El analista económico, Eduardo Sarmiento le dijo a Confidencial Colombia que Colombia está a las puertas de una gran vergüenza mundial por el caso Petro en donde la Procuraduría visiblemente abusó de sus poderes ordenando la destitución del burgomaestre y promulgando su muerte política.
En opinión del experto, la comunidad internacional está hoy con los ojos puestos en Colombia y básicamente en el desenlace del sonado caso que tiene al país sumido en el desprestigio toda vez que se le retira del cargo a un alcalde que ganó en las urnas con el voto popular y que hoy sale por un laudo acomodado y sospechoso, pasando por alto el debido proceso porque se está condenando a un funcionario que no tiene precedentes de corrupción ni prontuario administrativo como tal.
“El caso Petro es gravísimo y si hay pruebas de un fallo injusto, eso le hará un grave daño a la economía y a la imagen del país porque la comunidad internacional no tolera ningún tipo de complot más en un país como Colombia que está en un proceso de cambio y mejoramiento. El Procurador dejó mal parado al país porque cometió arbitrariedades apoyado, eso sí, en una Constitución que tiene grande fallas. Hoy Colombia debe estar preocupada por ese respaldo que en cierta forma le da a Petro la Corte Interamericana de Derechos Humanos, instancia que no come cuento”, declaró el señor Sarmiento.
Para el economista, la situación es complicada y afecta de manera directa los intereses del país porque las imputaciones del Procurador están basadas en los cambios al modelo inequitativo del manejo de las basuras en donde cuatro empresas operaban el mercado y en donde el estado recupera poder de maniobra con la creación de una nueva empresa sin sacar a nadie del negocio. “Petro jamás atentó contra la libre competencia y a decir verdad al Procurador se le fue la mano porque atacó a quien le puso talanqueras a los monopolios que hacían y deshacían con las tarifas”.
A criterio de Sarmiento la posición del Procurador pierde cada vez más piso y obviamente deja mal ubicado al país dentro del marco institucional mundial porque todo lo registrado jamás debió ocurrir y lo cierto es nunca se le debió dar tanto poder al Procurador que terminó defendiendo los intereses de un número reducido de operarios.
Los datos de la economía carecen de veracidad
La economía del país estará en 2014 llena de sorpresas, aseguró el analista económico, Eduardo Sarmiento quien dijo que el país se mueve en medio de unos escenarios que no corresponden a la realidad.
Explicó que hay un grande error cuando el ejecutivo habla de un estado casi perfecto de la economía, situación que se derrumba al mirar los números pues en primer lugar hay un ajuste de salarios hecho por debajo de la productividad. “No hay razón que la economía crezca al 4.5 por ciento como asegura el gobierno y que el salario se ajuste en dos o en dos puntos y medio por encima de la inflación, de tal manera que se sigue ajustando el ingreso por debajo de la productividad situación que agudiza las desigualdades”.
En segundo término anotó, hay inmensas imprecisiones en la política de desempleo porque este si bien ha bajado a tasas de 9.7 por ciento, también es cierto que el empleo no aumentó. “La reducción del desempleo obedece a que las personas que antes se clasificaban como desempleadas ahora están como inactivas, entonces la reducción del desempleo no se debe a más empleo sino a la mayor cifra de activos, más aún el empleo creado en 2013 en términos de personas (450.000) fue inferior al indicador de los dos años anteriores y de la tendencia histórica”.
Así las cosas, comentó, Colombia sigue con la tasa más alta de desempleo en América Latina, pero también con la más baja en generación de puestos de trabajo. Afirmó el analista que en donde es más dramática la situación es en la informalidad, ítem también el de más alto rango en la región. “Todo esto hace que Colombia tenga una de las peores destrucciones de ingreso del mundo porque hablamos de una tasa de punto 55 que se ha mantenido inmodificada por más de una década”.
Sarmiento criticó de igual manera el dato de las exportaciones y adujo que en noviembre estas cayeron 11 por ciento en lo que tiene que ver con la industria y aseveró que las del campo no muestran ningún avance.
Sostuvo que el superávit en exportaciones que el país tenía con Estados Unidos se redujo a la mitad con el TLC lo que demuestra que la nueva estructura económica que se conformó hizo que los puestos industriales y agrícolas fueran mayores en Colombia que en el exterior, de manera que hay un estado de destrucción de las exportaciones y de la producción industrial que lleva más de un año y medio de recesión así como de la agricultura que no sale del estancamiento.
“Los desempeños de la agricultura que son ponderados por el sector oficial se deben al café porque al ver los cultivos transitorios que son los de la agricultura moderna con posibilidades de expansión mundial, están prácticamente en cero”, apuntó Sarmiento.
