Jorge Armando Otálora se posesionó esta mañana como nuevo Defensor del Pueblo. El nuevo funcionario del gobierno Santos tiene el gran reto de representar a las víctimas en el inminente proceso de diálogo entre el gobierno y las Farc.
La Defensoría del Pueblo ha perdido el monopolio de la defensa de los derechos de los colombianos. En los últimos años, la institución se volvió un organismo menos efectivo y no reconocido en las regiones del país.
La gestión de Wolmar Pérez estuvo marcada por las denuncias sobre burocracia y por las largas filas que en las instalaciones del organismo se hacían. Por eso era necesario, según los críticos, un cambio de timonel en el enlace entre el gobierno y los ciudadanos en materia de defensa de los derechos.
La llegada de Otálora a la defensoría llega en una coyuntura histórica. El gobierno y las Farc están a punto de iniciar diálogos formales para intentar poner fin al conflicto armado y encaminar al camino hacia “una paz duradera”.
Las comisiones de Paz tanto de Senado como de la Cámara de Representantes afirmaron la semana pasada que el nuevo Defensor será clave en el desarrollo de los diálogos de paz entre el gobierno y las Farc y que en su institución recae el deber de defender a las víctimas en estos acercamientos.
“La Defensoría fue diseñada para eso. Para garantizar esos derechos, para servir siempre de instancia promotora, que todas las instituciones del Estado cumplan con su deber constitucional de defender y garantizar los derechos de los ciudadanos, de los colombianos. Y queda entonces la Defensoría en muy buenas manos”, dijo Santos en la ceremonia de posesión.
El exvicefiscal y exmagistrado, que quedó elegido con 126 votos a favor en la Plenaria de la Cámara de Representantes, “Es un gran ciudadano con criterio, con carácter, con transparencia, y eso es lo que necesitamos en la Defensoría”, dijo el Presidente.
El compromiso del Otálora al frente de la Defensoría será el de impulsar la Ley de Víctimas y acompañar a los ciudadanos en el acceso a la salud y al fin del conflicto armado.
“En la plenaria hice unos planteamientos que deben ser la ruta a seguir en la Defensoría del Pueblo, entre ellos, dar un impulso y permitir el desarrollo de la Ley de Víctimas, así como jugar un papel importante en el tema de la salud, un acompañamiento en el tema penitenciario y una investigación de menores en los grupos armados. En fin, hay una serie de temas que son la agenda nacional que nos van a llamar la atención”, dijo el nuevo Defensor del Pueblo al ser elegido.