En medio del anuncio de cese de hostilidades por parte de las Farc se dio inicio oficial al proceso de diálogo para poner fin al conflicto armado. El grupo guerrillero señaló que cesarán “toda clase de operaciones militares ofensivas” desde el 20 de noviembre y hasta el 20 de enero.
“El secretariado de las FARC-EP (…) ordena a todas las unidades guerrilleras en toda la geografía nacional, el cese de toda clase de operaciones militares ofensivas contra la fuerza pública y los actos de sabotaje a la infraestructura pública o privada”.
Con estas palabras, leídas por el jefe de la comisión negociadora de las Farc, ‘Iván Márquez’, el grupo guerrillero dio inicio formal al proceso de negociación con el gobierno nacional.
Eran las 9 y 50 de la mañana. De dos carros oficiales del gobierno cubano descendieron los negociadores de la guerrilla. ‘Iván Márquez’ y Rodrigo Granda encabezaron la caminata que los llevó hasta un salón en el hotel Palco, al occidente de La Habana.
También llegaron Marcos Calarcá y Tanja Nijmeijer, la holandesa que desde hace más de 10 años hace parte del grupo guerrillero. ‘Andrés París’, miembro plenipotenciario de la comisión negociadora, no se hizo presente en el acto.
Veinte minutos antes, aparecieron los negociadores del gobierno. También en dos carros brindados por el gobierno cubano aparecieron Humberto de la Calles y Sergio Jaramillo. Detrás venían Frank Pearl y Luis Carlos Villegas, y finalizaba la comisión el exmilitar Jorge Mora Rangel.
Ambas comisiones recorrieron los 20 metros que separaban la calle con el salón de reuniones. Caminaron en medio de dos cintas rojas, detrás de las cuales estaban 130 periodistas de setenta medios del mundo.
Al final del pasillo, un letrero azul claro y blanco sostenía la frase Diálogos de Paz, La Habana, Cuba, escrito en letras azules y blancas.
La prudencia del gobierno fue absoluta. Algún comunicador se dirigió a ellos para preguntarles si harían algún comentario, pero el vocero de los negociadores no respondió y siguió de largo.
Sin embargo, la llegada de la guerrilla fue más caótica, menos ordenada. En medio de arengas y de vivas por parte de algunos de los asistentes, ‘Iván Márquez’ y Rodrigo Granda detuvieron la marcha y un mar de cámaras se agolparon para escucharlos.
Declararon el cese unilateral de las hostilidades contra la fuerza pública y contra la infraestructura pública y privada y señalaron que esta medida es “una contribución decidida a fortalecer el clima de entendimiento necesario, para que las partes que inician el diálogo, alcancen el propósito deseado por todos los colombianos.”
En medio de empujones y de mucha seguridad por parte del gobierno cubano, los negociadores entraron a la sala.
Segundos después ingresó un hombre que llevaba consigo una fotografía impresa, a tamaño natural, del negociador simbólico de las Farc: ‘Simón Trinidad’. El guerrillero reiteró los tiempos de la tregua y la necesidad de que el comandante preso en Estados Unidos se haga presente en este proceso de paz.
Desde las 10 de la mañana comenzó, con las partes ya sentadas en una mesa, el proceso formal de diálogo entre el gobierno y las Farc. Serán sesiones de 9 de la mañana a la 1 de la tarde y durarán, en una primera etapa, diez días.
Luego de este tiempo de conversación, los negociadores del gobierno volverán a Colombia, seguramente a informar al Presidente de los avances de la negociación. Los miembros de la comisión de las Farc permanecerán en La Habana.