Para el también decano de la Escuela Colombiana de Ingeniería, la economía no pasa por un buen momento porque la industria y el empleo caen en seis por ciento en agricultura y construcción el crecimiento está por debajo de dos por ciento y casi toda la ocupación está en el sector servicios que se caracteriza por una elevada informalidad.
A todo lo anterior se suma la pérdida total de la productividad porque los precios de todos los bienes industriales y agrícolas son inferiores a los del exterior. Agregó que por tal razón la economía se caracteriza por cero expansiones de las ventas externas lo cual contrasta con una entrada masiva de importaciones que arrasan con la industria y con los campesinos que no saben cómo salir de la recesión.
“Al quitar los commodities, es decir petróleo y minería la caída es del 11 por ciento en manufacturas y si quitamos café, la agricultura queda en nada y si por el contrario nos señala cierres en terreno negativo para el caso de algunos sectores como flores y producción de granos. Esta economía perdió totalmente la competitividad y los ingresos del país se mantienen a través de la revaluación y del abaratamiento de las importaciones”, manifestó.
Sarmiento asegura que el modelo económico sigue mostrando reveses y corrobora que la inequidad se impone porque los ricos son cada vez más ricos y los pobres van camino a la miseria. Para el economista la economía crece de manera atípica porque hay sectores que se disparan y de manera súbita se apagan.
El mundo no da entera confianza
Según Eduardo Sarmiento, el escenario internacional es igualmente complejo aunque en menor medida que el año anterior porque Estados Unidos se reactiva y mejora, pero Europa lamentablemente sigue totalmente deprimida en donde los indicadores de desempleo para el conjunto de la Eurozona es superior al 13 por ciento. “Es lamentable lo que pasa en esa región, por ejemplo países como Grecia y España tienen tasas de desempleo por arriba del 25 por ciento”.
En su análisis indicó importante ver qué pasa con China que estaba empujando la economía mundial que se vino abajo, en cierta medida por las exigencias establecidas en materia cambiaria lo cual hizo que una economía como la del dragón asiático que crecía al 12 ahora crezca al siete por ciento.
Dijo que la coyuntura internacional muestra que hoy no hay espacio para todo el mundo y que ya pasó la era de las locomotoras. “Ahora tenemos una economía mundial más determinada por la demanda es decir que cuando una potencia económica como Estados Unidos o Alemania ya no arrastra a los demás sino que basa su dinamismo a costa de los demás. La expansión de Alemania que es la economía estrella de Europa se hizo con cargo a la crisis de la Eurozona y la reactivación en Estados Unidos se hizo con el favor de América Latina y de otras economías de mediano tamaño”.
Expresó su preocupación por Brasil, país que hasta hace cuatro años se presentaba como una de las economías más dinámicas del mundo, hoy está totalmente estancada, con unos niveles elevados de inflación, con revaluación y con un apremiante déficit en la balanza de pagos que se torna inmanejable. “Con América Latina hubo desencanto porque se creía que crecería al seis por ciento como Asia y a la fecha llega a duras penas al 3,5 por ciento”.
Expuso que en el mundo económico se impone la tendencia de poner el candado o apretar la cerradura porque todos están buscando la expansión con los mercados internos. El crecimiento de América Latina, comentó, con las compras de los países grandes no se dio y lamentablemente se siguió bajo el esquema de la apertura en donde las exportaciones se desploman y la economía se montan en la revaluación y en unos tratados comerciales que hacen que los precios de los productos colombianos sean más caros que en todas partes del mundo lo cual llevará al país a un enorme déficit en cuenta corriente y a una economía movida por sectores de baja productividad.
“Todo muestra que fracasó el libre mercado y que para el caso de Latinoamérica fue posible abaratar los bienes industriales y agrícolas sacrificando la producción y el empleo en cada nación”, precisó.
Sarmiento dijo que Colombia también experimentó adversidad con la locomotora minera porque está perdió dinamismo y pasó de crecer del 10 al cinco por ciento. “Toda esa inversión no redundó en ninguna bonanza y por el contrario mostró decaimiento”.
Considera que el reemplazo podría ser la infraestructura física la cual requiere muchísima inversión y relativamente poco empleo. “De las cinco locomotoras estas dos marcharon, pero la primera se quedó en el camino”.
Finalmente el analista económico dijo que no le hace bien al ex presidente, Álvaro Uribe criticar el modelo económico o la manera de llevar la economía cuando el consenso de Washington lleva más de 20 años y más cuando fue el mismo Uribe quien lo avaló por más tiempo porque mientras otros gobiernos lo defendían por cuatro años el ex presidente lo hizo por ocho años. “Ese modelo no funcionó ni adentro ni afuera, pero aquí seguimos con los ojos vendados”.