Te damos unos buenos consejos (avalados por los expertos en Nutrición del Hospital Nisa Pardo de Aravaca, la Clínica Dray y el centro de Gema Cabañero) para compensar los días de excesos alimenticios, con otros de control total, y así evitar subir de peso en las festividades de fin de año.
1. Primer sabio consejo, salido de la mente de una madre cualquiera: Haz la compra bien o comerás restos de la celebración un día tras otro. El día de Nochebuena corta las porciones justas o la bandeja acompañará tu café desde el 24 de diciembre hasta el 7 de enero. En la cena de empresa, preocúpate más de socializar y menos de comer y beber. Dona cualquier resto de dulces que te quede en casa.
2. Los días que no se celebre nada, bebe mucho. Eso sí, agua fresquita, caldos desgrasados y tisanas sin azúcar. “El té verde y la infusión de cola de caballo entre horas te ayuda a drenar el organismo y a eliminar líquidos y toxinas”, recomienda la experta en estética Gema Cabañero.
3. Tanto si estás de vacaciones como si te toca trabajar entre festivos, es importante que continúes con el ritmo normal de comidas. La regla “5 al día es vital” (cinco piezas de fruta y verdura, según recomienda Sanidad) puede ser un buen truco para asegurarte una ingesta correcta de nutrientes sin contenido graso excesivo. Recuerda: el buen ritmo se establece en tres comidas (desayuno, comida y cena), un tentempié a media mañana y otro a media tarde.
4. Haz ejercicio físico. Las vacaciones no pueden ser sinónimo de sillón-ball. Media hora de ejercicio diario te producirá bienestar, disfrutar de una noche bailando mejorará la agilidad y el físico, un paseo a paso vivo mirando las luces o una tarde patinando pueden ser el equilibrio perfecto entre combustión de calorías y disfrute. Si no te va tanto la marcha, que sepas que un paseo diario de media hora a paso ligero es suficiente para mantener sano el corazón y la grasa a raya. Con diez minutos más de lo que sueles hacer a diario (de forma intensa), neutralizarás los excesos.
Tomado de vanitatis