiados… “en algún momento yo les doy sugerencias o tengo una idea en la cabeza, pero son ellos quienes deciden” concluye.
‘Colombia Tierra de Luz’ es definitivamente pensar que Colombia puede ser nuevamente un lugar de luz, es una forma de enfrentar todos los miedos, como cuando en tiempos remotos se ahuyentaban las fieras con fuego, “es casi que decirle a estos manes que no creen en la paz y en la reconciliación: ‘miren que lo que aquí tenemos, lo que hay es construcción de vida, una familia volviendo a empezar”, son ganas de salir adelante, de pasar la página y volver a construir cimientos.
Sin embargo, no todo se queda en grandes anécdotas y fotografías impecables en la técnica, compuestas magistralmente, tras visitar Cauca, Pasto y Nuquí, en lo que queda del año, Santiago pasará a la segunda fase del proyecto, la cual lleva el nombre de ‘reconstrucción de vida’ en ella se volverán a visitar todos aquellos lugares que hicieron parte de la primera etapa, y se llevarán proyectos productivos, logrando transitar así de lo simbólico a lo material y tangible.
Allí, ya no tendrá tanto valor la posición artística y estética, sino cómo se canalizan los conocimientos y los recursos. Para ello, Santiago necesita la colaboración del gobierno, los grupos económicos, las organizaciones sin ánimo de lucro, los líderes sociales y las personas naturales, ya que como él mismo dice: “esta es una labor que lo excede”.
Así que de la mano de una Fundación, actualmente se encuentra buscando recursos de grandes empresas para poder llevar a todas estas regiones proyectos productivos como talleres de cocina, de tejido o huertas hidropónicas, todo esto con el ánimo de que las victimas puedan aprender algún oficio que les permita obtener cierto tipo de beneficio económico.
En tiempos en los que se habla de paz y en los que se ha instaurado en la agenda nacional el tema de los diálogos, como una alternativa que pueda llevar a la finalización del conflicto, sin duda alguna ‘Colombia Tierra de Luz’ es un proyecto que puede llegar a integrarse a estas iniciativas, “después de la paz tiene que haber una reconciliación, una reparación, la reestructuración de vida, y tal vez este proyecto puede ayudar en algunos casos a contribuir a ese proceso” concluye el fotógrafo colombiano.